Los Gobiernos de México y Chile adoptaron una serie de acuerdos para potenciar la capacidad exportadora de productos agrícolas y fomentar la adaptabilidad del sector productivo de ambos países al cambio climático, informó la Secretaría mexicana de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Representantes del Gobierno chileno, de la Sagarpa y del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de México se reunieron con el objetivo de formar redes de colaboración para generar y mejorar instrumentos, metodologías, capacidades ambientales y de exportación para mitigar los efectos del cambio climático en la producción agrícola.
El encuentro se llevó a cabo en el marco del proyecto de Cooperación Técnica entre las dos naciones para el intercambio de mejores prácticas en la medición de huella de carbono y plataformas de manejo de información de plagas y enfermedades.
Entre los acuerdos destaca realizar un trabajo coordinado para disminuir el riesgo de enfermedades y plagas en los productos de exportación, a fin de apoyar a los productores para que puedan satisfacer las demandas de los mercados internacionales.
Los técnicos de México y Chile coincidieron en que el cambio climático puede aumentar la frecuencia de aparición de patógenos o modificar su comportamiento, por lo que es importante optimizar el uso de plataformas de información sobre plagas y enfermedades para generar alertas tempranas en distintos escenarios climáticos.
Acordaron el desarrollo de proyectos piloto focalizados en mercancías de exportación no tradicional como las frutillas, y en productos agrícolas adaptados a condiciones de escasez de agua como las tunas, pitahayas, granadas, higos y quinoa.
Con ello se potenciará la capacidad exportadora de los productores y se fomentará la adaptabilidad del sector de ambos países al cambio climático, toda vez que se diversificará la oferta de productos de exportación.
El proyecto de cooperación es una oportunidad para plantear mejoras en la sustentabilidad de los procesos y cadenas agroalimentarias, a través de la implementación de medidas de eficiencia que se traducirán en reducción de costos para el productor.
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