En junio de 2008, la industria del tomate de Florida (EE.UU.) se vio afectada por una crisis de confianza por parte de los consumidores, al encontrarse salmonella en tres variedades de dicha fruta. En un comienzo, los productores nortea-mericanos apuntaron a las importaciones provenientes de México, pero a medida de que los análisis y estudios de la FDA avanzaban se logró determinar que los productos contaminados provenían de otra zona del mismo Estados Unidos. La falta de información a lo largo de la cadena de abastecimiento demoró en forma innecesaria la ubicación de la fuente de los tomates contaminados con salmonella afectando a cientos de productores del sur del Río Grande.

El mundo está cambiando. Los consumidores se han vuelto más conscientes de contar con mayor información sobre los alimentos que consumen; los canales de distribución buscan recibir un mejor servicio de sus proveedores y entregar al mismo tiempo mejor atención y variedad de productos a sus clientes; y los proveedores buscan proteger sus marcas y reducir los retiros forzados de mercadería, etc.

Así la utilización de códigos de barra que nació hace más de 30 años con el fin principal de aumentar la rapidez con la cual se atiende a los clientes en las cajas de los supermercados, hoy permite generar las bases para implementar trazabilidad en la cadena de abastecimiento.

Figura1: Un ejemplo de GLN.

• El campo o cuartel debe ser reconocido mediante un identificador llamado Número de Locación Global (GLN, por sus siglas en inglés). Este identificador nos permite individualizar un predio en forma única, dando inicio al proceso de trazabilidad.

• Los bins o cajas utilizadas para transportar las F&V son identificadas con el SSCC (identificador seriado de contenedores de embarque), en el que podemos registrar la variedad o calibre, que estamos transportando a packing.

Figura 2: SSCC.

• El packing, planta, frigorífico, puerto de embarque y puerto de recepción, recibidor y CD retailer: Podemos identificarlos con un nuevo GLN, haciendo que cada entidad física y/o legal quede identificada en forma inequívoca.

• El producto lo podemos identificar con un GTIN (número de identificación global), más conocido como el típico código de barras. No obstante, dado que existen muchas variedades de una fruta o vegetal, podemos identificar a dicha manzana, por ejemplo, especificando la variedad del producto, mediante una nueva simbología denominada DATABAR, gráficamente:

Hoy las manzanas ya no son sólo rojas y verdes, sino que existen muchas variedades (cada una de ellas con costos y precios de venta diferentes). Por lo tanto, uno de los principales problemas del retailer es que no siempre los empleados son capaces de reconocer una variedad de otra, generando pérdidas al vender productos de mayor costo al menor precio.

Esta situación se refleja posteriormente en el análisis de las unidades vendidas por variedad y proveedor, generándose diferencias significativas de inventario y la posible eliminación del proveedor en la cadena por los malos resultados del producto. En este sentido, esta nueva codificación permite al retailer saber exactamente qué variedad están vendiendo.

La utilización de esta nueva codificación viene siendo testeada por algunos grandes retailers en Estados Unidos desde el año 2007, entre los que se destaca Walmart, el cual en los pilotos implementados ha mejorado significativamente la rentabilidad de la categoría.

El piloto se inició con manzanas, peras, plátanos y paltas. La codificación DATABAR, a diferencia del código de barras tradicional, es bidimensional, generando un recambio de los lectores en el punto de venta. Esta situación generará un retraso en la implementación de este sistema de identificación en el punto de venta.

Estudios realizados en el año 2000 estimaron ahorros de US$11.000 anuales por concepto de menor merma para una cadena de 100 locales en promedio y US$ 2,3 millones anuales en ahorros operacionales para una cadena de similares características.

Otros beneficios de esta identificación son:

• Control de mermas.

• Identificación de proveedores.

• Control de inventario.

• Category Management.

• Reposición de productos.

• Aumento de la satisfacción de los consumidores en las cajas de autoservicio.

De esta forma, la industria está dando los primeros pasos para entregar a los consumidores una mayor variedad de opciones en frutas y verduras, permitiendo desarrollar proveedores capaces de entregar productos con las variedades y calibres que los consumidores desean adquirir.