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En un escenario marcado por la creciente digitalización y el uso intensivo de la tecnología, la ciberseguridad se ha convertido en un tema estratégico para organizaciones de todos los tamaños y sectores.
Francisco Fernández, gerente general de Avantic Chile, subraya que “la protección de los datos sensibles y de la infraestructura tecnológica es clave para resguardar la continuidad operativa, la confianza y la reputación de cualquier institución o empresa”.
En esa línea, el ejecutivo compartió un conjunto de recomendaciones para avanzar hacia una gestión más sólida de la ciberseguridad a nivel corporativo:
• Respaldo de información crítica. Ejecutar copias de seguridad regulares, tanto locales como en la nube, junto con planes de recuperación ante desastres probados y documentados.
• Fomento de la cultura de ciberseguridad. Promover que la seguridad sea una responsabilidad compartida dentro de la empresa.
• Capacitación y concientización constante. La educación de los colaboradores respecto de buenas prácticas en línea y amenazas emergentes es esencial para reducir riesgos y responder oportunamente frente a incidentes. De la misma manera, capacitar al personal garantiza que la organización opere de acuerdo con las regulaciones nacionales (Por ejemplo, Ley Marco de Ciberseguridad de Chile) y las normas internacionales en dicha materia.
• Políticas claras y actualizadas. Establecer lineamientos en seguridad informática que se adapten a los desafíos actuales y sean comprendidos por todos los miembros de la organización.
• Regulación del uso de dispositivos personales. Definir normas sobre cómo configurar y proteger los equipos externos que se conecten a la red corporativa.
• Actualización de software y parches. Garantizar la instalación periódica de nuevas versiones y correcciones de seguridad para eliminar vulnerabilidades.
• Contraseñas robustas y autenticación multifactor. Elevar los estándares de acceso a los sistemas corporativos.
• Prevención de ataques de ingeniería social y phishing. Entrenar a los equipos de trabajadores para identificar correos o mensajes fraudulentos.
• Enfoque proactivo. Mantenerse al día con las tendencias y ajustar las políticas de seguridad de forma continua.
• Herramientas de monitoreo y detección. Implementar tecnologías que permitan identificar conductas sospechosas en la red en tiempo real.
Según Francisco Fernández, la clave está en combinar la tecnología con la conciencia y la preparación. “No se trata sólo de implementar sistemas, sino también de formar personas y procesos capaces de responder frente a las amenazas informáticas actuales y futuras”.
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