Por Ben Thacker, Vice President de Kensington.
Ben Thacker.
Estudios de opinión masivos y focus group realizados por Kensington en distintos países del mundo, revelaron hace algunos años que los principales atributos de nuestra marca Kensington eran confianza, seguridad y productividad. Probablemente el éxito en categorías de productos como candados de seguridad, accesorios de ergonomía y mouse trackball fueron relevantes en esos resultados. Todos fueron más allá de la moda e innovaron en sus distintos nichos.
Pensamos que detrás de esa percepción de mercado, la que por supuesto nos esforzamos por mantener, hay una razón de fondo, que es que los productos que fabricamos tienen desempeños superiores: funcionan perfectamente, están hechos con componentes de marca a través de procesos de calidad probados, y permiten a las personas trabajar más rápido y mejor.
Con el objetivo de seguir alimentando esa percepción, el año pasado abrimos una oficina de Kensington en Taiwán y nos enfocamos al desarrollo de soluciones de tecnología. Ahí estamos en el origen del conocimiento tecnológico -digo “estamos”, porque una parte del trimestre estoy en California y otra en Taiwántrabajamos con ingenieros taiwaneses y juntos estudiamos las mejores alternativas de productos que permitan mejorar la experiencia de las personas. Es importante aclarar que no nos motiva crear productos diferentes porque sí. Lo que nos mueve es desarrollar productos que mejoren la experiencia del usuario, que le permitan hacer su trabajo más fácilmente, que aporten productividad a su vida laboral y personal, y que le ayuden a maximizar los recursos tecnológicos con los que cuenta. En definitiva, hacer más con menos.
En esa línea nos dimos cuenta de que hay tres tendencias que llegaron para quedarse. En base a ellas dimos vida a teclados y docking stations multitasking, y estamos desarrollando y estudiando accesorios para Wireless Power y conectores USB tipo C. Si se fijan bien, todos responden al mismo objetivo: mejorar la experiencia de las personas con la tecnología.
Primera tendencia: dos mundos en el escritorio
Para nadie es un misterio que actualmente las personas trabajan utilizando al mismo tiempo su computador, smartphone y tablet. Justamente, un estudio de Kensington hecho en Estados Unidos a 3 mil personas, señala que al menos cada 15 minutos los usuarios dejan de trabajar con su PC y revisan su móvil, y están en esa dualidad continua gran parte de la jornada. Muchos ocupan su computador para tareas profesionales y laborales, y lo mismo su teléfono móvil.
El problema es que pareciera que ambos mundos están integrados, pero no es así. Los usuarios juegan un verdadero “pingpong” entre su notebook y su smartphone todo el día, porque están utilizando dos sistemas en su escritorio de manera separada.
Claramente esta tendencia es el futuro y nuestra visión como compañía fue integrar estos dos sistemas en el escritorio, para dar al usuario final más productividad. Lo hicimos a través de Teclado PK400, que está pronto a llegar a Chile: un teclado tradicional que permite cambiar del trabajo en el computador al trabajo en el smartphone. Esto gracias a que el teclado dispone de dos canales: un canal por cable a PC o Mac y un sistema bluetooth para operar con el teléfono móvil como si fuera un portátil. Con él, las personas pueden entrar a su smartphone o tablet desde el mismo teclado con el que trabajan en su computador.
En esta misma línea creamos el Docking Station MD (multiples dispositivos o dual OS), porque si se puede usar un mismo teclado para manejar dos sistemas, ¿por qué no copiar y pegar archivos entre ambos? O, ¿por qué no sacar 500 MB desde el smartphone y transferir ese archivo al disco duro del PC o notebook? Por supuesto que es posible.
Esta solución estará disponible en Chile el cuarto trimestre de este año y permite conectar distintos dispositivos -con sistemas operativos diferentes- y recargar
las baterías al mismo tiempo que transfieren videos y datos. Incluso permite utilizar uno o dos monitores externos para trabajar en una pantalla distinta con el teléfono móvil, con la ventaja de reconocer automáticamente qué sistema está ocupando el usuario. Creemos que esta solución, sobre la cual tenemos propiedad intelectual, cambiará el mundo de los docking station.
Segunda tendencia: recarga a prueba de falla
El mundo está yendo rápidamente al Wireless Power -sistema conocido también como tecnología inductiva- para recargar los distintos dispositivos electrónicos. Funciona gracias a que los nuevos smartphones incorporan un receptor en la tarjeta madre, un componente que al hacer contacto con el transmisor permite recargar el equipo sin utilizar cables. Ese es el “lado bueno” de esta tecnología, pero lo malo es que para funcionar requiere colocar el receptor perfectamente alineado al transmisor. Si no es así, la carga no ocurre.
Al tener el Wireless Power un margen de error alto, la experiencia del usuario puede no ser 100% satisfactoria. Eso nos motivó a centrar nuestro estudio en Wireless Power basado en una tecnología superior: resonance (resonancia en español), que incorpora mayor cantidad de cobre, lo que se traduce en más puntos de contacto, con la ventaja de que el usuario puede colocar su smartphone cerca del transmisor y estar seguro de que la batería se recargará, sin necesidad de calzar exactamente ambos componentes (or touch the transmitter).
Vemos casos para los dos tipos de tecnología y también vemos receptores/transmisores (Tri-Mode, Dual-Mode), que pueden funcionar con cualquier tecnologia. Nuestro foco en resonance e inductiva -que creemos es la tecnología del futuro- será desarrollar transmisores para la oficina, el escritorio de la casa y las salas de reuniones, capaces de recargar primero teléfonos móviles y tal vez relojes (smartwatch), tablets o notebooks en el futuro.
Tercera tendencia: un conector superior
En busca de la máxima eficiencia conocida hasta ahora, estamos apostando al desarrollo de una línea de productos USB tipo C. En Asia están lanzándose los primeros sistemas de este tipo y se espera que cambien todo lo establecido en cuanto a conectores para transferir datos y recargar dispositivos electrónicos.
Pero, ¿qué puede hacer un cable USB tipo C? Puede cargar baterías hasta 100 Watts y dotar de energía a teléfonos, notebooks, monitores y proyectores, por ejemplo; transferir video, imágenes, datos (velocidad de 10GB), audio y acceso a Internet, y eliminar la necesidad de cables de energía convencionales y conectores HDMI y VGA.
Los fabricantes de hardware tecnológico ya lo están incorporando en sus nuevos modelos de equipos y, por nuestra parte, ya estamos trabajando en el desarrollo de sistemas USB tipo C que permitan a las personas cargar todos sus dispositivos con un solo cable. Eso es hacer más con menos.
En una primera fase, Kensignton desarrollará adaptadores y hubs, que estimamos crecerán significativamente, al igual que el mercado de accesorios de Bluetooth. Un segundo paso será el diseño de productos usando USB tipo C en vez de tipo A (como mouse, powerbank, etc), y en una tercera etapa los incluiremos en nuestros docking stations.
Estamos atentos a los cambios y a las tendencias tecnológicas del futuro, y completamente alineados con las soluciones de seguridad, los dos sistemas en el escritorio, Wireless Power y USB tipo C, que estamos seguros se convertirán en el nuevo gran estándar.