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Un nuevo informe de la Asociación de Ingenieros de Energía (AEE) advierte que tres cuartas partes de los profesionales de la industria energética a nivel mundial afirman que su sector se enfrenta a una escasez de mano de obra, una cifra que asciende al 90% en regiones como Oriente Medio y el Norte de África. La Encuesta de Tendencias del Mercado y Empleos en Energía 2025 también destaca un desajuste crítico: la demanda de eficiencia se mantiene estable, pero el personal necesario para ofrecerla no está disponible en todo el mundo.
Según los expertos en energía de Exergio, una empresa de optimización energética basada en IA especializada en edificios comerciales, la formación de nuevos especialistas lleva años, pero es necesario implementar soluciones innovadoras de IA ya.
"El sector no puede cubrir esta carencia con la suficiente rapidez mediante la contratación; es simplemente imposible", declaró Donatas Karčiauskas, director ejecutivo de Exergio. "Y por eso, la IA es la única herramienta que podemos utilizar hoy para marcar la diferencia de inmediato mientras se forman nuevos profesionales".
El informe de la AEE advierte que la situación está empeorando, ya que más de un tercio de los profesionales planean jubilarse en la próxima década. Solo en Norteamérica, casi una cuarta parte prevé abandonar el sector en un plazo de cinco años.
Al mismo tiempo, la demanda no se está desacelerando. A pesar de la inestabilidad política mundial y los desafíos económicos, las oportunidades laborales para los profesionales del sector energético se mantienen estables, según revela un informe. Karčiauskas advierte que este "cuello de botella invisible" podría ser una de las razones por las que los objetivos climáticos se están alejando cada vez más del alcance.
En todo el sector, las empresas ya están recurriendo a herramientas de eficiencia energética basadas en IA para reducir la brecha. Karčiauskas señala que el cambio es evidente en la propia gestión de instalaciones.
"Antes, un gerente con un equipo dirigía un solo hotel. Ahora, un solo gerente supervisa varios edificios. La digitalización es inevitable, pero debemos acelerarla", afirmó. "Cuando creamos Exergio, vimos que el desperdicio a menudo se debía a malas prácticas de gestión, no a hardware obsoleto. Ahí es donde los algoritmos pueden generar ahorros instantáneos y, además, ayudar a que los edificios sean más sostenibles".
La encuesta de la AEE muestra que la reducción energética es la principal prioridad estratégica para el 81% de las organizaciones, un nivel estable a pesar de las presiones del mercado. Sin embargo, casi la mitad de las empresas aún carecen de una estrategia de descarbonización.
Según indica Karčiauskas, “gran parte de lo que desperdicia energía en los edificios se puede automatizar mediante herramientas de IA con supervisión humana. Esto liberaría a los profesionales para que se centren en tareas estratégicas en lugar de en la microgestión diaria. Sorprendería ver cuántas operaciones se gestionan mal, incluso en activos de nueva construcción; solo la IA puede detectar estos problemas”.
Según el informe, cada vez más profesionales se están familiarizando con la tecnología. En 2025, el 51% calificó la implementación de la IA como “extremadamente” o “muy” importante para la eficiencia.
Sin embargo, algunos de los problemas a los que se enfrentan los profesionales del sector energético se han mantenido constantes a lo largo de los años. Las limitaciones de la financiación gubernamental son ahora una preocupación creciente, según el 46%, y las presiones presupuestarias han vuelto a aumentar, según el 73% de los encuestados, revirtiendo la mejora del año pasado. “Con plataformas basadas en IA, solucionamos dos problemas a la vez: la escasez de especialistas y el alto coste de las renovaciones profundas. El desperdicio de energía se puede reducir hasta en un 30 % simplemente permitiendo que algoritmos optimicen los sistemas de climatización, iluminación y sensores. Es mucho más económico que desmontar el hardware, y funciona hoy en día. Sobre todo cuando no hay expertos que se encarguen; no podemos quedarnos con los edificios sin más”, concluyó Karčiauskas.
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