¿En qué estado está el Transporte de Carga en nuestro país?
En primer lugar, hay que comprender que esta actividad sólo está siendo recientemente cuantificada y analizada. En el país no existía un catastro de camiones, como sí lo había de buses y autos, o de sus recorridos y, en este sentido, las nuevas organizaciones que agrupan a los transportistas, como por ejemplo, ChileTransporte, se han encargado de ir construyendo las estadísticas de las actividades del sector y ya hay algunos proyectos para analizar y modelar estos nuevos datos.

Asimismo, la mencionada falta de información conspiró para que no se haya juzgado adecuadamente el rol que juega esta industria dentro de la economía del país. Tras algunos estudios de investigadores de la PUC, se demostró el vínculo entre crecimiento económico y aumento en transporte y viceversa. Por ende, los nuevos proyectos estratégicos de Gobierno apuntaron a hacer más eficientes los flujos de distribución a través de mejoras a la infraestructura, como las que se hicieron a través de concesiones. Pero, por mucho tiempo, estos esfuerzos entre las diversas carteras gubernamentales fueron independientes entre sí.

¿Cómo ha afectado el crecimiento de las ciudades al transporte de carga?
Al crecer las ciudades, se generan nuevos centros urbanos a su alrededor y esta población también demanda bienes y servicios. Por esta situación, se comienzan a encarecer los costos de distribución de una empresa. Entonces, el desarrollo urbano genera nuevos impactos en términos de flujo de transporte y de nuevos costos económicos para las empresas productivas. Considerando estos términos, una compañía que tiene procesos de distribución debe disponer de más camiones, por lo que requiere aplicar estrategias de mantenimiento frecuente, capacitar a sus conductores en conducción eficiente, gestionar tecnológicamente su flota y optimizar sus flujos de transporte, entre otras decisiones gerenciales.

Entonces, ¿hay preocupación en la industria por implementar medidas de sustentabilidad?
Absolutamente. Hay varios estudios para optimizar el consumo energético que han realizado empresas de transporte de gran tamaño. En este sentido, instituciones como CORFO están promoviendo algunas iniciativas para incorporar vehículos híbridos a las actividades de transporte público y de carga. Pero, la motivación de las empresas pasa más por su rentabilidad económica. Entonces, habría que definir que la sustentabilidad es tanto económica como ambiental.

Por ejemplo, AGTPP, asociación que reúne a empresas de buses de turismo y de transporte privado, está evaluando la compra de motores eléctricos en China. Entonces, podría darse que al lograr una cantidad importante de buses con motores eléctricos, pueden participar en el mercado de los bonos de carbono y lograr un buen negocio como efecto colateral. A ellos les interesa principalmente la variable de la eficiencia en el consumo de energía y, como externalidad a su gestión, producen beneficios para el país.

Ahora bien, antes de incorporar una u otra tecnología verde, hay que tratar de proyectar qué pasará con los precios de los combustibles a futuro. Por ejemplo, hay varios dueños de taxis colectivos que aprovecharon iniciativas de gobierno para implementar sus vehículos para funcionar con gas natural, pero con el tiempo el importante aumento de este combustible, los dejó funcionando sólo con bencina.

¿Qué está haciendo la UNAB en torno al tema de Sustentabilidad?
Este año, estamos incorporando un nuevo plan de estudios basado en competencias, donde abordamos los requerimientos de la industria en términos de lo que se espera de los ingenieros en Logística y Transporte. En esta nueva malla, ya en los primeros semestres existe un curso denominado "Logística y Medioambiente", donde se tratan los aspectos relacionados a Sustentabilidad, Trazabilidad y Logística Inversa. Estos temas están siendo de gran preocupación para las empresas nacionales. Los clientes están demandando productos con una mayor distribución geográfica, y éstos deben llegar en un momento oportuno y en condiciones adecuadas. Si no aplico ingeniería en las decisiones de distribución dejo de ser competitivo, y el negocio deja de ser sustentable. Nuestros alumnos están perfilados para apoyar en esas decisiones, conocen los modelos, las tecnologías y están al día en las técnicas que aplican los grandes centros de distribución de las principales cadenas de retail. Es la ventaja de nacer como respuesta a las nuevas necesidades de transporte del país.