Raimundo Prieto.

Las alzas que ha experimentado en el último tiempo el dólar han repercutido de manera importante en el precio de diferentes bienes de consumo. En este escenario, comercializar productos imputados en el mercado ilegal es especialmente atractivo, incentivando la actividad delictual. A diario se observa en diferentes informativos cómo ocurren alunizajes, robos a camiones, bodegas y centros de distribución, por lo que la delincuencia es una de las preocupaciones más importantes para la industria logística.

Uno de los pilares de Bodegas San Francisco (BSF) a lo largo de su trayectoria es la seguridad. Por esto, ha desarrollado un eficaz sistema de resguardo a las instalaciones que opera en todo Chile.

Raimundo Prieto, explica que una de las prioridades de la empresa es reforzar permanentemente la cultura preventiva, la que se extrapola a los clientes para el aseguramiento de la cadena de suministro de la población.

“Estamos siempre activos y atentos ante los cambios en la delincuencia. Lamentablemente los antisociales se van perfeccionando y adquiriendo nuevas técnicas. La seguridad debe actualizarse a una velocidad mayor que la delincuencia para ser efectiva. Por esto, orientamos a los clientes en cómo actuar con las mercancías de alto valor, tomando acciones preventivas como la habilitación de bóvedas, el resguardo de la información de sus procesos y la incorporación de sistemas de seguridad internos, como alarmas, entre otros”, detalla el ejecutivo.

Para lograr contar con un equipo de seguridad eficiente, que sea capaz de prevenir diferentes delitos, la disuación es esencial. Uno de los aspectos nucleares de la estrategia implementada por Bodegas San Francisco es la Central de Comunicación y Operación (CECOP).

Esta unidad de seguridad funciona las 24 horas del día durante todo el año, realizando el monitoreo de más de mil cámaras de vigilancia que no solo se ubican dentro de los centros logísticos, sino que también en sectores aledaños.

Además de la tecnología, también es de suma importancia contar con personal capacitado para poder dar un buen uso a los protocolos de vigilancia. Por ejemplo, el personal de CECOP se encuentra en permanente comunicación con las policías, lo que permite coordinar acciones en conjunto de manera mucho más veloz.

De hecho, en 2021 CECOP apoyó activamente 20 operativos policiales, lo que da cuenta de su capacidad y eficiencia. “Por esto, es clave generar buenos registros que nos permitan investigar ciertos eventos y así, apoyar a las policías para lograr buenos resultados en la captura de los delincuentes”, agrega Prieto.

Y, con el objetivo de robustecer la seguridad, CECOP se encuentra en proceso de ampliación, donde la inversión incrementará al doble el espacio destinado a monitoreos de seguridad, aumentando de 4 a 7 el personal operativo e implementando un nuevo sistema de control de cámaras de 28 a 48 equipos, lo que permitirá un mejor alcance de vigilancia y uso de la red. Esto tendrá un impacto directo tanto en el entorno como en los centros logísticos. “Esta ampliación de CECOP no solo permitirá ofrecer un mejor servicio de seguridad a los clientes, sino que también será una contribución importante en nuestra capacidad para apoyar y responder a las diferentes solicitudes de las comunidades vecinas”, señala el ejecutivo.

La seguridad de los centros logísticos se irradia hacia su entorno. Sin embargo, los resultados son producto de un trabajo colaborativo. “La seguridad se logra mediante una alianza con los clientes para cuidar las operaciones de los centros. Además, trabajamos colaborativamente con las comunidades vecinas, con quienes identificamos puntos que son de mayor riesgo para aumentar las rondas de móviles de seguridad, instalar cámaras de vigilancia y disuadir a los delincuentes”, puntualiza Raimundo Prieto.

Por otra parte, Prieto destaca que también es importante lograr avances en la prevención del delito a través de diferentes medidas que se han propuesto desde el Comité de Seguridad de la Asociación Logística de Chile (ALOG) donde BSF participa, tales como el bloqueo de los IMEI de los celulares robados, lo que imposibilitaría su reducción en el mercado ilegal. Por esto, se mantienen comunicaciones también con autoridades para impulsar iniciativas en este ámbito.