Cristián Rodríguez, Director de Carreras Escuela de Construcción Duoc UC Puente Alto; Francisco Muñoz, Docente Línea logística, Duoc UC Antonio Varas.

¿Qué son y para qué sirven las estructuras modulares?
F. Muñoz: Hoy, las empresas deben enfrentar una serie de desafíos administrativos y operacionales que las han obligado a estar en constante movimiento con el objetivo de que las operaciones logísticas sean eficientes en todos sus frentes, tanto internos como externos. En este contexto, las soluciones modulares y desmontables ofrecen una serie de ventajas competitivas, tanto operacionales como económicas y financieras, que se han proyectado con mucha fuerza a lo largo del tiempo, aliviando de paso los gastos de capital.

C. Rodríguez: Por otro lado, en términos constructivos, la producción de este sector ha estado mermada respecto a otros áreas industriales y la eficiencia ha sido baja, incluyendo la subutilización de recursos materiales. En este sentido, la construcción modular viene a cambiar ese paradigma de ineficiencia, por construcciones limpias, de rápido avance, que pretenden entregar soluciones transversales en diferentes áreas industriales no solo en el bodegaje y la logística, sino que también en el área habitacional, hospitalaria, instalaciones de faenas mineras, agroindustria, etc.

¿Cómo han evolucionado estos sistemas constructivos?
C. Rodríguez: Para poder entender la evolución de la construcción modular, primero habría que entender la diferencia entre un elemento prefabricado y la construcción modular. Los elementos prefabricados para una obra de construcción constituyen una práctica mucho más antigua y conocida en la industria, y tiene relación con un elemento particular como pilares, vigas, losas o incluso escaleras prefabricadas de manera individual. Esta práctica permite acelerar el avance en una obra, pero no es el producto final, si no que requieren las partidas de ensamblaje y terminación en algunos casos. Respecto a la construcción modular, la gran diferencia con un elemento prefabricado, es que llega a obra con un alto grado de terminación. Es decir, una vez montado el módulo prefabricado, las tareas para finalizar el producto final son menores.

Además, en el caso específico de las obras de bodegaje, las estructuras vienen prediseñadas para un ensamble rápido y modular, lo que les permite crecer o trasladarse de manera rápida y efectiva. Podríamos señalar que todas las construcciones modulares son prefabricadas, pero no todos los prefabricados son modulares. Este último concepto ha tomado más fuerza en las últimas dos décadas, debido al gran beneficio que representa en tiempo y costo para una construcción.

¿Cuáles son las soluciones constructivas más demandadas para el almacenamiento?
C. Rodríguez: En general se visualizan mucho las estructuras de acero revestidas en PV4 o PV6, con o sin aislación, dependiendo del propósito del proyecto. Un proyecto con requerimiento energético podría utilizar paneles con aislación de poliestireno expandido de alta densidad o si requiere aún mayor eficiencia, podría usar paneles con poliuretano expandido. Como también los esquemas de protección según el uso que tendrá la estructura y su ubicación geográfica. Por ejemplo, una estructura de almacenamiento para una zona costera tendrá un esquema de protección no menor a 350 o 400 micrones, mientras que una estructura en zonas más centrales podría tener un esquema de 150 micrones de espesor. Por otro lado, si no se requieren mayores prestaciones más que aislar el producto de la intemperie, entonces hay soluciones más livianas tipo carpa con aislación UV e impermeables de rápido montaje.

F. Muñoz: En resumén, en el mercado podemos encontrar las siguientes soluciones:

• Sistemas rápidos de despliegue en faenas, campamentos mineros, bodegas, entre otros, los cuales se presentan como una solución integral autónoma dirigida a facilitar las labores de coordinación, tácticas y operativas como puestos de mando o por el contrario, toldos industriales para levantar un espacio destinado a la carga/descarga de materiales, áreas de reciclaje, almacenamientos temporales, entre otros.

• Puestos de atención médica/hospitales que cuentan con completas instalaciones para atención médica primaria y de primeros auxilios en terreno.

• Hangares: áreas destinadas para mantenimiento de camiones, vehículos, maquinaria y aeronaves.

