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SEMINARIO
“Envases Plásticos
y Medio Ambiente”

En este seminario, organizado por el Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM), se destacaron las eco tendencias en el sector, quedando claro que el país necesita avanzar en marcos regulatorios ante el impacto de los “eco” envases que comienzan a hacerse presentes en el mercado, así como en proveer de eco-materiales adecuados para las demandas de packaging asociado a las exportaciones.

Si sólo un 4% del petróleo extraído anualmente en el mundo se usa en la industria del plástico (es decir, si cambiáramos todos los plásticos a resinas de fuentes renovables, sólo aportaríamos un ahorro de un 4% al consumo de petróleo) (1), cabe preguntarse el porqué de tanta discusión sobre el impacto de los plásticos en el medioambiente. El consumo de plásticos es 20 veces mayor que hace unos 50 años y el packaging representa entre 30% y 35% del uso de los plásticos en los países desarrollados; esto equivale a un 20% en peso de todos los materiales de packaging, y es, debido a su bajo peso y resistencia, uno de los materiales más eficientes en uso energético y económico como método de distribución (2).

Sin embargo, debido a su volumen, sus residuos tienden a ser más visibles en el medioambiente y, si bien pueden ser reciclados, la relación volumen/peso es alta, haciendo su recolección menos eficiente que la de otros materiales. Pero ya no se habla de desechos, sino de residuos, como un recurso que sirve para otros usos, aprovechando su valor energético o como nueva materia prima, revalorizando el material en su etapa post-consumo. El impacto es, por tanto, en la cadena, más que en las materias primas.


Reducir es la consigna

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> El Ecovio de Basf es un plástico biodegradable proveniente de fuentes renovables. Disponible en laminado y en espumado para bandejas, es extruido en las mismas máquinas empleadas para bandejas de poliestireno. Bolsa 100% compostable.

Conscientes de ello, las empresas proveedoras de materias primas, convertidores, usuarios (marcas), retail, y ahora incluso parlamentarios, proponen e invierten para disminuir el impacto de los plásticos. Productores y convertidores buscan reducir sus emisiones, invirtiendo en procesos energéticamente eficientes y en recursos más amistosos con el medioambiente. Por ejemplo, la empresa alemana Basf invirtió en 2008 más 400 millones de euros y tiene una meta de reducción de emisiones del 25% para el año 2020. Basf es precursora en materiales biodegradables y compostables, como el Ecovio y el Ecoflex, e investiga la introducción de materiales renovables como la mandioca a sus films. Un caso similar es el de Innovia Films (3), que ha invertido en el desarrollo de films biodegradables y compostables, provenientes de la celulosa, logrando materiales como Natureflex, que a la vista parece plástico y es aplicable también a estuches de cartulina, logrando un producto totalmente compostable.

Algunos actores del retail local, impulsados por tendencias extranjeras, generan estrategias que abordan la cadena de reducción integrando las tres aristas de la sustentabilidad: la social, la económica y la ambiental. En el caso de D&S/Walmart, apareció en el mercado local la primera bolsa plástica hecha con un 75% de material reciclado, la que se utiliza como soporte comunicacional y educativo y da a conocer su preocupación por el medioambiente (4). Esta bolsa es producida en Chile por Cambiaso Packaging, una de las plantas de reciclaje de polietileno más importantes en Latinoamérica.

Y respecto de las bolsas plásticas entregadas por los supermercados, su impacto es tal -al menos visualmente- que recientemente en el parlamento chileno se aprobó por unanimidad un proyecto de ley que prohibiría la producción y distribución de bolsas que no sean biodegradables, entrando en vigencia el 2011 (5). La decisión debería revisarse y ser tomada con una visión amplia y debidamente informada, considerando el impacto en la cadena, toda vez que no existen en el mundo prohibiciones para este producto, y que Chile no cuenta con las entidades certificadoras necesarias para asegurar un producto idóneo. El consumo de bolsas plásticas en Chile se estima en 3 mil millones de unidades al año, las que demorarían 200 años en degradarse (6).

