Felipe Mancini, Presidente de Chiletec: “No podemos quedarnos al margen mientras se discuten normativas que defnirán el futuro de la industria” Felipe Mancini. ¿Cuáles serán los ejes principales de su gestión en Chiletec? Estamos trabajando en tres líneas clave. Primero, fortalecer a Chiletec como asociación gremial. Llevamos más de 22 años como actores de la industria, pero hoy debemos consolidarnos como un referente ante el sector público y privado. Eso implica más alianzas, explorar nuevas fuentes de ingresos como certifcaciones y asegurar nuestra sostenibilidad operativa.
En segundo lugar, buscamos incidir activamente en políticas públicas. No podemos quedarnos al margen mientras se discuten normativas que defnirán el futuro de nuestra industria, como las leyes de Inteligencia Artifcial, ciberseguridad o protección de datos. Tenemos que estar en la conversación desde el inicio, aportando una voz técnica, cohesionada y con visión de futuro.
Y tercero, el desarrollo de talento. Necesitamos sembrar un semillero potente de profesionales en TI. Hay una brecha cada vez mayor, tanto en cantidad como en calidad, y debemos trabajar con la academia para alinear la formación con las necesidades reales del sector. Sin capital humano especializado, no hay innovación ni competitividad posible.
¿Qué significa que hoy se cuenten más mujeres que hombres en el directorio? Es un hito para nosotros. En 22 años, es la primera vez que esto ocurre. No fue casualidad, es el resultado de un proceso. Encontrar mujeres que quieran involucrarse en gremios tecnológicos no es fácil, pero están ahí, sobre todo en roles de liderazgo, en ciberseguridad, gestión comercial o desarrollo. Solo hay que darles visibilidad. Además, hay que fomentar el interés desde etapas tempranas. No podemos esperar a que una niña llegue a la universidad para hablarle de robótica o programación. Debemos intervenir antes, desde el colegio, con modelos a seguir y espacios para explorar tecnología. Y no se trata solo de programar.
En tecnología hay roles para diseñadoras UX, arquitectas de información, jefas de proyectos. Hay que romper con el estereotipo del “computín”. Y lo digo desde la experiencia: los equipos diversos enriquecen muchísimo más la conversación, entregan otras miradas, y eso mejora los resultados.
¿Qué desafíos ve para la industria tecnológica en Chile? Hay varios, pero uno fuerte es el normativo. La industria quiere crecer, innovar, emprender, pero las nuevas regulaciones pueden frenar ese impulso si no se ajustan a nuestra realidad. Las leyes de ciberseguridad y datos personales ya están en marcha y generan nuevas exigencias, incluyendo multas. Si a eso sumas la incertidumbre tributaria o el IVA a servicios digitales, se vuelve más complejo. Por otro lado, competimos con países que ya están muy avanzados, como Uruguay, India o Colombia, que tienen estrategias claras para exportar servicios tecnológicos. Hoy, Chile exporta tecnología a niveles comparables con industrias tradicionales como el vino o el salmón. Pero si no generamos un entorno normativo que incentive la innovación y facilite el desarrollo de negocios, vamos a perder competitividad frente a países que sí están apostando fuerte por esta industria.
¿Qué tendencias tecnológicas marcarán los próximos años? En nuestro país, la transformación digital del Estado es una gran oportunidad. La Ley de transformación digital que obliga a los servicios públicos a digitalizarse para 2027 empujará mejoras reales en la calidad del servicio ciudadano. Eso debe traducirse en trámites más rápidos, mejor experiencia, y menos burocracia.
Otra tendencia ineludible es la Inteligencia Artifcial. No debemos verla como una amenaza, sino como una herramienta para multiplicar capacidades humanas. El verdadero desafío está en evitar que se profundice la brecha entre quienes entienden y dominan estas tecnologías y quienes no. Necesitamos formar más “súper usuarios”, personas con competencias técnicas y criterio para usar la IA con propósito. La IA no es magia, pero sí exige entenderla para aprovechar su potencial. Y si no hacemos esa transición a tiempo, corremos el riesgo de tener una sociedad dividida entre quienes usan la tecnología para progresar y quienes solo la consumen sin entenderla.
¿Cómo ve el impacto de estas transformaciones en los canales? La omnicanalidad dejó de ser opcional. Si no estás en lo digital, simplemente no existes. Plataformas como Mercado Libre han elevado la vara para todos los actores del ecosistema. Pero también tenemos que cuidar que no se concentre todo en pocos actores.
Desde el punto de vista de los canales, hay un universo de tecnologías disponibles para optimizar logística, distribución, bodegas… Desde Machine Learning hasta automatización, hay herramientas que están al alcance. Pero muchos aún trabajan desde el Excel, y eso es una barrera. Hay que perder el miedo a innovar, probar, equivocarse. Los tomadores de decisión deben ver la tecnología no como una amenaza, sino como una aliada para crecer. Si no lo hacemos nosotros, lo va a hacer otro. Y puede venir desde afuera y quedarse con el mercado.
¿Qué espera del Gobierno para apoyar el desarrollo TI? Primero, que nos escuche y reconozca a la industria tecnológica como un actor estratégico para el desarrollo del país. No se trata sólo de regulación, sino de construir una agenda conjunta que potencie al sector. Segundo, que se evalúen incentivos concretos, como medidas que alivien la carga tributaria o fomenten la contratación de talento especializado, especialmente en pymes tecnológicas que hoy enfrentan barreras para escalar.. Tercero, retomar mecanismos como la “visa tech”, que nos permitía atraer profesionales de alto nivel desde el extranjero. Y por supuesto, inversión en formación y reconversión de capital humano. Chile es un país pequeño y su mercado se puede saturar rápidamente, pero tenemos talento, creatividad y capacidades para competir globalmente. Pero si queremos salir al mundo con servicios de calidad, necesitamos reglas claras, incentivos y condiciones que nos hagan competitivos frente a otros países.
¿Qué mensaje le daría a los socios y actores del ecosistema tecnológico? Estamos en un momento global complejo. Hoy las guerras no son de tanques, son comerciales y tecnológicas. Las decisiones que se toman en Washington, Beijing o Bruselas nos afectan directamente. Chile es uno de los países más abiertos del mundo, y eso también es una oportunidad. Tenemos que movernos rápido, ser plásticos, adaptables. Hay mucho talento, pero necesitamos más colaboración, más asociatividad. En Chiletec somos dueños, gerentes, gente que vive el negocio día a día. Compartir desafíos con pares, conversar sin tanta burocracia, es algo que valoramos mucho. Por eso invito a más empresas a sumarse. Nadie puede enfrentar estos desafíos solo. Pero juntos, como comunidad, podemos marcar la diferencia. |