Las cadenas de suministro generan actualmente el 60% de las emisiones mundiales. Pero, aunque esa cifra es alarmante, también muestra el potencial impacto positivo que pueden tener las operaciones de las empresas.

Para aprovechar estas oportunidades, los líderes empresariales deben reconocer primero los retos a los que se enfrentan. Un estudio reciente de Accenture y Naciones Unidas mostró que, actualmente, 49% de los CEOs de todo el mundo está enfrentando problemas de interrupción de la cadena de suministro, debido a fenómenos meteorológicos extremos, mientras 29% sostiene que las interrupciones de la cadena de suministro son uno de los tres principales riesgos para avanzar hacia a una economía con bajas emisiones de carbono.

El hecho es que, más que nunca, la cadena de suministro es la clave para ganar la batalla contra el cambio climático. Si las empresas construyen cadenas de suministro sostenibles -incorporando las preocupaciones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en cada paso del camino- pueden hacer que sus operaciones no sólo sean amigables con el medioambiente, sino que también más eficientes. Para esto, hay tres elementos clave a tomar en cuenta.

Primero, impulsar una producción y cadena de suministro neutros en carbono. Y parte importante para avanzar hacia ese objetivo es abordar las emisiones de alcance. En promedio, las emisiones de alcance - indirectas de las operaciones de una empresa- son 11,4 veces mayores que las de alcance combinadas. Y las operaciones de la cadena de suministro suelen constituir una mayoría significativa de estas emisiones.

Segundo, avanzar hacia la economía circular, impulsando modelos de negocio y ecosistemas eficientes en cuanto a recursos. Una de las principales formas en que las empresas pueden ser más sostenibles es adoptando principios y modelos empresariales circulares. Esto significa pensar más allá de la fabricación de productos de forma tradicional para un solo uso. Es mejor para el planeta y también conduce a una mayor rentabilidad y crecimiento. Las tecnologías digitales ayudan a diseñar programas circulares, a ejecutarlos y mejorarlos con el tiempo.

En tercer lugar, está reforzar la confianza entre los stakeholders. Utilizando la tecnología digital, incluida la analítica de la cadena de suministro, se puede medir realmente la confianza de las partes interesadas. De esa forma, las empresas pueden ver y prevenir incidentes negativos antes de que ocurran, al mismo tiempo que impulsan la transparencia y la información en tiempo real para compartir con sus stakeholders.

Todas las empresas tienen hoy el potencial de construir una cadena de suministro más sostenible. Y las tres prioridades anteriores son un buen punto de partida. El cambio climático avanza a un ritmo muy acelerado y por eso las operaciones inteligentes y sustentables deben ser hoy una prioridad para el mundo de los negocios.