Detectando las oportunidades La economía está creciendo a tasas sobre el 7%, lo cual se estima se mantendrá por los siguientes años, siendo las exportaciones uno de los impulsores de este crecimiento, las que se espera crezcan a tasas relevantes en los próximos años, fruto del tratado de libre comercio recientemente firmado con EE.UU. y del tratado con China que se encuentra en avanzadas negociaciones. Aquí aparece la primera oportunidad, ya que para mantener el ritmo exportador, Perú requiere reducir el déficit de inversión en infraestructura, estimado por el Instituto Peruano de Economía en casi 23.000 MMUS$, es decir, en un 23% del PIB, el cual se proyecta se reducirá a tasas aceleradas. Se estima que la inversión en infraestructura generará 400.000 nuevos empleos hasta el 2009, tema clave para reducir la pobreza, lo que potenciará la demanda de bienes de consumo y de vivienda. Así, es en el mercado de la vivienda donde se observa la segunda gran oportunidad, ya que al 2007 existía un déficit estimado de 1.200.000 viviendas, vale decir de unos 30.000 MMUS$ el cual se reducirá por el impulso del Gobierno a los planes de vivienda social y por el aumento de la demanda privada. A tener en cuenta De seguir el país en una senda de estabilidad y crecimiento como se prevee, el mercado potencial de la construcción se aproximaría a la cifra de 50.000 MMUS$, que equivale a cerca de 3,5 veces la inversión chilena anual en el rubro. Estas cifras parecen muy atractivas y dado el grado de desarrollo de la industria de la construcción peruana, se ve difícil de ser ejecutada por empresas locales. Sin embargo, hay elementos propios del mercado peruano que lo hacen muy diferente al nacional. Primero, el grado de informalidad de su economía y de la industria de la construcción. Se estima que cerca de un 50% de la industria es gestionada informalmente -el Banco Mundial sitúa a Perú como el quinto país con economía mas informal del mundo- lo cual visto con nuestros ojos, puede ser una traba importante para desarrollar negocios. No obstante lo anterior, se percibe esfuerzos del Gobierno para generar mayor formalidad en los negocios y un clima económico apto para atraer inversionistas extranjeros. En segundo lugar, se observa retrasos tecnológicos, de capacidad y de servicios en la industria de proveedores de la construcción, la cual se está preparando a través de la ampliación de la capacidad de sus plantas y mejorando la calidad de sus productos. Este retraso también se observa en los distribuidores de materiales de construcción, donde casi un 80% de las ventas totales se realizan a través de canales tradicionales. Sin duda, Perú parece un destino atractivo para nuestra industria de la construcción. ¿Quiénes serán las empresas que aprovecharán esta oportunidad? ¿Quiénes seguirán los pasos de Sodimac, que tiene un plan de expansión de 48 MMUS$ en Perú para el 2008? Los que aprovecharán mejor esta oportunidad serán los primeros que lleguen y adapten sus métodos de gestión a una forma distinta de hacer negocios. |