¿Cuáles son las proyecciones de Airbus para el mercado
chileno?
El crecimiento del tráfico aéreo en Chile ha sido aproximadamente un 47% mayor comparado con el 2000, lo que casi dobla el crecimiento promedio que ha tenido América Latina en el mismo período de tiempo. Esta cifra no es menor si consideramos todas las crisis que hemos vivido como industria en el último tiempo, como el atentado a las Torres Gemelas en Estados Unidos o la reciente recesión financiera (ver Gráfico 1).

El crecimiento en el tráfico aéreo a nivel mundial se debe principalmente a que esta industria ha ido bajando sus costos en cuanto a boletos de avión, así como una mayor demanda de parte de las personas que ven en este medio de transporte una forma rápida, segura y confiable de viajar. Lo mismo ocurre con las empresas logísticas, aún cuando los cargueros son utilizados para cargas específicas o demandas particulares.
Gráfico 1: (Gentileza Airbus).

Además, esperamos que esta tendencia al alza se siga manteniendo en los próximos años, ya que la Región ha demostrado que es un nicho de negocio sólido y rentable para nuestra industria.

En la práctica, ¿qué significa lo anterior?
Esto revela que las aerolíneas chilenas necesitarán, en promedio, 146 aviones de carga y de pasajeros sobre 100 asientos en los próximos 20 años para enfrentar la demanda del crecimiento de tráfico y reemplazar a las aeronaves que actualmente operan en rutas locales y extranjeras.

Si desglosamos estos datos, y nos basamos en nuestra última Proyección Global de Mercado, encontramos que de los 70 aviones en servicio que tenía el país en 2008, pasaremos a 177 en 2028, es decir, un incremento del 153%.

¿Cuál es la situación de los cargueros?
Es otro nicho que también se ve favorecido con las tasas de crecimiento de Chile y la Región. De los cuatro aviones de carga operativos en 2008 esperamos pasar a siete, es decir, un crecimiento del 75%.

Otro aspecto importante es que este segmento es un confiable indicador de la evolución que ha tenido la última crisis financiera internacional, ya que cuando se desató ésta las empresas inmediatamente dejaron de importar, almacenar o tener grandes inventarios. Sin embargo, cuando comenzó la reactivación, raudamente este segmento comenzó un repunte en la demandas de sus servicios, algo que también estamos viendo en Chile (ver Gráfico 2).

Pese a la fuerte baja experimentada por el mercado de carga aérea debido a la crisis financiera internacional, éste ha logrado una rápida recuperación debido a la solidez de algunas economías emergentes, así como a la reactivación que han experimentando algunos países desarrollados tras la crisis.
Gráfico 2: (Gentileza Airbus).

El A330-200F de Airbus es un carguero de tamaño medio capaz de transportar entre 65 y 70 toneladas.

¿Cómo ha avanzado la industria en este tema?
La tarea que debemos enfrentar los fabricantes de aviones es clara: costos de operación más bajos, conectividad económica y práctica para compañías de carga y de pasajeros y, por último, un menor impacto en el ambiente.

En este último punto, todos los actores de este negocio nos hemos esforzado por tener una industria sustentable y amigable con el medioambiente; por ejemplo, en los últimos 40 años el consumo de combustible y las emisiones de los aviones se han reducido en cerca de un 70%, mientras que el ruido lo ha hecho sobre un 75%. Esto refleja que no sólo nos esforzamos para producir más, sino que también nos interesa ser mejores.

En el aspecto logístico, ¿qué demandan los consumidores de este nicho de negocio?
El mundo de hoy requiere soluciones globales de transporte, no sólo para las empresas logísticas sino que también para las personas. Es por ello que la aviación provee los medios para un tránsito de bienes y personas mucho más rápido, confiable y frecuente a través de las fronteras internacionales.

En el caso de los pasajeros, éstos quieren estar conectados con sus amigos y familiares, mientras que la economía global depende del movimiento de bienes y servicios. No olvidemos que naciones exportadoras como Chile demandan que un producto llegue a destino de la mejor forma posible y en el menor tiempo.