Ubicada en la comuna de San Bernardo -donde posee una planta industrial en la que trabajan más de 400 personas- esta compañía siempre ha utilizado distintos modelos de grúas horquilla en sus operaciones, ya que al interior de sus instalaciones constantemente se requiere transportar y almacenar distintas materias primas, bobinas, residuos para su posterior reciclado y productos terminados para su correspondiente despacho a distintas regiones del país, entre otros tipos de carga.
"En un principio todas estas tareas las realizábamos con equipamiento propio, pero nos dimos cuenta de que el tema de la mantención nos generaba muchos inconvenientes. Por ello, decidimos arrendar algunas maquinarias a un proveedor local, pero también tuvimos una mala experiencia porque en muchas ocasiones las grúas horquilla no respondían a las mínimas exigencias de calidad, durabilidad y seguridad; por ende, como empresa teníamos altos costos en mantención, reparación y consumo de combustible", explica Enrique Molina.
Cuidando el medioambiente
Viendo esta realidad, la empresa decide, a mediados de 2010, modificar completamente su sistema de trabajo, estableciendo en primera instancia un diagnóstico operativo con el cual pudieron darse cuenta de que lo más eficiente para sus procesos productivos era arrendar un parque de grúas horquilla.
"Una vez definida esta etapa, salimos en busca de proveedores que cumplieran con los siguientes criterios: equipamiento confiable, calidad de servicio, costo total de la solución y bajo consumo de combustible por parte de los equipos. Cualidades que cumplió cabalmente ARRIMAQ, por lo que decidimos confiar en su marca Clark y arrendar dos modelos de 3,5 toneladas y cinco con una capacidad de 2,5 toneladas, todos con motorización a gas", comenta el Jefe de Servicios Generales de Hunter Douglas.
Uno de los aspectos que más les llamó la atención -y que fue un factor preponderante en su decisión final- fue el consumo eficiente de combustible que tuvieron los equipos anteriormente detallados. "Como empresa tenemos un fuerte compromiso con el cuidado del medioambiente, por eso nos preocupamos de medir este ítem, ya que en la medida en que estos equipos emitan menos CO2 a la atmósfera para nosotros es un efecto tremendamente positivo. Sin duda es un elemento clave por el cual seleccionemos al proveedor de un determinado servicio", añade Enrique Molina.
Un servicio de calidad
Otro aspecto que destacan en Hunter Douglas fue la relación comercial que tuvieron con los ejecutivos de ARRIMAQ, "ya que desde un principio se preocuparon de hacer un detallado levantamiento de nuestras necesidades, revisar nuestras instalaciones y asesorar a la compañía en la búsqueda de los equipos que mejor se adaptaran a nuestras necesidades operativas y logísticas". Debido a lo anterior, todas las unidades Clark poseen contrato de mantención, donde el personal de ARRIMAQ visita sus instalaciones a fin de hacer una evolución técnica de su funcionamiento.
"Nosotros somos muy exigentes al momento de firmar los contratos; por eso les solicitamos que nos explicaran detalladamente el funcionamiento y características de estos equipos. Para nuestra sorpresa, ellos no tuvieron ningún tipo de inconvenientes en responder a estas demandas e, incluso, nos visitaron los representantes de Clark en Chile. En todo momento hubo una preocupación e intención de vender un servicio de calidad", detalla el ejecutivo.
Hasta la fecha el cambio ha sido bastante positivo; de operar con grúas horquilla viejas que no garantizaban un funcionamiento seguro y confiable, Hunter Douglas pasó a un modelo de gestión con modelos de última generación y altas funcionalidades. "Sin duda, los equipos Clark han sido un excelente apoyo a la logística de nuestra producción, ya que apenas comenzaron a operar solucionaron nuestros problemas logísticos", finaliza.