¿Por qué apostar a la sustentabilidad en la construcción industrial? Porque es una tendencia muy importante en todo el mundo y Chile tiene un gran déficit energético. Cuando nos adjudicamos el diseño del centro de distribución de FASA propusimos crear el primer proyecto bioclimático en el país y fuimos muy exitosos en eso. Desarrollamos un sistema de aire acondicionado natural, aprovechando las condiciones climáticas de Chile, con grandes ahorros para el mandante tanto en la inversión como en la operación. Asimismo, mejoramos las condiciones de trabajo de los empleados de FASA, gastando menos energía, no contaminando y aumentando su productividad y calidad de vida significativamente. ¿Han replicado estos conceptos en otros centros? En muchos, como en el Centro de Distribución de Derco-Lo Boza. Ahí instalamos los mismos sistemas bioclimáticos, utilizando geotermia. También implementamos sistemas de energías pasivas, a través de ventilación eólica y aeroláutica; otra vez con mucho éxito. Después de estos dos grandes proyectos, Cristalerías Chile nos escogió para desarrollar su planta en la VI Región, a la que también le incorporamos estos sistemas. Hoy en día tenemos estos mismos sistemas en la almazara de Olisur (VI Región). ¿Se están imponiendo en Chile las construcciones de estas características? Cada vez más. En la construcción de las instalaciones de Chilexpress utilizamos sistemas de ventilaciones pasivas, con excelentes resultados, y luego en Importadora Alsacia implementamos nuevamente sistemas de geotermia. Recientemente, ganamos el concurso para la construcción del edifico corporativo y del centro de distribución de CAM -empresa del Grupo Enersis- que tendrá una aplicación intensiva de energías sustentables, como sistemas de ventilación y aire acondicionado por geotermia, sistemas eólicos, sistemas de iluminación natural y de control de ruidos. El objetivo es disminuir el uso de la energía y utilizarla de la manera más racional posible, y ahorrar. ¿Está demostrada la eficacia de estos sistemas? Así es. En nuestro caso, un proyecto lleva a otro justamente porque se trata de una apuesta basada en ciencias objetivas que persiguen la sustentabilidad y la eficiencia energética; un tema que está siendo muy valorado en el mundo por el alto costo de la energía. Curiosamente, en cuatro años, enterrar ductos en la tierra ha sido una estrategia ganadora para las empresas que han apostado por ella, porque sus costos constructivos son menores y los valores de operación también, especialmente en lo que se refiere a costos energéticos y mejorar la calidad de vida. ¿La operación se hace más rentable? Efectivamente. Por ejemplo, en verano, la planta de Cristalerías Chile usa iluminación natural por cerca de 12 a 14 horas y en invierno más de 8 horas, y eso, para una instalación de 28 mil m² es altamente significativo, porque además se suma a ahorros en sistemas de ventilación y de refrigeración. Si le agregamos los estudios de insonorescencia (aminorar contaminación de ruidos), los resultados son excelentes. Y en Farmacias Ahumada, lo mismo. En términos de temperatura ambiental, por ejemplo, las personas trabajan en invierno con 19ºC de temperatura interior, y en verano no sobrepasa los 24ºC., sólo utilizando cuatro ventiladores en total. El aire interior se renueva constantemente, por lo tanto, es más sano para la salud y el espíritu de sus empleados. Definitivamente, una ecuación ventajosa
Así es, aunque no hay que desconocer que las soluciones "diferentes" como éstas, en un comienzo generan miedos y aprensiones. Sin embargo, nuestra audacia ha estado sustentada en una propuesta sólida, basada en la utilización de recursos dados por el clima y la ubicación geográfica de cada proyecto. Las empresas, una vez que se dan cuenta de que los ahorros obtenidos son altísimos, adhieren a la sustentabilidad y la no contaminación como su filosofía. Sin duda, se trata de empresas líderes, que adhirieron a una política de desarrollo sustentable, de no contaminación y de desarrollo de las mejores tecnologías en todos sus procesos. En otras palabras, hacer desarrollo responsable . |