Pensando en impulsar el mercado de los PCs, en mayo de 2011 Intel presentó el Ultrabook (además registró su nombre como marca) y definió las características generales que deben cumplir sus fabricantes: Grosor no superior a 21 mm para los más grandes y 18 mm para los más pequeños; procesador Intel ULV; conectividad Wi-Fi; carcasas metálicas para una mejor disipación de calor; almacenamiento en unidad de estado sólido (SSD), batería de al menos cinco horas de duración; no consumir más de 17 vatios TDP (Thermal Design Power); encendido instantáneo (Intel Rapid Start) y precios por debajo de los US$1.000.
A diferencia de los netbooks, los ultrabooks tienen teclados de dimensiones normales, corren la última versión del sistema Windows de Microsoft e incorporan los chips más nuevos de Intel. Con el tiempo, se espera que integren pantallas táctiles y teclados desmontables.
Según estimaciones de IHS iSuppli, las ventas de los ultrabooks ascenderán a US$136,5 millones en el 2015, representando el 43% de las ventas de notebooks.
Y si bien los fabricantes esperan que los ultrabooks ganen la batalla frente el Airbook de Apple y los netbooks, no ha sido fácil, pues el precio de los primeros aún es una piedra de tope y frente a lo cual alguna marcas han ajustado sus expectativas. La empresa Digitimes, por ejemplo, informó que Acer y Asus, han tenido que rebajar sus previsiones de venta y, de las 200.000 y 300.000 unidades que esperaban comercializar hacia fines de 2011, quedaron en sólo 100.000 unidades. 
No obstante, IHS iSuppli, auguró que los ultrabooks representarán el 13% de las ventas de ordenadores en 2012, el 28% en 2013 y 38% en 2014. En ese sentido, 2012 figura como un año clave para los ultrabooks, ya que vendría la segunda ola de equipos con mejoras que harán más atractiva su adquisición por parte de los consumidores.
Lo que viene
En la Consumer Electronics Show (CES) 2012, que tendrá lugar en Las Vegas desde el 10 al 13 de enero, se espera la presentación de entre 30 a 50 modelos de ultrabooks, un reflejo más de las expectativas que este segmento está generando en la industria.
Este nuevo tipo de portátiles no se verán afectadas por la escasez de discos duros como ocurre en el resto de la industria, puesto que la mayoría de los ultrabooks disponen de unidades de estado sólido (SSD). Otro de los aspectos que elevaría la venta es Windows 8, puesto que Microsoft rediseñó completamente la siguiente versión de su sistema operativo para PC, quedando apto tanto para computadores tradicionales como tablets.
Adicionalmente, Intel ya no correría solo, pues AMD también quiere incorporarse al negocio y ya ha puesto en circulación en medios de comunicación que está en conversaciones con algunos fabricantes para estrenar sus modelos en los primeros meses del año. En este sentido, se especula que se tratará de un equipo basado en la plataforma AMD Brazos 2.0, el cual incluye una APU Zacate con gráfica Radeon HD 7000.
En materia de innovaciones, Samsung ya presentó la Serie 5 Ultra donde el modelo de 14" integra una tarjeta grafica Radeon HD 7550M y una unidad óptica. Además, ya se habla de la inclusión de pantallas táctiles por parte de Samsung y Acer respondiendo, de paso, a la orientación hacia un entorno táctil que tendrá Windows 8, a través de su interfaz Metro (similar a la composición de ladrillos o bloques de Windows Phone).
Las primeras ediciones saldrían a comienzos de año pero a mediados del mismo los consumidores podrían acceder a las versionas finales. Por otra parte, Asus lanzaría un modelo con pantalla giratoria, permitiendo convertir el equipo en un tablet.
Por otro lado, se está trabajando en nuevas tecnologías para reducir aún más el grosor de estos equipos. Un esfuerzo que se está concentrando en disminuir la parte superior de la carcasa a través de paneles de luz de guía y películas ópticas.
Otro aspecto que posibilitaría el crecimiento de los ultrabooks es la memoria flash. Se dice que el paso de discos duros a las unidades en estado sólido empleadas en los ultrabooks aumentará la demanda de memoria flash, al mismo tiempo que se estabilizan los precios medios de venta de chips.