En términos de e-business, ¿cuál es su evaluación de Chile? En este ámbito, Chile tiene varios puntos muy interesantes, e incluso lidera dentro de Sudamérica en varios aspectos, en la utilización de la Web para hacer negocios. Por ejemplo, muchas compañías en diversos sectores económicos, como la minería, usan los portales de compra globales, siendo suscriptores casi desde el momento de su fundación. Asimismo, varias compañías de retail chilenas se han convertido en transnacionales, instalándose en otros países de la Región, y están ofreciendo, en los diferentes mercados en los que actúan, una manera uniforme para relacionarse a través de la Web. De igual modo, son altamente destacables las prácticas de factura electrónica, impulsadas por el Gobierno. En este aspecto, hemos aprendido una solución muy sensata y replicable en otros lugares. ¿Cómo está Chile en términos de integración del e-business al negocio? Chile va al paso de Latinoamérica, que poco a poco se acerca al estándar global. Existen varias compañías, como grandes instituciones financieras y corporaciones del sector distribución o industrial, que están implementando sus prácticas tal como las usan sus casas matrices en mercados maduros. Eso nos obliga, como proveedores, a tener un nivel de capacidad de soporte como el que se encuentra en los mercados maduros, implementando, por ejemplo, el medio Web. Entonces, ¿han aumentado las exigencias al área Logística de las empresas? Sin duda alguna. Con la apertura de información que brinda la Web, las exigencias hacia un proveedor o un socio de negocios, se han incrementado. Cuando se hace una venta vía catálogo, el cliente debe tener la facilidad de poder seguir su pedido, saber su fecha de entrega, etc. Ahora bien, más allá de la transparencia de la información, lo importante es la calidad de servicio que la empresa puede ofrecer apalancada por el sitio Web, brindando una mayor rapidez de compra, una mejor información, un servicio postventa, como trazabilidad y otras funciones. En este sentido, la empresa gana además ciertos beneficios con el uso de la Web, como la industrialización de sus procesos comerciales. ¿Qué implica una cadena de suministro electrónica? La cadena de suministro electrónica implica comprender que esta tendencia cambia algunos paradigmas, impulsando la innovación y la colaboración eficiente entre los actores. Si la cadena es una competencia entre las partes, por más que se tenga el soporte tecnológico adecuado, será imposible evitar la ralentización de la misma. Entonces, estamos hablando de un cambio de mentalidad. Además, los clientes y proveedores están habilitados tecnológicamente para llevar adelante este tipo de procesos. En este campo, la infraestructura tecnológica es un tema que se vuelve más sensible, porque aumenta la dependencia a la plataforma tecnológica. En este sentido, una compañía como IBM está habilitada para entregar el acceso a una infraestructura tecnológica confiable. |