¿Cuál es el contexto en el que hoy opera el Servicio Nacional de Aduanas? Un escenario de aumento sostenido del intercambio comercial, de exportaciones e importaciones, que en el 2008 llegó a completar US$125 millones; una de las mayores cifras de la década. En nuestro país, hoy no sólo se mueve más volumen sino de mayor valor, y aunque no se ha logrado diversificar mayormente la canasta exportadora, sí han crecido los mercados de destino y de origen. Y ése es uno de los grandes logros del proceso de integración chileno en relación a otras economías suda-mericanas. Actualmente, nuestros destinos más importantes son Asia, la Unión Europea y los países que conforman el NAFTA y, en materia de importaciones, Asia sigue siendo nuestro principal proveedor, junto con Estados Unidos. Entonces, difícilmente la Aduana podría seguir concibiéndose a partir y exclusivamente de las tareas tradicionalmente asignadas por ley
Hemos debido redefinirnos a partir de las nuevas responsabilidades que nos impone el comercio actual y el entorno en que se desarrolla el comercio mundial. Hoy, concebimos a la Aduana como un ente que forma parte de la cadena logística del comercio internacional, garantizando el tráfico fluido de mercancías legítimas y, a la vez, asegurando un control cada vez más eficiente, integrando la gestión de riesgos en nuestro proceso de fiscalización e incorporando tecnologías de última generación. Todo esto buscando hacer frente a las nuevas tareas y desafíos que nos impone la globalización. ¿Cuáles son esas nuevas tareas? Por ejemplo, el control de la propiedad intelectual, fundamentalmente en relación a la falsificación marcaria y al pirateo de los derechos de autor. También estamos preocupados del tráfico ilícito de especies en peligro de extinción y del patrimonio cultural. Lo anterior refleja la amplitud del ámbito de acción de la Aduana actual, ya que no estamos sólo reducidos a cobrar tributos y controlar el ingreso de mercancías; nuestro ámbito de acción se ha redefinido y ampliado. Y, en este contexto, hemos definido dos ejes de acción: la fiscalización y la facilitación. ¿La facilitación tiene que ver con la simplificación de los procedimientos? Sí. La simplificación tiene que ver con la adecuación normativa y la agilización de nuestros procedimientos. Por ejemplo, estamos trabajando en el sistema de interoperabilidad de aduanas-puertos, que permite el envío de la guía de despacho de exportación desde la empresa exportadora al puerto y a la aduana, directamente, disminuyendo los tiempos de ingreso de los camiones al puerto y descongestionando los recintos portuarios. En materia de tráfico terrestre, también descongestionamos el Paso Fronterizo de Los Libertadores -que concentra casi el 60% de la carga terrestre internacional- a través de la implementación del primer puerto terrestre concesionado, denominado Puerto Terrestre Los Andes, PTLA. También hay importantes avances en materia de calificación de servicios como exportación... Efectivamente. Una de las principales modificaciones es que antes, cada vez que alguien quería calificar un servicio como exportación, debía presentar una solicitud por escrito, que era respondida días después; en cambio hoy, en la página web de la Aduana, tenemos publicados cuáles son los servicios tipos que califican como exportación de servicios, por lo tanto, no es necesario presentar solicitudes, a menos que sea un servicio completamente nuevo. El sistema ha funcionado muy bien y desde el 2007 al 2008 hubo un aumento de 50% en materia de exportación de servicios. ¿Otra reforma importante son los tribunales tributarios y aduaneros? Sin duda. Hasta ahora, la Aduana y el Servicio de Impuestos Internos eran juez y parte en las controversias con los contribuyentes. La Ley 20.322 cambió esa situación y, a partir del 2010, comenzará a regir la Reforma Tributaria y Aduanera, que se implementará paulatinamente, comenzando por las regiones del norte del país, y que establecerá tribunales independientes, frente a los cuales los contribuyentes podrán reclamar respecto a los cargos que se les hagan. Otro avance destacado en materia normativa es la iniciativa de Publicación Anticipada, que permite a los operadores opinar respecto de las resoluciones de aplicación general antes de su entrada en vigencia. Así enriquecemos el diálogo y logramos que las normas sean más legítimas y concensuadas. Finalmente, la Agenda Normativa, otro de los cambios implementados, es una invitación a los usuarios -asociaciones gremiales, principalmente- a enviar propuestas sobre aspectos normativos o de procedimientos para mejorar el sistema. ¿La ventanilla única es uno de los proyectos más importantes de los que están en carpeta? La ventanilla única es un proyecto importante que coordinamos junto al Ministerio de Economía y que consiste en hacer interactuar a los diferentes organismos que participan en un proceso de exportación o importación, para que el exportador o importador realice todos sus trámites a través de un solo canal o ventanilla. El proyecto contempla una primera etapa a través de un portal informativo -www.portalcomercioexterior.cl-, que más adelante se transformará en un sitio transaccional. ¿Qué rol juega la tecnología en este proceso? El eje de la facilitación de los procesos aduaneros está estrechamente ligado a la tecnología. Las DIN y las DUS ya se tramitan casi en un 100% de forma electrónica y estamos terminando el Proyecto Isidora, sistema de transmisión electrónica de los manifiestos de carga terrestre, marítimo, courier y aéreo. En materia de fiscalización, también estamos trabajando en base a gestión de riesgo, y el último gran paso que hemos dado en este sentido son los equipos de rayos X, que permiten escanear el interior de los contenedores sin abrirlos. Este es un proyecto que se está ampliando a la zona norte del país y que al 2010 contempla la adquisición de siete scanners de contenedores. ¿Cuáles son los desafíos pendientes de la Aduana? En términos de coordinación, fundamentalmente la integración con los organismos de frontera, así como también con otros organismos públicos para finalmente sacar adelante la ventanilla única de comercio exterior, que es imprescindible. Paralelamente, debemos avanzar en la integración con otras aduanas y profundizar la estrategia de ir hacia la automatización total de los trámites aduaneros. |