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El gobierno francés expresó su deseo de impulsar una profunda reforma a la forma de administrar el sistema portuario. A la espera de que caduque el mandato del directorio del puerto de Nantes Saint-Nazaire y el nombramiento de un nuevo Consejo Rector de Supervisión, el sistema portuario de Francia se apresta a iniciar un proceso de descentralización de su gobernanza a fin de acercarlo al modelo de gestión que se observa en puertos del norte de Europa, como Hamburgo y Rotterdam.
Según se informó el primer ministro Edouard Philippe, quien por cierto es hijo de estibador y antiguo alcalde de la ciudad-puerto de Le Havre, en 2017 se adquirió el compromiso de introducir cambios en el modelo de gestión a fin de avanzar en términos de competitividad.
De esta manera, el estado francés continuará siendo el propietario de los puertos pero cederá la administración a las regiones respectivas, a excepción de tres ejes específicos y considerados estratégicos por el gobierno de Emmanuel Macron: el eje “Sena” (con los puertos de Le Havre–Rouen–París); el eje “Ródano-Saona-Mediterráneo”, que agrupa a Marsella- Fos; y finalmente el puerto de Dunkerque.
El actual modelo está compuesto por 66 puertos comerciales, que incluye los once puertos estatales o “Grandes Puertos Marítimos” (GPM) con propiedad y gestión centralizada en el Estado, además de un puerto de interés estatal (St-Pierre et Miquelon) y 17 puertos metropolitanos (gestionados por las regiones). También se contabilizan 500 puertos menores para pesca, ocio y labores comerciales, todos ellos gestionados por las regiones en el marco de sus autonomías respectivas.
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