Un manejo más razonable parece ser el empleado en algunas localidades de Brasil, donde se ha optado por campañas de información al consumidor o por no entregar bolsas gratuitamente, debiendo el consumidor decidir qué recurso usa y qué aporte realiza respecto de la problemática medioambiental, sintiendo a la vez que comparte la responsabilidad.


Responsabilidad compartida

La responsabilidad compartida es, efectivamente, uno de los criterios que harán posible la reducción en la cadena. Por ello, un Proyecto de Ley de Residuos con Responsabilidad extendida al Productor/Proveedor, REP, también está en la agenda nacional, con la participación de la CONAMA. Si bien existen intentos, al menos desde 1994, por avanzar en legislación de gestión integral de manejo de residuos, el país no cuenta a la fecha con criterios aunados al respecto.

Donde parece haber acuerdo es en que es necesario favorecer la reducción del packaging por distintas vías y su impacto en el medioambiente, pero también es necesario aclarar y educar respecto de los caminos más adecuados para tomar, considerando la cadena. En este sentido, si bien hemos visto la introducción de nuevos materiales que declaran ser biodegradables, oxodegradables, compostables y reciclables, hubo claridad de los relatores, al explicar que la falta de información y comunicación adecuadas induce sin a errores de interpretación respecto de la validez de dichos rótulos en los materiales de envases y/o la realidad de sus procesos en el manejo post-consumo. No existe una correlación directa entre materiales de fuentes no renovables o renovables y biodegradabilidad o compostaje (1).

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> Flowpack metalizado con Innovia Films, con alta calidad de impresión. Además de su transparencia, entre sus atributos destacan su capacidad de aceptar adhesivos (y cintas) biodegradables y su fácil degradación.

Y, por cierto, la creencia que materiales oxodegradable son más amistosos con el medioambiente o que son compostables fue tajantemente desmentida, pues si bien el total se despieza en partículas más rápidamente, sus componentes no cumplen con las normas pertinentes. En todo caso, es interesante el planteamiento que el material a usarse debiera elegirse conociendo su destino: es decir, si el reciclaje es el proceso final, el uso de polietileno es adecuado y factible; si el compostaje es la meta, deberá invertirse en materiales compostables, y para cualquiera situación, deberán existir las instalaciones y las cadenas de recolección adecuadas y suficientes para hacerse cargo de estos procesos.

En Chile, no existen las entidades certificadoras ni los laboratorios requeridos para realizar los ensayos específicos que puedan asegurar que los materiales que están apareciendo en el mercado cumplan con su denominación. Por otra parte, los productos de exportación deberán cumplir con normas sobre materiales de packaging de acuerdo a las legislaciones de los países de destino, por lo cual las empresas usuarias de packaging se proveerán de éstos importándolos si no se producen localmente, lo cual genera una importante oportunidad, a la vez que significa un requerimiento urgente para la industria convertidora nacional.

Referencias
(1) Según Leticia Mendoca, Gerente Regional de Especialidades Plásticas. (2) www.wasteonline.org.uk. Cifra par el RU, 2001. El plástico representa el 53% de los envases por material, usados en el RU. Incpen. (3) Veruska Rigolin, Innovia Films. (4) Mauricio Rivas , de DyS/Walmart, planteó una meta de 5% de reducción de envases y llegar a generar “cero desechos, sin especificar plazos. (5) Ver documento en : proyecto de ley / http://bloglegal.bcn.cl/content/view/810572/Aprobado-el-proyecto-que-prohibe-las-bolsas-plasticas-no-biodegradables.html, sil.senado.cl/cgi-bin/index_eleg.pl?6045-12 (6) RevistaTiempo Seguro. N0 109. Julio 2010. P.12. Asipla. (7) Normas: ASTM6400,; NBR15448-1, NBR 15448-2; ISO 14855, 14851, 14852 DIN EN 13432, otras.

Por María Loreto Valdés Arrieta, Diseñadora PUC, Miembro IPPO (International Packaging Press Organization).    lorevaldes@mi.cl

Septiembre 2010
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