La profesionalización es un tema recurrente en la agenda del sector Transporte. ¿Qué le falta a esta industria para dar ese paso?
Necesitamos que un grupo de casi 17.000 transportistas se formalice para brindar un mejor servicio. Esto les permitirá acceder de manera más eficiente a descuentos por el impuesto específico del diesel, facturar de manera más transparente y potenciar su negocio.

Si no hacemos lo anterior, nos arriesgamos a tener un sector que facturará informalmente por intermedio de terceras personas; por ende, se les dificultará la posibilidad de acceder a créditos para renovar su camión o enfrentar un problema en conjunto con sus colegas.

¿Es la asociatividad una de las líneas de trabajo de la CNDC?
Por supuesto. Estamos interesados en fomentar este aspecto porque implica numerosos beneficios. Por ejemplo, cuando varios camioneros que integran una asociación gremial requieren renovar su flota pueden ir juntos a un concesionario y acceder a mejores precios, entre otros beneficios. Esto debe ser así porque la figura del "camionero solitario" tiende a desaparecer, ya que al depender de comisionistas se hace menos rentable un negocio y se tiende a ofrecer un servicio informal.

¿Cómo se concreta una mayor asociatividad al interior del gremio?
Estamos trabajando en dos proyectos destinados a fomentar el potencial asociativo. El primero es un Programa de Fortalecimiento Gremial, que cuenta con apoyo de Sercotec, mediante el cual un equipo de profesionales y dirigentes realiza talleres y encuentros con asociaciones de camioneros de las distintas regiones. Allí se identifican y se busca desarrollar las capacidades empresariales y gremiales a nivel local, de forma de mejorar la competitividad de las pequeñas empresas. Un segundo programa es de innovación y tecnología, donde somos apoyados por Innova Chile de Corfo, y cuyo propósito es incorporar mecanismos técnicos de operación y gestión a las pymes del transporte terrestre de carga, también en un marco asociativo. Lo que se pretende es profesionalizar cada vez más a los camioneros más pequeños que requieren ser competitivos.

No es una campaña menor…
Lo que pasa es que 17.000 transportistas es un gran mercado y con el tiempo van dificultando el trabajo de quienes se agrupan y profesionalizan, ya que todavía encontramos actores que prefieren ejercer de manera informal y vivir "el día a día" del transporte de carga.

Es fundamental que este grupo se acerque a sus asociaciones gremiales de su región y conozcan las herramientas que les estamos ofreciendo para potenciar su negocio, ya que actualmente estas entidades están cerrando contratos con firmas mineras, forestales o logísticas, además de buscar fuentes laborales más seguras y competitivas. A ello se suma que la compra de insumos como petróleo, neumáticos, repuestos o rampas se hace en conjunto; por ende, todo se hace más barato.

Curiosamente, la informalidad es lo que más le critican a la CNDC…
Esos siempre han sido los cuestionamientos de los grandes transportistas; por eso estamos apuntando a la profesionalización. No queremos que los pequeños camioneros desaparezcan o sean absorbidos por grandes empresas; por el contrario, nos interesa agruparlos en entidades gremiales para que compitan de igual a igual.

Esto es muy importante porque los camioneros de la CNDC les damos empleo a la gente de una zona en particular a través de la contratación de conductores, mecánicos, cuidadores o contadores; por lo tanto, su trabajo queda como inversión en la región, beneficiando a tres o más familias.

¿Cómo ha sido la relación con las nuevas autoridades de transporte?
Buena, pero se ha dado una tendencia que viene de administraciones anteriores, las cuales no conocen mucho la realidad de nuestro sector y la importancia que éste tiene. Por eso son fundamentales las mesas de trabajo con los Seremis regionales y autoridades de Gobierno, para aunar puntos de vista respecto a políticas que vayan en beneficio del país.

Esto es muy importante porque muchas veces nos encontramos con autoridades que piensan que todos los camioneros poseen altos ingresos porque movemos cerca del 95% de la carga, cuando la realidad dista mucho de lo anterior.

A futuro, ¿qué tendencias veremos en este sector?
Estamos trabajando en el parque de camiones, eficiencia energética, seguridad, aspectos laborales, capacitación de conductores y transporte internacional. Este último punto es muy importante porque en noviembre se abren los corredores bioceánicos y la llegada de camioneros brasileños, argentinos y bolivianos generará un fuerte escenario de incertidumbre en Arica, Iquique y Antofagasta.

¿Qué otros temas están en la agenda?
En muchos rubros exportadores encontramos camiones que sirven como bodega. Tenemos casos en que los vehículos están horas o días parados con una carga en espera que les autoricen el despacho; por eso esto hay que reglamentarlo y establecer un costo por día, porque a muchos se les paga por carga transportada entre origen y destino.

También estamos discutiendo con nuestros pares brasileños y argentinos para establecer un sistema universal de guía, donde en cada frontera se entrega un documento que avala la carga que se lleva, evitando una inspección. Esto se hace mucho en Europa y queremos aplicarlo a nivel regional en todas nuestras fronteras.