| Alejandro Calquín, INACAP RENCA. | | | Jaime Muñoz, MAQUINARIAS GILDEMEISTER. | | | Cristián Cavallari, JANSSEN. | | | Cristian González G., DERCOMAQ. | | | Francisco Javier Arancibia, ROYAL RENTAL- MULTITECNICA. | | | La mayor conciencia sobre el alto costo que generan equipos detenidos a causa de fallas inesperadas o por falta de mantenimiento, ha hecho que la prevención y revisión constante de los distintos componentes de una grúa horquilla concentren la atención de las empresas que las utilizan. Como indica Alejandro Calquín, Director de Carrera Area Mecánica INACAP Renca, el peso de los hechos y la experiencia cotidiana han hecho que la frase "lo barato cuesta caro", cobre aquí una importancia vital. Los programas de mantenimiento especializado, puestos en práctica ya por un buen número de empresas, buscan, según Jaime Muñoz, Administrador de Contratos y Servicios de Maquinarias Gildemeister, distanciar los tiempos entre mantenciones mediante el uso de productos y sistemas de mayor tecnología, para anticipar un futuro desgaste o falla, de manera que el equipo esté detenido el mínimo de tiempo necesario. Prevención y control: Criterios en juego Capacidad de producción, calidad, seguridad y rentabilidad son algunos de los beneficios que reportan las políticas de mantenimiento de grúas horquilla. El mercado está consciente, a juicio de Cristián Cavallari, Subgerente de Operaciones Rental de Janssen, de que existen dos tipos de mantenimiento: preventivo, que considera las especificaciones de fábrica respecto a cada uno de los equipos; y correctivo, relacionado con las fallas mecánicas que puedan presentarse. Para determinar qué tipo de revisión y control debe aplicarse a estos equipos, criterios como las horas trabajadas o días calendario son los más utilizados; esto porque de acuerdo a la opinión del representante de Inacap, incluso cuando la máquina está detenida igualmente se produce deterioro en algunos elementos, como el aceite. "En ambos casos se recomienda seguir las recomendaciones del fabricante. Asimismo, toda optimización que pueda efectuarse a la pauta de mantenimiento oficial debe hacerse en base a argumentos que confirmen objetivamente la mejora del sistema, como el caso de las grúas de combustión interna y transmisiones lubricadas con aceite, donde existe la alternativa de hacer análisis específicos, que gracias a entregar datos como estado de lubricante y nivel de desgaste de componentes internos, constituye un indicador de pronóstico de fallas importantísimo", indica. Criterios fundamentales para determinar qué tipo de mantenimiento debe ejecutarse, de acuerdo a la opinión del ejecutivo de Gildemeister, son la claridad respecto al nivel de utilización diaria o mensual del equipo, la cantidad de horas que opera al mes y el tipo de trabajo que realiza. "Junto con eso, también es necesario considerar aspectos como el lugar de operación del equipo en relación al tipo de suelo y nivel de contaminación a que estará expuesto, para así proyectar el costo ítem neumáticos e intervalos de mantención; además del sistema de frenado y otros elementos como el mástil y carro del mástil", explica. ¿Cuáles requieren mayor mantenimiento? El tipo de trabajo y las condiciones en que lo desempeñan es determinante al momento de planificar el mantenimiento de una grúa horquilla. Según Cristián Cavallari, es fundamental considerar si la grúa trabaja en ambientes agresivos -como las industrias minera, pesquera o logística-, "porque esta variable influye en su desgaste". Para Cristian González, profesional del Equipo de Asistencia Técnica Industrial de Dercomaq, todos los sistemas en un equipo son importantes -entre ellos los sistemas de motor y transmisión- y en el caso de las grúas horquilla, para asegurar una larga vida útil es importante realizar las mantenciones preventivas de todos los sistemas, de manera de optimizar sus niveles de rendimiento y productividad. Específicamente, Francisco Javier Arancibia, Gerente de Operaciones de Royal Rental-Multitécnica, indica que requieren mayor atención las grúas con estructuras móviles, debido a que sus sistemas de lubricación son abiertos; los sistemas de gasificación de LPG, producto que el gas en Chile es muy sucio; y el rodado, ya que las calidades de las ruedas y las superficies en donde operan no siempre son las óptimas. Sin embargo, a juicio de Alejandro Calquín, los intervalos de mantenimiento también son distintos dependiendo de la motorización de las máquinas, porque varía de acuerdo a si el equipo es diesel, gasolina, gas o eléctrico. "Si tuviéramos que efectuar un ranking de más a menos, según la criticidad del mantenimiento, el primer lugar lo ocuparían las grúas de motorización a gasolina y diesel, el segundo puesto sería para los equipos de motorización a gas, y en el tercero estarían las eléctricas", afirma. De acuerdo al experto de Inacap, las grúas horquilla eléctricas requieren menos atención desde el punto de vista de la cantidad de ítems a considerar en una mantención. Como confirma Cristian González, "las máquinas eléctricas sólo requieren de limpieza en conectores, controladores, lubricación en motores y sistema de levante". En cambio, las máquinas con motores de combustión interna requieren efectuar cambios de aceite de motor, filtro de motor y también de los filtros de combustibles. Sin embargo, según Jaime Muñoz, a pesar de su mayor uso de repuestos, siempre son de mayor simplicidad técnica en relación a un equipo eléctrico, "que requiere de personal altamente capacitado para su adecuado manejo". |