Durante un viaje por nuestro país, es probable que haya visto un camión volcado en plena carretera por un accidente o mala maniobra del conductor. Producto de estos accidentes, muchas veces los containers o cajas que transportaba el vehículo terminan desparramados por el suelo, resultando dañados o incluso hurtados. Sin duda, es un escenario complicado, sobre todo para la empresa que gastó recursos económicos y horas-hombre para fabricar, preparar y despachar una determinada carga para un consumidor que puede estar en Chile o en el extranjero.
Para evitar estos malos ratos, el mercado nacional ofrece una serie de seguros para el transporte de carga terrestre, los cuales abarcan múltiples aspectos relacionados con la cadena de distribución de una mercancía. De este modo, una compañía puede resguardar su principal activo desde que sale desde sus fábricas hasta que llega a destino, sin importar si se utilizó una vía marítima o aérea en complemento con la terrestre.
Actualmente, muchas compañías aseguradoras ofrecen protección contra fenómenos naturales, incendios, explosiones, caídas accidentales, robo, volcamiento del vehículo o aplastamiento, huelga, entre otros siniestros. Sin duda, una amplia oferta, en muchos casos, también puede ser adaptada a la realidad operativa del cliente.
Un buen aliado
En varios sectores económicos, el transporte terrestre de cargas, es una operación de suma importancia para la empresa, por lo que tener un seguro es una buena opción para proteger un determinado cargamento, sin importar si éste es solamente para consumo local o deberá hacer una escala en un puerto o aeropuerto para, posteriormente, ser comercializado en el extranjero.
De hecho, muchos seguros también abarcan aspectos como el almacenamiento o tipo de transporte, es decir, se puede utilizar un camión de propiedad del cliente o tercerizar este servicio en una compañía del rubro. Esto hace que muchas empresas nacionales se hayan dado cuenta que estas soluciones son un aliado para la cadena logística de un producto.
En todo caso, el crecimiento de la actividad logística en nuestro país ha impulsado el crecimiento de este negocio, transformándolo en una industria muy competitiva. Por esto, es posible encontrar la especialización por segmentos o tipos de cargas, lo que representa un valor agregado para muchos clientes.
Cómo elegir a la compañía aseguradora
En primer lugar, se debe analizar la experiencia que tiene el oferente en este tema y el conocimiento que tiene respecto a la carga que desea transportar. Esto permitirá generar una relación constructiva donde se puedan considerar aspectos que -por falta de experiencia del cliente- se hayan podido omitir al contratar el servicio.
Siempre es recomendable consultar por la actual cartera de clientes que posee la empresa aseguradora, ya que esto dará una idea del prestigio y reconocimiento que posee en el mercado nacional e internacional, dependiendo sus áreas de cobertura.
A lo anterior se suma el respaldo de la empresa y las garantías financieras que ofrece para responder frente a una carga siniestrada, a fin de garantizar el pago de la póliza de manera rápida y efectiva. Finalmente, siempre es importante fijarse en la calidad del servicio brindado y tipo de información entregada (tanto técnica como comercial).
Considerando estos aspectos, se llegará a la anhelada seguridad de la carga, como también a la tranquilidad de la persona o empresa encargada de su cadena de distribución.