La capacitación de los operadores de maquinaria está tomando un ritmo acelerado de crecimiento. En muchos casos, las compañías multinacionales con operación en Chile están instalando el estándar de capacitar a los conductores de sus máquinas como parte de las exigencias de su respectiva casa matriz, una práctica que numerosas empresas locales están imitando, motivadas principalmente por los beneficios que conlleva para la operación. Sí, porque un gran número de organizaciones está haciendo el intento de desterrar las malas prácticas que por décadas se han perpetuado en las bodegas y centros de almacenamiento. Algunas de las más comunes, como señala Cristian Fleming, Relator Curso Operadores de ARRIMAQ, son no ocupar los equipos de protección personal, hacer andar las máquinas sin realizar un chequeo previo de ellas, no hacerse responsable de los daños hechos a los vehículos, guardar silencio ante posibles desperfectos o deterioro en los equipos -por el temor de ser responsabilizados- y ocupar las máquinas como un instrumento de juego y para trasladar personas dentro de los recintos. ¿Por qué capacitar? Los objetivos que persiguen las empresas que deciden capacitar a sus operarios son múltiples. Una motivación importante es el cuidado de la mercadería de alto costo, porque de ocurrir algún accidente los productos que se manejan podrían verse dañados, provocando importantes mermas en la operación. De esta manera, si la carga que se maneja es delicada, la calificación de los operadores de maquinaria se vuelve un aspecto crítico. La seguridad es otro factor de peso a la hora de que las empresas evalúen la alternativa de entrenar a los conductores de sus grúas. "La tasa de accidentabilidad es una variable muy importante de controlar desde el punto de vista de la seguridad de una empresa. El riesgo de que se produzca un accidente fatal es un evento que toda compañía quiere evitar, y el poner atención sobre cómo están siendo manejadas las máquinas dentro de un recinto puede reducirlo significativamente", afirma el especialista de ARRIMAQ. Además de las consecuencias fatales que un accidente puede producir, cuando ocurre un suceso de estas características la productividad de la empresa se ve gravemente afectada, porque se detiene la operación, con todos los efectos negativos que eso genera. El potencial daño a los equipos, como consecuencia de su mal manejo, es otro de los aspectos que ha impulsado a las empresas a capacitar a sus operadores. Esto se hace más importante hoy, porque los equipos -a pesar de ser industriales- son cada vez más sofisticados, cuentan con un gran número de sensores, que hace más complicada una posible reparación en caso de falla. Y eso, como indica Cristian Fleming, no sólo redunda en un costo económico considerable para la empresa, sino también en un retraso de la operación, porque el repararlo implica necesariamente un tiempo de parada que puede impactar toda la cadena. Operación más eficiente Una operación exitosa depende, en gran medida, de la especialización de la fuerza de trabajo. En este caso, un mercado cada vez más complejo desde el punto de vista de la tecnología que demanda, requiere contar con personal entrenado en el manejo técnico de equipos de avanzada. Definitivamente, quien gobierne un equipo, como señala el entrenador de ARRIMAQ, debe estar bien preparado para hacer cumplir correctamente con su trabajo. Según Andrés Cabezas, Product Manager Ventas de ARRIMAQ, las empresas que han tomado el camino de capacitar a sus operadores obtienen gran cantidad de beneficios. "Por una parte, disminuyen drásticamente los porcentajes de merma en su carga y la tasa de accidentabilidad a nivel de compañía y, por otra, se minimiza el gasto en reparación de equipos y de estanterías afectadas por choques al interior de sus recintos", afirma. Asimismo, a juicio del ejecutivo comercial, las compañías ven incrementados sus niveles de eficiencia, porque los operadores capacitados toman conciencia de la importancia que su trabajo tiene en la operación, y así como la empresa se compromete invirtiendo en su especialización, ellos lo hacen a través de una mayor productividad y un mejor trabajo. "En el corto plazo, este círculo virtuoso se traduce en la erradicación de las malas prácticas de la industria, con los beneficios que ya conocemos", puntualiza. Capacitación para un mercado exigente Con el objetivo de asegurar una mayor vida útil de sus equipos -a través de la adecuada operación- ARRIMAQ diseñó hace 12 años un servicio de capacitación que ha tenido una gran acogida en el mercado. La empresa, especialista en el arriendo de maquinaria, ha adecuado su oferta de cursos conforme al desarrollo de la industria y es así como, según Andrés Cabezas, antes se utilizaban grúas horquillas de 2 toneladas, a combustión, mientras que hoy la gama de equipos es numerosa, y en muchos casos se trata de equipos eléctricos, más compactos y de gran altura, que han cambiado drásticamente la forma en que deben manejarse. Los cursos de capacitación que entrega ARRIMAQ cuentan con franquicia SENCE, y si bien su costo requiere un pago inmediato, contempla una devolución del 100% de su valor. Estos programas se realizan en las instalaciones de la empresa o en las oficinas del cliente, dependiendo del número de asistentes, y contempla la inducción de los operarios, prevención de riesgos, seguridad, descripción de los equipos y práctica en las propias bodegas. El objetivo es que los operadores tengan confianza en la máquina que están operando y que luego desarrollen las habilidades necesarias para sacar el máximo provecho de los equipos que manejan. |