Además de cumplir con estándares sanitarios, volúmenes y calidad de sus productos, los productores que exportan flores frescas cortadas deben poner énfasis en la logística desde su origen hasta el consumidor final, pues se trata de productos delicados que por su corta duración en estado fresco deben llegar justo a tiempo. Así como se perfeccionan continuamente los cultivos de modo de producir especies más resistentes al transporte, se deben supervisar constantemente el manejo del producto y las cadenas de distribución, donde el packaging se convierte, por esencia, en el medio de protección durante el transporte, junto con aportar a su conservación.
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La entrega justo a tiempo de rosas para San Valentín es uno de los desafíos anuales para empresas de courier como DHL. Foto: www.dpdhl.com |
Por este motivo, uno de los medios de transporte y distribución que más crece como proveedor de servicios florales son los couriers, cuyos servicios se ven incrementados particularmente para que el producto llegue fresco y bien presentado a su destino el mismo día de alguna celebración especial. Si la coordinación no es adecuada, este producto puede ocasionar grandes congestiones logísticas, particularmente en los grandes centros de distribución. Un ejemplo es Miami, donde se reciben flores provenientes de Colombia, Ecuador, Costa Rica, Chile en menor volumen, e incluso de Israel y Kenia, entre otros países.
Una variable crítica
En caso de problemas, el packaging puede provocar la pérdida desde un 50% del valor del producto hasta del total de la inversión. Los componentes y diseño del empaque dependen del tipo de flor, en particular de la resistencia de sus varas y pétalos. A mayor fragilidad, mayores cuidados tanto en el diseño de la caja como de los elementos de apoyo que puedan incluirse en el embalaje. Su función no sólo es crear una unidad de transporte y retener las condiciones de calidad, sino facilitar las ventas, ofreciendo una presentación atractiva y asegurando que se cumplan los estándares acordados, por lo cual aparecen novedosas propuestas de packaging.
Matas macetas en pallets. Foto: uk.degroot-techniek.eu
En general, la exportación se realiza en embalajes a granel, con una creciente participación de envases que llegan directamente al destinatario incluso con ramos, bouquets, maceteros o floreros incluidos. Estos formatos deben adaptarse a la vida útil de las flores, a su fragilidad y características, evitando daños, considerando que son organismos vivos, que su vida útil es afectada por el calor, humedad, frío, agua y sequedad, y que durante el trayecto siguen su desarrollo.
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Este envase funciona como una raqueta de tenis con perforaciones para cada flor y éstas van en agua. Foto: Flowerracket (Holanda). |
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El diseño de packaging de calidad y el uso de materiales innovadores no sólo aumenta la exportación de flores, sino que además permite desarrollar un mercado de proveedores de packaging. |
Las cajas de embalaje son, por lo general, del formato telescópico: tapa y fondo de cartón corrugado, material idóneo por su aporte a la resistencia al apilamiento en las dimensiones de las cajas para flores cortadas en varas, y a los eventuales golpes, caídas, compresión y vibraciones propias del transporte. Este formato incrementa la resistencia al peso al duplicarse los muros laterales en los cuatro lados de la caja.
En el interior, algunas especies aceptan particiones que ayudan a evitar el movimiento de las varas y ofrecen sostén a las flores, como es el caso de las flores de gran tamaño y peso en relación a la vara.
Los formatos deben adaptarse a los elementos que configuran las estructuras de cada medio de transporte, generalmente aéreo, por el factor tiempo/duración, o terrestre, debiendo consolidarse con las medidas de los pallets usados por los distribuidores. Por otra parte, hay flores que se someten a cadenas de frío para prolongar su vida útil y reducir las probabilidades de apertura de los pétalos, asegurando su integridad durante toda la cadena de suministros.
Se han desarrollado sistemas para exportar flores como las gerberas, en agua, en envases que sostienen, ordenan y protegen los ramos de diez flores, listos para regalar y con un alto impacto visual en los puntos de venta, tendencia que genera un desafío para nuevos diseños de envases para estos productos altamente exigentes.