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La desaceleración mundial de la actividad económica y del comercio, especialmente a partir de 2018, hizo que el mercado global del acero retrocediera a condiciones similares a 2016.
Con la tendencia a la baja en la demanda de acero en todo el mundo, la expectativa es que la capacidad vuelva a crecer en países no pertenecientes a la OCDE, especialmente en China, y que el consumo de acero crudo entre en un período de meseta hasta 2026. América Latina es la región con menor crecimiento económico, y aunque las circunstancias sean distintas en cada país, de manera general predomina el descontento, las incertidumbres y sobresale el tema de desigualdad económica.
Según la Asociación Latinoamericana del Acero, Alacero, frente a este escenario, la producción de acero bruto en octubre fue 14% menor que el mismo mes de 2018, totalizando 5.674 Mt. El acumulado del año hasta octubre fue 8% menor que el mismo período de 2018 (55.344 Mt). El resultado también cayó un 4% en comparación con el promedio de los primeros 9 meses. Aun así, con todo este adverso panorama, el saldo regional fue positivo, con un aumento del 4% en relación al mes anterior (200.000 t), de los cuales Brasil representó 97%, aunque esta participación fue un 19% menor que en octubre de 2018.
Mismo con un crecimiento en la producción brasileña, el bajo índice de producción de América Latina a principios del 4º trimestre apunta a bajas perspectivas de una reanudación hacia fines del año, suficiente para reducir el déficit acumulado de 2019. Se espera que la recuperación económica ocurra en 2020, especialmente con reformas y resolución de crisis nacionales.
En octubre, la producción de acero laminado totalizó 4.060 Mt, el peor indicador desde febrero. El resultado representa una disminución del 12% en comparación con octubre de 2018 y del 2.5% en relación al mes anterior. El acumulado del año hasta la fecha fue 8% más bajo que el mismo período del año pasado, alcanzando 42.367 Mt. La cifra también fue 5% inferior al promedio de los primeros 9 meses del año.
El saldo regional disminuyó un 3% en comparación con septiembre, un déficit impulsado principalmente por Brasil (84%), a pesar del fuerte crecimiento de Argentina y México, 12% y 2%, respectivamente, que derribó el 73% del impacto brasileño. Aun así, el déficit restante, aunque mínimo, presenta un escenario de contracción en la producción que alcanzó la 3ª caída mensual consecutiva y muestra índices bajos para el comienzo del 4º trimestre, desfavorables para recuperar la caída acumulada.
En tanto, las importaciones totalizaron 1.761 Mt, que, si bien representaron el mejor indicador desde junio, estuvieron un 4% por debajo del resultado observado en el mismo mes de 2018. El acumulado hasta septiembre se mantuvo un 3% más bajo que el mismo período del año pasado (17.311 Mt). Sin embargo, la cifra final cayó un 12% desde agosto y un 9% desde los primeros 8 meses de 2019. Un punto positivo en el tercer trimestre fue la ligera disminución del 1% del trimestre anterior de la participación de las importaciones chinas, que representó el 23% de las importaciones totales.
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