Mariana Soto, Gerente General de CENEM.

¿Cómo describiría el momento que está viviendo la industria?
A medida que crece la conciencia sobre el cambio climático y los desafíos ambientales, los estados, empresas y sociedad civil, trabajan para reducir el impacto ambiental, respecto a las actividades económicas, a proteger la biodiversidad y reducir el uso de recursos.

En este escenario, la industria de packaging está afrontando, tanto en el mundo como en Chile, diversas regulaciones como la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (Ley REP); Ley de Plásticos de un Solo Uso; política de manejo de residuos orgánicos, compromisos de descarbonización, entre otras, convirtiéndose en un desafío permanente de búsqueda de soluciones y disminución de brechas.

En este contexto, la generación de residuos post consumo de envases y embalajes, y en especial, referente a materiales plásticos, es la que significa un mayor desafío, por la diversidad de materiales y usos, sobre todo en la industria de alimentos. Hoy en día, es la agenda de sustentabilidad más potente a nivel local e internacional, por lo que se han construido acuerdos colaborativos entre naciones y regiones, abordando desde la ciencia las soluciones y desarrollando normativas que regulen el uso y el destino post consumo del plástico y otros materiales. Con esto se potencia la generación de nuevas soluciones de envases y embalajes que permitan mejorar las prestaciones y reciclabilidad de los envases actuales.

¿Qué pasos ha dado Chile respecto a materiales plásticos?
Chile, al igual que muchos países, está trabajando en desarrollar marcos regulatorios que restrinjan o condicionen los patrones de consumo y que promuevan el reciclaje. Primero fue la implementación de la Ley Nº21.100 que prohíbe al comercio la entrega de bolsas plásticas para el transporte de mercadería; la Ley REP, que establece que fabricantes e importadores de envases y embalajes deben hacerse responsables del financiamiento y la gestión de los residuos post consumo; y la Ley de Plásticos de un Solo Uso, que ha entrado parcialmente en vigencia -ya que aún no se publica el reglamento que define una serie de indicaciones muy pertinentes para la adecuada implementación de dicha ley- y cuyo objetivo es limitar la entrega de productos de un solo uso (definidos en la ley), fomentar la reutilización y permitir el uso de plásticos certificados (compostables, con un porcentaje de material biobasado) bajo normativas y sistemas de certificación autorizados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Chile también firmó el Acuerdo Global contra la Contaminación por Plásticos, presentado por la ONU, un plan de 17 años para reducir la contaminación plástica en un 80%, a través de cambios en la producción, uso y eliminación de plásticos.

¿Qué implicaciones ha traído para el área estas regulaciones?
Durante los últimos años, y en forma voluntaria, la industria de packaging ha trabajado en la reducción de materiales, la mejora en los procesos productivos para optimizar el uso de envases y embalajes, la optimización producto/envase, entre otras. Sin embargo, hay que seguir trabajando con mayor celeridad dada las nuevas normativas. Esto ha significado una intensa búsqueda de materiales más reciclables, con las mismas propiedades barreras para mantener la vida útil del producto envasado y así asegurar que estos cambios no se traduzcan en pérdidas de alimentos, lo que sería una vuelta atrás con las mejoras logradas.

El reciclaje mecánico, químico y energético, ha cobrado mayor relevancia y se están buscando alternativas en la cadena de valorización para que estos modelos logren ser más sostenibles y eficientes. Las regulaciones señaladas también han abierto las puertas a innovaciones y emprendimientos, tanto desde la producción de envases y embalajes, como también en productos más eficientes con menos producción de descarte y residuos.

Por otro lado, la industria también ha impulsado la implementación de procesos y operaciones más sustentables, como el uso de energías renovables, el mejoramiento de procesos productivos, la optimización del manejo de residuos industriales, la disminución en el consumo de agua, entre otras medidas. La idea es ir más allá que solo el reciclaje de materiales para ser más sostenible en el tiempo.

¿Qué innovaciones en envases de plástico podría destacar?
La industria trabaja en la creación y fabricación de envases plásticos en nuevos materiales, con menores espesores y en procesos más eficientes con la finalidad de lograr menores pérdidas de proceso. Otra tendencia es la transición hacia envases monomateriales, aquellos que están compuestos de forma predominante por una única clase de polímero y que destacan por su mayor capacidad de reciclaje. Un ejemplo es la modificación de la estructura molecular del polietileno para mejorar sus propiedades y no tener la necesidad de utilizar un bilaminado de dos materiales distintos, cumpliendo con las propiedades barreras necesarias.

Otro desarrollo es la incorporación de material reciclado como materia prima en la fabricación de envases, para obtener una circularidad total. Hay avances en algunos materiales, sin embargo, las tecnologías aún están en desarrollo.

