La automotriz estadounidense General Motors suspendió sus operaciones en Venezuela después de que el gobierno del país confiscara su planta de Valencia.
La planta que General Motors tenía en Venezuela fue confiscada por las autoridades venezolanas de forma inesperada, impidiendo con ello la actividad normal de fabricación.
La producción automotriz está atravesando por grandes problemas en Venezuela. La crisis que afecta al país ha dado lugar a la escasez de materias primas, lo que impide el normal funcionamiento de diversas plantas.
Debido a la incautación, General Motors ha decidido abandonar el país. El cierre afectará a un total de 2.278 trabajadores, a los que la automotriz indemnizará por su despido.
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