¿Cuáles son sus líneas de negocio?
Somos una compañía dedicada a la plantación y producción de aceite de oliva en distintos formatos. Por ejemplo, tenemos las marcas "Sol de Aculeo" para Chile y "Fabrini" para los mercados extranjeros, como Estados Unidos y, en un futuro próximo, Alemania. Además, fabricamos aceites para terceros, como Agrosuper y D&S.
 Para lo anterior, disponemos de 320 hectáreas (220 plantadas) en la zona de Villa Prat en Curicó; un segundo campo de 60 hectáreas (28 plantadas) en Aculeo, donde está emplazada nuestra fábrica; y otros proveedores de aceitunas externos ubicados en Ovalle y Copiapó.
¿Qué es lo más complicado de trabajar con un alimento perecible?
El aceite de oliva demanda una cadena logística que cumpla con los factores de tiempo y calidad, ya que así lo exigen nuestros clientes. Además, ésta debe respetar la vida útil de la aceituna, que debe ser procesada dentro de las primeras 24 horas siguientes a la cosecha porque, de lo contrario, corremos el riesgo que comience a fermentar u oxidar.
Los 450 mil litros que producimos al año representan cerca de 3 millones de kilos de aceitunas, los cuales tenemos que trasladar entre origen y destino en períodos establecidos, ya que la ventana para su cosecha es de 60 días.
 ¿Han adoptado medidas para solucionar esta barrera de tiempo?
Sí. Integramos todos los datos y actores que encontramos entre la hectárea y la llegada a nuestra fábrica, así como su arribo final a destino. Para ello, contamos con información en línea de todos los procesos de maduración, a fin de cosecharla en una fecha determinada para coordinar el medio de transporte a utilizar y la recepción en el lugar de destino.
Todo este proceso se realiza a través de un trabajo conjunto entre nuestros agrónomos y el personal de planta, formalizado en un PERT, lo que es complementado con trazabilidad y un monitoreo detallado donde están empadronados todos los campos, olivos, aceitunas y variedades, entre otros factores.
¿Y en el caso de los proveedores de transporte?
Necesitamos que nuestros bins sean transportados en las fechas que proponemos y en las mejores condiciones, a fin de recibir el fruto en condiciones óptimas. En términos de costos, tratamos de asegurarnos cargas que utilicen el 100% del espacio disponible, ya que no resulta conveniente traer un camión desde Copiapó al 75% de su capacidad.
 La idea es tercerizar este servicio en un proveedor responsable, con experiencia, y que cuente con una amplia flota de vehículos que le permita reemplazar en poco tiempo un camión en caso de falla técnica o mecánica. A ello se añade que debe tener una solidez financiera para responder por siniestros o accidentes, ya que tenemos seguros comprometidos como empresa.
¿La distribución al usuario final también es tercerizada?
No. Comenzamos a implementar por nuestra cuenta esta modalidad, lo que implicó una fuerte inversión en logística, tecnología para estructurar los despachos, sistemas para gestión de inventarios, acondicionamiento de la fábrica y camiones propios.
Además, establecimos dos bodegas según el tipo de compra: Aculeo, para pedidos con camión lleno; y Santiago, cuando la demanda implica despachos menores.
 ¿Qué otras dificultades representa esta forma de distribución?
Al atender al usuario final, otra complejidad es la reposición de las botellas de aceite para que estén disponibles y visibles en un supermercado o local comercial.
Al ser una empresa que exporta, ¿qué otras exigencias deben cumplir?
La marca "Fabrini" se transporta vía marítima hacia Estados Unidos, un mercado bastante complicado porque nuestros distribuidores nos solicitaban pocas cantidades, lo que encarecía los costos. Esta realidad nos obligó a arrendar una bodega en New Jersey para almacenar las botellas en EE.UU. e ir despachándolas de acuerdo a los montos de compra, lo que era mucho más barato que mandar cajas desde Chile.
Eso implica un seguimiento online de los envíos…
Por supuesto. Todas las transacciones se realizan vía Internet entre comprador y vendedor. Además, y tanto para el mercado nacional como para el extranjero, el inventario se realiza de forma física y digital para después ingresar toda esta información a una base de datos online para que estén disponibles a cualquier hora y lugar. |
