Un tema relevante en el transporte de carga terrestre durante 2023 es el impacto que tendrá la menor actividad económica prevista. Si es efectivo que Chile entró en un ciclo recesivo entonces la pregunta es cuánta será su magnitud.

El Ministerio de Hacienda calcula que el PIB puede caer en un 0,7 %, pero hay que considerar más factores de importancia, como la inflación, los costos sectoriales, la disponibilidad de conductores y otros.

Es posible que este panorama no ocurra tan así, porque en el caso de la circulación de mercancías físicas lo que importa es el volumen y las tarifas de los fletes. Hubo una buena noticia con el Imacec, indicador de actividad económica, de enero, que registró un 0,4 % en circunstancias que se esperaba fuera negativo. Respecto a la inflación, lo más probable es que ceda en relación al año anterior y se ubique alrededor de un 7%, cifra bastante más tranquilizadora que el casi el 13% de 2022. Este dato es bastante crucial, si se toma en cuenta que el 26% anual del Índice de Costos del Transporte duplicó el IPC.

En cualquier escenario, décimas más o menos, lo que está claro es que la economía chilena caerá en cierto grado. Ello implica no crecer y para las proyecciones esto es lo que vale.

Los transportistas nacionales toman nota de la evolución de todos estos datos, y al menos uno de ellos empezó a clarificarse: la evolución a la baja de los precios de los combustibles. En virtud del acuerdo de noviembre pasado entre gremios movilizados y el gobierno, se ajustó un nuevo procedimiento para el Mepco, el mecanismo de precios de los combustibles, y por tanto las variaciones no son semanales sino cada tres semanas. Además los precios internacionales han bajado, lo que ha sido positivo. La contrapartida es que hay un componente del transporte que va al alza y es el de recursos humanos o salario de los choferes. Aquí se manifiesta un problema de mercado y es la falta de conductores, lo cual impulsa al alza los salarios. Algunos sectores cifran la escasez de conductores en 10.000 y otros lo elevan a 15.000. También hay que prestar atención al valor del dólar, el que de forma más o menos regular exhibe bruscas variaciones. El tipo de cambio es importante porque afecta los precios de los equipos e insumos. Es posible que el anunciado momento recesivo de 2023 ralentice la venta de camiones y equipos.

La autoridad económica anunció que este mes o en abril ingresará al Congreso Nacional un proyecto sobre impuestos correctivos, en el marco de la reforma tributaria. En instancias de conversación con el gremio transportista, los equipos técnicos han indicado que se busca pasar del actual impuesto específico a los combustibles a “impuestos verdes”, en que el principio básico es “quien contamina paga”.

La CNDC ha expuesto que si el eje principal es este último, entonces todos los modos de transporte, tanto aéreo, ferroviario, marítimo, que hoy no tributan impuesto específico, sí lo hagan porque contaminan al usar combustibles fósiles y generan gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global del planeta. En paralelo, una reforma de esta magnitud debería considerar criterios de gradualidad, ya que hay un elemento que no puede quedar fuera de la ecuación: los camiones de motores diésel más limpios son Euro 5 y 6, adquiridos por flotas grandes o medianas, mientras hay cierto rezago en sectores de pequeñas empresas, pymes del transporte, que tendrían un impuesto verde mayor.

Se trata de un hecho digno de ser tomado en cuenta, porque si el gobierno afirma tener una “perspectiva propyme”, la lógica indica contemplar incentivos para acelerar la modernización del parque. Si se lleva adelante este proyecto de impuestos verdes, todos los modos deben tributar y no solo los que usan carreteras.

Un dato para este año es el aniversario 70° de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones. Fundada en 1953, la CNDC es la entidad gremial matriz del transporte de carga asociado. Presente en todo Chile y en plena actividad, de sus filas incluso han emergido otras entidades, pero que en su conjunto mantienen una agenda común en pro del sector.

La Confederación Nacional de Dueños de Camiones tiene como política permanente el impulso a la asociatividad, entendida esta como la capacidad de los gremios locales de constituir empresas que unan las capacidades, camiones y equipos de los afiliados.

Ello, para presentarse con ventaja a licitaciones, con tarifas competitivas, reales, y comprando y vendiendo en conjunto. Ejemplos hay varios, uno de ellos fue la empresas Agretrans El Loa de Calama, la cual adquirió adquirió una flota de camiones nuevos que les permite adecuarse a las exigencias de mandantes importantes, tales como Codelco.

Estos 70 años de existencia tienen un alto valor simbólico, pero también obejtivos y desafíos muy concretos y prácticos, como seguir siendo un actor nacional relevante en la actividad productiva y logística, formar parte de instancias de negociación y coordinación importantes con la autoridad y entes productivos.