 | La implementación de sistemas más sofisticados, tales como picking por voz, no son eficientes si el embalaje no se diseña adecuadamente facilitando la selección de los productos. En la imagen se ve cómo el diseño de un embalaje genérico dificulta el proceso en bodega, incrementando el tiempo de las operaciones y los costos, así como generando basura no controlada. | El proceso de picking o selección de órdenes se puede definir como la actividad en la cual se extrae un número pequeño de bienes de un sistema de bodegaje o bodega, para satisfacer un número de órdenes de clientes independientes. Se ha convertido en una parte importante del proceso de la cadena de abastecimiento, considerándose la actividad más intensiva en mano de obra y una de las más caras en las bodegas, donde se estima que puede alcanzar hasta un 55% del costo total de las operaciones. Facilitar la manipulación de los productos en bodega, se convierte entonces, en una estrategia relevante al momento de proyectar su envasado y embalaje. El picking se hace desde embalajes, y luego termina nuevamente en embalajes que reúnen el pedido del cliente, por lo cual muchas empresas han optado, además, por incorporar operaciones de embalado (o packging) dentro de su propia bodega, creando un entorno aún más complejo. Existen distintos modos de clasificar sistemas de "Picking", pero todos involucran una zona de almacenamiento, una zona para hacer la selección y tomar el producto ("picking"), y una zona de manejo de materiales empleada para recargar las zonas de picking desde las zonas de almacenamiento, lo cual puede ser con grúas horquillas o con góndolas más especializadas. La elección de un sistema u otro depende de los costos, complejidad, cantidad de productos que se manejan, número de órdenes, tamaño de los productos, tamaño de la bodega, tipo de equipamiento, tiempos de entrega, etc. Cada negocio tendrá una solución de manejo de bodega distinta a otra, y la determinación de los requerimientos será la base para seleccionar la más adecuada. Sin embargo, no se ha puesto suficiente atención en la relación de los envases, y particularmente en los embalajes en cuanto a su impacto en una manipulación eficiente en bodega. En especial, en los modos de apilamiento de éstos en los racks, facilitando la apertura de los empaques, y consecuentemente el acceso a los productos durante el proceso de picking. El cartón corrugado, por una parte, impone un uso vertical de la onda optimizando la resistencia estructural del material, con lo cual las tapas tienden a estar en la parte superior. Ello obliga a bajar la caja que está más encima y abrir caja por caja, aunque no se ocupen todos sus contenidos de una vez, retrasando el proceso. En la foto superior y en las bodegas, tanto como en los supermercados con concepto de bodega (tales como ACuenta), se ven las "soluciones" tomadas por los operarios, reponedores y consumidores, rasgando las cajas, lo que revela la problemática en cuestión… y a la vez da pautas para enfrentar aportes en el diseño, pensando en esta etapa de la cadena de abastecimiento, donde puede haber un importante impacto en la reducción de costos al facilitar el "picking". Al mismo tiempo que las empresas están intentando maximizar su inversión en las operaciones de bodegaje, incorporando procesos con valor agregado, estás buscan implementar procedimientos amistosos con el medioambiente para reducir costos, mientras incrementan sus esfuerzos de RSE (Responsabilidad Social Empresarial). Al considerar los procesos en bodega, los cuales son intensivos en el manejo y descarte de materiales de embalaje, se debe mirar hacia las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. En las bodegas, la reducción de consumo se puede aplicar tanto a energía como a recursos, ya que ambos ítems pueden aportar a minimizar gastos. En la medida que suben los costos de la energía, la reducción en el consumo aportará finalmente al medioambiente. Muchas empresas buscan minimizar la cantidad de embalaje utilizado en el transporte de productos, reduciendo gramajes o peso del material, pero manteniendo su eficacia. Esto no sólo reduce costos de transporte, sino que también ahorra energía en el movimiento de cargas dentro de la bodega. El impacto que puedan tener en esto los biomateriales será importante, ya que el usuario final podría ser el responsable del descarte final del material de embalaje proveniente del producto en bodega, debiendo hacerse cargo de su impacto ambiental. Por otra parte, la reutilización no es un concepto nuevo para las bodegas: los pallets de madera, jabas plásticas, entre otros, se diseñan para ser reutilizados. El uso de embalajes retornables, con mayor vida útil, y facilitando la devolución por parte del cliente final, implicaría menor basura y ahorros potenciales. También se busca reutilizar el embalaje proveniente de otros proveedores, reduciendo la inversión en compra de materiales nuevos.
El reciclaje de materiales de bodega puede reducir basura significativamente al enviarlos a los lugares idóneos, es decir, no botarlos como basura. También en algunas bodegas se pueden reciclar las baterías, lubricantes y productos químicos, habiéndose establecido zonas apropiadas para ello. |
