Los NAS (Network Attached Storage) son equipos compactos con varios discos duros en su interior. Para su funcionamiento necesitan un sistema operativo, el cual se instala en una pequeña partición de uno de los discos, sin requerir de un computador para su funcionamiento. Además, se pueden configurar asignando grupos y cuentas de usuario y otorgar permisos de lectura y escritura de carpetas y archivos.

Con un NAS, además de guardar datos, se pueden realizar descargas P2P, utilizarse como servidor web, FTP y multimedia (DLNA, UPnP, iTunes o visor de fotografías) o usarlo para impresoras en red; efectuar configuraciones RAID; hacer copias de seguridad y soportar unidades USB o eSATA o plugins de terceros.

Además, como los NAS se conectan a un router permiten a los usuarios acceder al contenido desde un smartphone, computador portátil o un “Smart TV” o compartir archivos a través del correo electrónico e-mail o redes sociales.