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| Por Sergio Maturana, Profesor titular del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas de la Universidad Católica. |
Blockchain, la tecnología detrás de los bitcoin, amenaza a bancos y notarios, entre otros actores cuando hablamos de logística. ¿Qué es un blockchain o cadena de bloques, en español? Es una cadena de bloques de información que no pueden modificarse una vez que se publican, sin romper un sello de tiempo que hace referencia al bloque anterior. Estos bloques se administran en forma descentralizada por un gran número de usuarios, los que pueden ver los datos existentes y agregar datos nuevos, pero no pueden modificar los existentes.
Probablemente muchos habrán oído de los bitcoin, o Ethereum, criptomonedas que usan la tecnología de los blockchain para operar en forma descentralizada. Esto evita, por ejemplo, que alguien pueda crear monedas en forma fraudulenta, ya que las monedas legítimas están almacenadas en un blockchain que contiene además la información del dueño de esa moneda. Para agregar un nuevo bitcoin a la cadena, es necesario resolver un problema matemático muy complejo que demanda un esfuerzo considerable.
¿Qué tiene que ver esto con la logística? Bitcoin, que fue la primera criptomoneda, no ayudaría tanto a la logística, pero Ethereum, que es más reciente, tiene la capacidad de incluir sofisticados contratos. Esto podría usarse para evitar, por ejemplo, que se pague algo que no ha sido entregado. Sin embargo, lo verdaderamente interesante para la logística no son las criptomonedas sino la tecnología de blockchain en sí misma, por su capacidad de registrar y mantener en forma segura, una gran cantidad de información.
Imagine, por ejemplo, el problema de la trazabilidad, que consiste en poder saber de dónde vino un producto en particular, y todas las personas y empresas que tuvieron que ver con su traslado al punto donde llegó al cliente final. Esta información se requiere por razones de seguridad, en caso de que un producto haya sido adulterado o envenenado, por ejemplo. La tecnología de blockchain es una excelente herramienta para implementar la trazabilidad.
El blockchain también puede usarse para manejar la información de las distintas certificaciones que se manejan actualmente. Por ejemplo, si un producto es orgánico o no. Un blockchain es bastante más seguro y práctico que una calcomanía pegada en el producto. Al no estar manejada centralmente, permite que toda la información sea más transparente y confiable, lo que facilita enormemente las transacciones a lo largo de una cadena de suministro en la que pueden participar muchas empresas distintas, que pueden estar además en distintos países.
Es claro que esta tecnología tiene el potencial de cambiar la forma en que se hacen transacciones dentro de un mismo país, pero especialmente entre países, lo que podría cambiar radicalmente el comercio exterior. Por cierto, hay muchas barreras, especialmente legales, que es necesario superar para lograr todos los beneficios que puede ofrecer esta tecnología. También hay muchas personas e instituciones que se pueden ver amenazados por esta tecnología, como los bancos y los notarios, por mencionar solo dos.
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