Es por ello que un gran número de empresas nacionales (especialmente del sector agroalimentario) viene aplicando por casi una década sistemas de trazabilidad, los cuales tienen la capacidad de recuperar el historial de un producto, seguir su destino y entregar toda aquella información requerida por el importador, cuando éste lo considere necesario. Este sistema de trazabilidad, además, incluye desde octubre del 2006 a los envases y sistemas de embalajes.

En la actualidad, ya no basta con saber el historial del proceso productivo de un producto específico, sino también cumplir con la Reglamentación 1935/2004 de la Comisión Europea (CE) sobre los procedimientos a seguir para la producción de envases y materiales u objetos destinados a entrar en contacto directo con los alimentos. Esta normativa busca asegurar y proteger a los consumidores sobre los efectos colaterales por contaminación del material o la combinación de materiales sobre el producto final, como los tintes.

Debemos recordar que esta normativa entró en vigencia durante el año 2004, exceptuando su artículo 17 sobre el sistema de rastreo, con la finalidad de darle a las empresas del rubro packaging tiempo adicional para que pudiesen implementar nuevas tecnologías o desarrollar sistemas propios de registros, y así cumplir con estos requerimientos. La regulación incluye materiales de empaque como plástico, papel, cerámica, cristal o vidrio, metales, tintas, textiles, ceras, corcho y madera.

Esta nueva exigencia sobre la trazabilidad obligatoria se aplica a todos los alimentos ("incluidos los alimentos para animales"), y se aplica a todos los tipos de operadores de toda la cadena de alimentos, desde los cultivos, el transporte, el almacenaje, la distribución y la venta al por menor.

El registro de la información sobre los materiales y objetos que entran en contacto con los alimentos debe garantizarse en todas las fases de producción de éstos hasta llegar al consumidor final, para facilitar el control, el retiro de los productos defectuosos, proporcionar información a los consumidores e identificar la atribución de responsabilidades. Por ello, los operadores de empresas deben ser capaces de identificar, como mínimo, a las empresas que les suministran sus productos y a aquéllas que les proveen materias primas e insumos.

Por otra parte, se debe tener muy en cuenta el "Sistema de Aseguramiento de la Calidad de los Procesos de Reciclado de Plásticos" contemplado en el Reglamento (CE) Nº 282/2008. Esta nueva normativa tiene la finalidad de asegurar la calidad máxima del plástico reciclado para su retorno a la producción de envases. El reciclador deberá contar con una documentación sistemática y ordenada en forma de procedimientos escritos, que deberá permitir una interpretación de los procedimientos, programas de calidad, planes, manuales, registros y medidas adoptadas para garantizar la trazabilidad.

Las diversas aplicaciones dentro de la industria farmacéutica

El farmacéutico es otro sector sensible dentro del consumo, por lo que esta industria lidera la aplicación de sistemas de trazabilidad. Entre los motivos de su interés, se destaca el poder controlar la calidad de sus productos, siendo utilizada para controlar los niveles de temperaturas (trazabilidad térmica), especialmente sobre vacunas y sueros. Asimismo, se busca controlar los envases al estar en contacto directamente con el producto, manejar la información sobre la distribución de los medicamentos y, por último, vigilar la falsificación de los mismos.

Como podemos observar, cada uno de los temas mencionado tiene mucha importancia para asegurar la inocuidad de los productos farmacológicos. Para poder comprender la magnitud del tema, podemos citar el ejemplo de España, país donde se distribuyen anualmente cerca de mil millones de envases de medicamentos. Por esto, el tema exige una fiscalización profunda y la trazabilidad es una herramienta de eficiencia para poder materializarla con éxito, especialmente para prevenir desabastecimientos en el mercado y para el retiro oportuno de aquellos medicamentos que puedan representar un peligro para la salud pública.

En el mercado nacional, un claro ejemplo de la utilización de los sistemas de trazabilidad en los envases es la firma Tetra Pak de Chile Comercial Ltda. Los envases de esta compañía son producidos en grandes bobinas (ver infografía) y en donde cada rollo de una bobina recibe una numeración (del 1 al 5/7) que permite saber con exactitud a qué bobina pertenece un determinado envase. De esta forma, Tetra Pak tiene la capacidad de controlar su producción, de garantizar la calidad óptima de los envases que llegan al consumidor final y de mantener un registro de información a través de la trazabilidad de los mismos.

La numeración en la base del envase se relaciona a una marca de la empresa denominada "número de orden de producción" y en donde con cada pedido de envases, formulado por una empresa productora, se genera un número secuencial que sirve para realizar el rastreo de toda la producción. El guarismo que aparece encima de este número secuencial en la base del envase (1, 2, 3, etc.) se imprime en el momento de la producción y se refiere a la posición que ocupó en la bobina.

En la siguiente dirección URL, se encuentra un video producido sobre dicha materia por Tetra Pak.

http://www.tetrapak.cl/tetrapak_publicaciones_salaprensa_
20070511_envaseleche.php