• Carpas neumáticas para habitabilidad: instalaciones completas y confortables para ser habitadas como lugares operacionales o destinados para descanso de equipos en terreno.

• Depósitos de almacén: puede ser temporal o permanente, garantizando la capacidad de respuesta y la seguridad del sistema modular. También se puede utilizar como taller de mantenimiento o de producción.

Cabe destacar, que todas estas opciones tienen como ventaja ser más económicas, tras la faena se pueden desarmar y además, están operativas en menos tiempo que una construcción tradicional.

¿Cuáles son sus características constructivas y funcionales?
F. Muñoz: En términos funcionales, entre las principales características que hoy podemos encontrar en el mercado, destacan: el máximo de volumen construido a medida para su instalación permanente, instalaciones rápida, seguras, sostenible y se adaptan a las necesidades de almacenamiento de cada cliente.

C. Rodríguez: En relación a las características constructivas, en general se consideran perfiles de acero o reticulados (según sea el requerimiento), que se unen a través de placas de conexión con pernos pasados, los que van anclados a fundaciones prefabricadas. Por lo tanto, existe mucha flexibilidad al momento de montaje. Son estructuras, además, capaces de instalarse en condiciones climáticas y geográficas extremas, soportando cargas de nieve, viento, usos, etc.

¿Qué ventajas tienen las bodegas modulares y carpas industriales?
C. Rodríguez: En el segmento modular la principal ventaja es la velocidad de montaje. Mientras un galpón tradicional podría durar meses su construcción (dependiendo su tamaño), un galpón modular promete una velocidad de montaje de hasta 800 m2 diarios. Para la explosiva demanda de algunos sectores industriales, es una alternativa conveniente para no ver afectada su continuidad operacional.

F. Muñoz: Efectivamente lo que permiten este tipo de construcciones es una rápida instalación y puesta en funcionamiento de la bodega o instalación logística que se despliega. Al complementarlo con estructuras modulares, otorgan una flexibilidad y capacidad de crecimiento de los almacenes logísticos.

¿Son estos sistemas una buena opción ante la poca vacancia de bodegas?
F. Muñoz: Absolutamente. Los sistemas modulares de almacenamiento nos entregan un alto grado de flexibilidad a la hora de tomar decisiones que impliquen modificar el layout interno y externo, así como eventualmente realizar un cambio de ubicación que a mucho menor costo que el que presenta cuando hablamos de estructuras que no podemos desplazar y que, al momento de instalarse el almacén implican una nueva construcción, con todo lo que ello implica a nivel de costo, tiempo, mano de obra, etc. Del mismo modo, nos entregan nuevas y más opciones a la falta de bodegas que se presenta y que nos obliga en no pocas ocasiones a buscar soluciones que no son las óptimas en función de la escasez señalada.

C. Rodríguez: Sin embargo, pensando en soluciones permanentes, es bueno realizar comparativos respecto de la durabilidad de los materiales, la vida útil que se estima para el proyecto y la mantención que requieren las estructuras, entre otros factores.

¿Qué consideraciones se deben tomar al implementar estas estructuras?
C. Rodríguez: Los costos son siempre un factor importante a considerar. Poder comparar el costo de una construcción tradicional versus un montaje modular es el primer paso. Otro aspecto importante es el tiempo, si se requiere de una solución rá- pida para salir del paso, entonces una solución modular es muy efectiva. Se podría contar con una gran bodega de una semana a otra. Ahora, si hay tiempo para evaluar el proyecto, siempre es recomendable realizar un comparativo de todos los factores que conlleva una u otra solución.

F. Muñoz: Indudablemente las estructuras modulares para la logística e industria han sido muy positivas en el devenir de todas las actividades inherentes, enfocándose de manera exitosa en costos, calidad, tiempo, rentabilidad de la operación, flexibilidad operacional y capacidad de adaptación a los diferentes escenarios y requerimientos que nos presenta la cadena de suministro. Ello augura un crecimiento exponencial de sus ventajas, entregando al ámbito logístico una alternativa muy poderosa a la hora de tomar decisiones estratégicas.