La logística forestal tiene un largo ciclo de desarrollo. Comienza con la producción de especies en viveros especializados, las que después son plantadas y dan lugar a los bosques que todos conocemos. Luego de este proceso, comienza el manejo forestal, que permite -a través de distintos tipos y niveles de intervenciones- obtener madera de alto valor, orientada a múltiples usos en los mercados industriales.
Siguiendo con el proceso logístico de la industria forestal, le sigue la etapa de cosecha, es decir, la tala de los árboles que han alcanzado la adultez en términos de tamaño. A partir de este momento se inicia uno de los eslabones críticos de esta cadena: el transporte.
Productividad y eficiencia
Una vez cortada, la madera es llevada mayoritariamente a aserraderos y plantas de celulosa, donde se vuelve a procesar para ser transportada a los mercados de consumo dentro del país y también fuera de él. Expertos en esta materia aseguran que la planificación del proceso de transporte forestal debe comenzar definiendo una estrategia, basada en la proyección de la demanda proveniente de los distintos mercados y la oferta estimativa de los centros productivos (predios forestales). En base a estas dos variables fundamentales, se programan los viajes que llevarán la madera desde las plantas productivas a los puntos de consumo.
Optimizar la productividad y eficiencia de los camiones que transportan la carga forestal es un punto vital para mejorar la industria. De ello depende en buena parte el futuro del negocio, que se ve obligado a subir sus estándares operativos en materia de transporte para seguir teniendo un lugar de privilegio en el mercado local y mundial.
En esto está de acuerdo Sergio Pérez, Gerente General de Empresas Pérez, Vicepresidente de Transecar, la Asociación de Transportistas de Curicó, y Presidente de la recientemente creada Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile (CNTC Chile). Esta última agrupa a la Federación Regional de Dueños de Camiones de la V Región, a la Federación de Dueños de Camiones de la Región del Maule y a Fedesur, pero además goza -como indica su máximo líder- del apoyo y confianza de organizaciones de transportes de todo Chile. “Sin ir más lejos, en el consultivo nacional que realizamos en la ciudad de Linares, en junio recién pasado, reunimos a más de 100 dirigentes de distintas asociaciones del país, para conversar temas de esta industria, que mueve a través de los camiones más del 90% de la actividad económica del país. La representatividad que logramos supera -en términos reales- el 50% de la actividad del transporte”, señala.
Su objetivo está centrado en superar las falencias históricas del sector: falta de normativa y la inexistencia de una ley de transportes, entre muchas otras tareas. Quieren hacerlo fundamentalmente a través de un trabajo profesional, de la mano del Gobierno.
Desafíos al transporte de carga forestal
A poco andar, la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile ha logrado grandes avances: ha sostenido ocho reuniones con los ministerios de Transporte y Telecomunicaciones, Hacienda, Economía y Trabajo. Sus aspiraciones son que, en cada región, exista un centro de formación de conductores profesionales, con conocimientos de prevención de riesgos, eficiencia energética, energía limpia y huella de carbono; temas que, a juicio de Sergio Pérez, hoy son imprescindibles para profesionalizar la actividad. Lo importante, declara, es hacerlo en conjunto con la autoridad y también con los generadores de carga. “Así, por ejemplo, sería posible regular las prácticas que generan la competencia desleal de la que somos víctimas, y que merma competitividad a esta industria y a todas las que prestamos servicios de transporte de carga”, indica.
Justamente es así como lo están haciendo. Actualmente están trabajando en el desarrollo de una agenda, que en lo inmediato incluye temas como el Impuesto Específico y el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles; y que a mediano plazo involucra materias relacionadas con la ley del transporte, el registro nacional, las escuelas de conductores, eficiencia energética, energía limpia, profesionalización y control de la actividad.
A juicio de Sergio Pérez, la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile cuenta con una gran cantidad de asociados que trabajan en la industria forestal del transporte; grupo formado por grandes empresas, y también por pequeños y medianos empresarios del movimiento de carga. Específicamente, dentro de la confederación las empresas de transporte que operan desde la zona de Constitución hasta Valdivia alcanzan sobre el 70% del total.
De acuerdo a su opinión, es fundamental trabajar en la formación de conductores profesionales. Asimismo, sostiene que es necesario que exista -sobre todo- gran asociatividad de los pequeños transportistas, que suman muchos en número, de manera que sea posible lograr economías de escala en la compra de insumos, junto con la modernización del parque de camiones. Ambos factores podrían potenciar el desarrollo de un sistema de transporte para la industria forestal con precios más competitivos y con niveles de eficiencia muy superiores a los que se conocen en la actualidad.
