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Más de 40 líneas aéreas pretende atraer Brasil a su espacio aéreo a objeto de rebajar los costos del transporte doméstico de pasajeros y carga. Esa es la solución que encontró el Gobierno y el Congreso para reducir los altos costos provocados por la desmedida concentración de su mercado.
El Ejecutivo, encabezado por Jaír Bolsonaro, decidió enviar un proyecto de ley que elimina la obligación de toda empresa que opera en Brasil de poseer capital predominantemente nacional, medida que prácticamente le cerraba las puertas del apetecido mercado brasileño a las empresas extranjeras.
El jefe de la Secretaría Nacional de la Aviación Civil, Ronei Saggioro, expresó su confianza en que esta iniciativa, ya apoyada por el Congreso, permita imprimir un mayor grado de competencia en un mercado donde sólo operan tres compañías: Azul, Gol y Latam.
El panorama para los vuelos domésticos se tornó singularmente sombrío en 2019 con la quiebra de Avianca Brasil, compañía que dominaba el 14% del mercado interno, cifra que superaba el 50% en áreas específicas del país.
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