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Gartner prevé que los ingresos por semiconductores caerán este año un 11,2%, totalizando US$ 532.000 millones, luego de un 2022 en el que apenas creció un 0,2% interanual y llegó hasta los US$ 599.600 millones.
Richard Gordon, vicepresidente de prácticas de Gartner, explica que la demanda no es débil sólo a nivel de consumo, sino que es una tendencia que se está extendiendo también a las empresas, creando un entorno de inversión incierto.
“Además, un exceso de oferta de chips que está incrementando los inventarios y reduciendo los precios de estos componentes acelera el declive del mercado de semiconductores”, indica el experto.
El segmento de la memoria está sufriendo ese exceso y este año debería quedarse en los US$ 92.300 millones, lo que implica una disminución de su valor del 35,5%.
En tanto, los ingresos procedentes de la tecnología DRAM disminuirán un 39,4% hasta los US$ 47.600 millones.
Algo similar ocurrirá con NAND, pues Gartner prevé que su aportación se reduzca un 32,9%, hasta los US$ 38.900 millones.
Según Gordon, la industria se enfrenta a una serie de desafíos a largo plazo en la próxima década, “especialmente por lo que está ocurriendo con los PC, tablets y smartphones, en los que falta innovación tecnológica”.
Computadores, tablets y teléfonos inteligentes representarán un 31% de los ingresos por semiconductores en 2023, totalizando US$ 167.600 millones.
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