¿Cuál es la situación actual de la industria local y, en especial, de los envases flexibles?
A nivel nacional, el sector de envases y embalajes de mayor valor en su producción son los envases de plástico (41%), donde los envases flexibles en sus tres categorías corresponden a un 60%. Dentro de este subsector, el crecimiento en producción se ha visto estancado; no así en valor, donde la tasa está sobre el 7%. Es importante señalar que como envases flexibles se definen tres categorías: flexibles multicapa; films; y bolsas y sacos, maxisacos y mallas. La categoría de mayor interés por su valor agregado a los productos que se envasan son los flexibles multicapas, dado que con este material se pueden obtener comportamientos activos o con alto nivel de interacción envase-contenido. Incluso, se estima que ésta ha de ser la llave que abra la puerta del desarrollo de este subsector.

Los envases o bolsas de plástico se asocian muchas veces a algo poco ecológico, ¿cómo maneja la industria este juicio?
El sector ha estado trabajando desde hace muchos años en la búsqueda de soluciones que sean amigables con el medioambiente. Por ejemplo, se utilizan tintas que no contienen plomo, se lleva a cabo la recuperación de solventes, se recicla todo desecho plástico industrial y se trabaja en la búsqueda de plásticos biodegradables. Sin embargo, la tendencia en todos los subsectores de esta industria -como vidrio, cartón, metal, madera y plásticos- apunta a las 4R, es decir: REDUCIR el material, ya sea con un diseño óptimo para el producto o reemplazando por materiales de menor espesor; RECICLAR los envases post-consumo y las mermas del proceso productivo; REUTILIZAR el material (ojalá en procesos similares o en otros productos como ecoladrillos, clamshell, productos de decoración, entre otros); y, por último, RECUPERAR la energía utilizándolos como fuentes energéticas.

¿Dónde radican las principales fortalezas y debilidades de este segmento de la industria?
Me parece que la principal ventaja de los envases flexibles radica en la enorme cantidad de materiales que existe, en las múltiples posibilidades de combinación que ofrecen y en los envases inteligentes o activos, en los que el material interactúa con el producto envasado.

Por el lado del aspecto negativo, me parece que claramente este punto está definido por los desechos post-consumo. Existe una percepción generalizada al respecto, ya que lamentablemente la basura generada por este tipo de envases es muy visible y de mayor volumen. Sin embargo, hay un plan que está liderando el Ministerio del Medio Ambiente de buscar junto al sector privado, alternativas para que estos desechos no lleguen a los vertederos.

¿Existe alguna regulación específica para el segmento de envases flexibles?
En la actualidad en Chile existe un proyecto de ley para el segmento BOLSAS; prohibición de bolsas que no sean biodegradables -nació de un sector de diputados-, que ha levantado mucha controversia ya que tal como está redactada es imposible que se pueda implementar. Lo que sí es viable y está bien encaminado es el proyecto de ley para los residuos sólidos, con responsabilidad extendida al proveedor (REP). Además, como CENEM hemos creado una mesa de diálogo con distintos sectores que están preocupados de este proyecto de ley (bolsas), con el objetivo de presentar nuestras inquietudes a la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente del Senado. Para un buen manejo de los residuos sólidos, es necesario implementar campañas educacionales, crear conciencia en el uso racional, construir redes de recolección, sistemas de reciclaje viables económicamente y compostaje de basura orgánica.

¿En qué nivel se encuentra el tema de las exportaciones en este campo y en qué medida se cumplen los estándares de calidad para los envíos?
Si bien en términos concretos la industria de envases y embalajes exportó durante 2008 un total de US$214,7 millones, lo cual es menor a los US$ 331 millones de importación, en el caso específico del rubro de envases flexibles el saldo es bastante positivo, porque en general el flujo de salida es mayor al de entrada. Cabe destacar, además, que en este campo la normativa se cumple plenamente. Por ejemplo, en el caso de las uvas, que utilizan para sus traslados bolsas de polietileno, se emplea tecnología de envasado en atmósfera protectora denominada EAP, o las cerezas con bolsas de polietileno con MAP (atmosfera modificada). Esto permite, entre otras ventajas, que la fruta llegue en condiciones de frescura óptimas, como recién cosechada de la parra o del árbol. El procedimiento de exportación de este tipo de alimentos es muy riguroso, ya que se debe certificar tanto el producto como el envase. Estos deben cumplir con diferentes tipos de normas y certificaciones.

¿Qué innovaciones interesantes se pueden mencionar dentro de este mercado?
Esta industria está preparada para enfrentar los desafíos tecnológicos, en cualquier sector de envases. En el sector de envases flexibles, las empresas poseen tecnología de punta y están permanentemente investigando con las universidades las nuevas tendencias de envases como inteligentes, activos, funcionales. Existe capacidad instalada y las materias primas el año 2009 tuvieron una baja de precios considerable, lo que hace que este sector se vea favorecido en la demanda de envases. La búsqueda de materiales biodegradables a partir de fuentes renovables es un gran desafío. Otros ejemplos son los envases llamados retortables, cuya característica principal es que son microhorneables y los alimentos pueden conservarse en óptimas condiciones largo tiempo (18 meses). También están los envases flexibles tipo stand-up pouch, diseñados para exhibir el producto (pueden ponerse de pie en la góndola, mayor facing), que poseen una variedad de formatos según el requerimiento del cliente, así como atractivos diseños, gran sellabilidad, opciones de válvula y zipper. Estos innovadores productos constituyen el segmento de envases flexibles con mayores expectativas de crecimiento para los próximos años.

Junto al sistema EAP también hay otra tecnología interesante, y que aún tienen mucho potencial: la nanotecnología. Sus posibles aplicaciones son muy útiles en el área de alimentos envasados y, básicamente, busca darle una mayor funcionalidad a los materiales.