Las empresas comienzan a entender que es necesario reducir los gases invernadero para hacer negocios. La conciencia medioambiental, sobre todo la relativa a la producción excesiva de gases invernadero, se hace cada vez más patente en todos los sectores empresariales, tanto a nivel nacional como internacional. Empresas de todo el mundo intentan reducir su consumo de recursos, especialmente el de los combustibles fósiles, principales responsables de los gases de efecto invernadero.

Las prácticas eficientes de la cadena de suministro son esenciales para disminuir las emisiones de carbono de las actividades de distribución. Otro factor menos considerado, pero que también contribuye a las emisiones de carbono, es la electricidad de las distintas instalaciones, especialmente los almacenes y depósitos refrigerados. Conforme a la Environmental Protection Agency (EPA), organismo protector del medioambiente de los EE.UU., los programas de mantenimiento edilicios/facilities, que se ocupan de eficientizar el consumo energético, pueden lograr un ahorro de hasta el 20%, lo que produce un 20% de emisiones de carbono.

El viejo lema: "lo que se puede medir se puede controlar" es cierto. Al medir los activos y utilizar software para monitorear el consumo energético, los operadores pueden identificar activos que no están funcionando correctamente y optimizarlos antes de que la factura eléctrica se dispare a las nubes. Esto también puede ayudar a determinar si existe la posibilidad de reemplazar un activo existente por un modelo energético más eficiente.

La industria de transporte refrigerado está bien posicionada para transformarse en líder en la lucha contra el calentamiento global porque ya conoce el valor del mantenimiento preventivo. Integrar la gestión energética dentro de las prácticas de mantenimiento es un paso simple que beneficiará a la Tierra y la rentabilidad.

Para llevar a cabo una buena gestión medioambiental, es imprescindible recabar la información pertinente y procesarla correctamente, con el fin de determinar el futuro éxito del programa y descubrir hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos corporativos para aumentar las posibilidades de éxito y eliminar los puntos débiles. Y para conseguirlo, el software es una herramienta muy útil porque:

• Se reducen los gases invernadero (en especial el CO2) mediante la restricción del consumo energético.

• Se limita el consumo de energía mediante la gestión de activos.

• Se disminuye la producción de gases invernadero (sobre todo el CO2), mitigando en consecuencia el calentamiento global del planeta.

La adquisición de una aplicación de estas características no debe dejarse al azar, dado que implica un compromiso de recursos, personal y visión corporativa. Tal y como se explica en este artículo, muchas compañías de éxito han descubierto que el esfuerzo vale la pena.

Este tipo de aplicación es una herramienta útil para preservar los recursos y lograr el éxito.