Nuevos materiales como los biopolímeros compostables también son tendencia, para ciertos productos. Todos estos grandes desafíos están movilizando la industria, con la finalidad de innovar y buscar, como siempre, tener el menor impacto ambiental y los mayores beneficios para la sociedad con los mejores envases y embalajes, los que son los guardianes de la vida, la salud y el futuro de la humanidad.

¿Cómo cambia el reciclaje con la Ley REP?
Los residuos de envases y embalajes post consumo están regulados por la Ley REP, en todos sus materiales, salvo la madera que solo se debe informar las toneladas que se comercializan en el mercado asociadas a empaques. El decreto de metas para este producto prioritario “Envases y Embalajes”, entró en vigencia el 2 de octubre de este año. Ahora, esta nueva puesta en marcha, que busca disminuir la generación de residuos y fomentar su reutilización y reciclaje, es todo un desafío para la industria, ya que establece que fabricantes e importadores de envases y embalajes deben hacerse responsables de su gestión y financiar su recolección cuando pasa a ser un residuo por consumo.

En este escenario, son las empresas las que deben organizarse para poner en marcha, financiar y gestionar sus residuos, a través de los sistemas de gestión que define la ley. Para ello, se están asociando en estos sistemas para lograr las metas, mejorando la infraestructura local de recolección selectiva y puntos limpios; incentivando a la comunidad para separar en casa y que se haga cargo de su rol en la cadena de reciclaje, para poder aumentar estas tasas, las que actualmente están bajas comparadas con los países de la OCDE. En Chile se recicla un 12,5% y se pretende llegar a un promedio de un 60%.

De lo lineal a lo circular...
Las empresas chilenas deben cambiar su modelo productivo lineal a uno circular. Como este camino no es fácil, se requiere de la activación de varios actores, partiendo por la industria, el estado con normativas apropiadas, la academia para apoyar con ciencia aplicada, y los consumidores para ayudar a recuperar residuos que no son basura sino que recursos valiosos. Lo valioso es que los ciudadanos están más empoderados y responsables, y exigen un mundo sin basura, de manera que es necesario sintonizar con esta nueva cultura que permitirá vivir mejor. Hay muchos elementos en juego que tienen que “conversar”, y esto implica un costo económico y resultados a largo plazo, donde debemos considerar los efectos positivos por sobre los gastos.

¿Cómo CENEM apoya a sus socios y a la industria?
Hemos realizado Acuerdos de Producción Limpia (APL), los que permiten reducir costos, incrementar eficiencia, productividad, trabajar colaborativamente, reducir la huella ambiental, y avanzar hacia la economía circular.

En nuestro primer APL, desarrollamos un piloto REP para los residuos de envases domiciliarios, iniciativa que tuvo mucho valor; pudimos evaluar el comportamiento de los vecinos, medir volumen de residuos, clasificar el tipo de residuos que se generan en los hogares, los costos asociados a la recolección selectiva y mucho más. Esta información fue compartida con el Ministerio de Medio Ambiente como un insumo importante para definir las tasas de reciclaje del Decreto 12 de la ley REP. En el segundo APL, nos enfocamos en la gestión industrial de residuos de envases y embalajes (no domiciliarios), descubriendo un sinnúmero de situaciones que la Ley REP no las tiene definidas claramente; y desde julio de este año, estamos impulso nuestro tercer APL “Plásticos compostables y su integración con la estrategia de residuos orgánicos y con la Ley 21.368”, que busca implementar acciones y mejoras que permitan visibilizar las brechas que hoy existen en este tipo de materiales y que están siendo regulados por ley. El objetivo es lograr entender las implicancias de esta normativa, las brechas para su aplicabilidad, y el impedimento para el aumento de la valorización de este tipo de materiales.

¿Qué proyectos tecnológicoscientíficos se están realizando?
Esta es una de las materias donde tenemos que avanzar sí o sí, ya que es el camino para buscar soluciones a problemas que hoy no están resueltos. Estamos trabajando en iniciativas para aumentar el reciclaje en Chile, a través de tecnología como el reciclaje químico, de la mano con la academia (Universidad de Chile) y empresas socias. El primer proyecto, financiado por Fondecyt, donde participa nuestro socio Coexpan, está enfocado en investigar, a nivel de laboratorio, el reciclaje químico del poliestireno de alto impacto, comúnmente usado en envases de yogurt. Este material tiene propiedades muy buenas para ser sometido a este proceso y obtener como resultado la molécula inicial de la polimerización, es decir el estireno. Sin embargo, se han estudiado otros caminos con mezcla de otros polímeros como el rPET y se han conseguido resultados muy buenos. Ahora vamos a escalar a nivel piloto para luego evaluar la factibilidad técnica y económica.

También estamos presentando un proyecto para el reciclaje de polipropileno flexible post consumo, material plástico, complejo de reciclar de forma mecánica. Estamos en la etapa de postulación y evaluando qué empresas socias se unirán a este estudio científico, por lo que esperamos poder avanzar en el corto plazo.