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Cinco claves para el Transporte en Chile el 2022
Por Diego Bozzano, Consultor en Logística y Transporte, Gerente General de Do Better. / diego@dobetter.cl
Este nuevo año llega con cambios relevantes en el país y con ciertas incertidumbres relacionadas con lo que viene. En ese contexto, el transporte continúa siendo una actividad crítica para las cadenas de suministro y que requiere de una mirada de desarrollo de mediano y largo plazo, que sustente tanto la competitividad de las empresas como el desarrollo de nuevos negocios y servicios.

El transporte en Chile continúa desarrollando e incorporando a nuevos actores, con diferentes acercamientos y modelos de negocio. A diferencia de otros países de la Región, el nuestro no cuenta con barreras de entrada para el mercado del Transporte de Cargas, especialmente en el modo carretero, el cual representa a más de un 90% de los movimientos de carga realizados en el país.

Esta industria se encuentra hoy en tensión, así como muchas otras en el país, a la espera de un nuevo gobierno que traerá nuevas políticas públicas y, por lo tanto, muchos cambios en como el transporte se desempeñará en los próximos años. Estos cambios se suman a las tendencias que van más allá de nuestras fronteras y que se han ido incorporando con mucha fuerza al trabajo que se realiza cada día. Sumando unas y otras, hemos identificado cinco claves para prestar atención en este nuevo año, independientemente de otras que también puedan tener mucha relevancia. A continuación, las detallo:


1. Diversificación Energética:

El país y el mundo continúan en su senda de diversificación energética. Chile ha optado por una política de expansión muy fuerte en el desarrollo del Hidrógeno Verde. Adicionalmente a este enfoque establecido por nuestro país, existen otras fuentes energéticas que están impulsando cambios en cómo se movilizan los camiones, trenes, aviones y barcos. Existe la electromovilidad, la incorporación cada vez más fuerte de vehículos energizados con Gas Licuado de Petróleo (GLP) o Gas Natural Licuado (GNL), que si bien continúan siendo combustibles fósiles, generan un menor aporte de CO2 al medioambiente que los combustibles líquidos.

Todos estas modificaciones en la matriz energética de la industria del transporte generarán muchos cambios hacia atrás en la cadena de gestión y de valor de las empresas que prestan servicios de transporte, así como en otras industrias asociadas a ella. Desde las metodologías, procesos y técnicas de mantenimiento de los vehículos, así como también en el entrenamiento de los conductores y del personal de respaldo en las empresas de transporte carretero de carga; la accesibilidad a las cargas de energía para vehículos eléctricos en los centros de distribución, como también la definición de flota para los distintos niveles de distribución (primaria, secundaria y última milla), entre otros.

En este ámbito, debemos ser claros, el cambio en la matriz energética de la industria del transporte no es un aspecto que se encuentre en discusión, sino que es un cambio que viene y que debe realizarse. En este sentido, es extremadamente relevante abordar estos cambios desde el punto de vista empresarial y de gestión, y no solo ser observadores de las políticas públicas que propone el estado. La innovación y la implementación de estas nuevas fuentes de energía debe ser un norte de todos los participantes de este mercado.


2. Capital Humano:

La falta de capital humano es una problemática que se ha hecho cada vez más fuerte y vigente en nuestro país, y la industria del transporte de carga no está alejada de ella. En estos días leímos en varios portales de noticias como la pandemia afectaba a miles de vuelos a nivel mundial, derivados de la falta de tripulaciones por contagios de Covid-19. La falta de conductores profesionales viene siendo un dolor de esta industria desde hace varios años y, hoy en día, se estima una falta de aproximadamente 15.000 conductores profesionales en todo el país, con una tendencia a profundizarse en los próximos años. Esta problemática se suma a la complejidad que tiene gestionar los casos positivos o contactos estrechos de Covid-19 que estresan aún más la situación.

En este sentido, existen cambios pendientes tanto en la legislación como en sus métodos de control, y que afectan directamente a la profesión del conductor profesional. Estas modificaciones podrían apoyar a generar un ámbito de trabajo más atractivo para muchas personas que hoy se encuentran desempleados o con intereses de incorporarse a esta fuente laboral. Entre ellas, la principal tiene que ver con las jornadas de trabajo, especialmente la jornada interurbana. También avanzar en una Licencia de Conducir Profesional Digital, con un nuevo formato y mayor accesibilidad para obtenerla, ampliando y diversifi cando a la que hoy entregan las municipalidades. De la misma manera, la industria logística en su totalidad debe buscar métodos que permitan entregar propuestas laborales más atractivas, con beneficios y oportunidades que apoyen al desarrollo de las personas.


3. Efecto Látigo:

La pandemia ha vuelto locos a los inventarios, así como también a los Lead Times de abastecimiento, especialmente de materias primas o de productos terminados que vienen desde el exterior. Los costos de transporte se han disparado a niveles increíbles, especialmente en términos de transporte marítimo internacional y la falta de productos ha generado procesos inflacionarios en todos los países del mundo, incluyendo a los más desarrollados.

Esta lógica está asociada al hecho de que muchas plantas de producción alrededor del mundo debieron detenerse o al menos bajar sus niveles de producción debido a la falta de personal o de materias primas para poder mantener los niveles prepandemia. Adicional a esto, muchos países generaron planes de incentivo al consumo, de manera de generar planes de reactivación económica.

Cuando pensamos en menos producción y mayor demanda, podemos entender claramente que las cadenas de suministro de todo el mundo se encuentren en los niveles de estrés en los que están hoy en día. Bueno, la realidad es que muy probablemente esta situación se mantendrá durante todo el 2022, e incluso el 2023. Por lo que debemos entender cómo trabajaremos dentro de este contexto. La gestión de inventarios, así como optimizar los envíos deben seguir siendo una prioridad, puesto que seguirá habiendo quiebres de stock y lead times más largos que a los que estábamos acostumbrados.


4. Multimodalismo:

Ocupar diferentes modos de transporte para buscar generar una optimización en los tiempos y costos de abastecimiento es una discusión que debe darse en el país. La concentración del movimiento de cargas en el modo de transporte carretero ha sido un efecto generado por políticas públicas de larga data en Chile, y hoy debemos dar un paso adelante para buscar otras fórmulas que nos permitan optimizar nuestras cadenas de suministro.

Habiendo dicho esto, no debemos caer en propuestas populistas o románticas, como “reemplazar al camión por el tren”, sino que debemos realizar un análisis exhaustivo e identificar aquellos mercados o industrias en los que cada uno de los modos pueda generar su mayor aporte. El tren está cada vez más presente en aquellas industrias que generan cantidades de carga como para poder pagar por sí mismas este modo: la minería y la industria forestal son las principales. Sin embargo, existen movimientos diarios de carga a través de corredores troncales en el país que podrían utilizar al tren, especialmente la Autopista 5 Sur, cuyo tránsito en la zona entre Santiago y hasta Chillán muchas veces parece ser un gran tren de camiones que van y vienen.

Para que esto suceda, es el tren quién debe desarrollarse, hoy los camiones realizan esos movimientos simplemente porque sus tiempos de viaje y la posibilidad de llegar puerta a puerta es mucho mejor que el servicio que pueden brindar un tren. Y en ese sentido, la responsabilidad de los operadores ferroviarios de carga, así como de EFE (Empresa de Ferrocarriles del Estado) y del Estado Nacional, quienes deben desarrollar la infraestructura y ofrecer una propuesta que permita a los generadores de carga, pensar en el ferrocarril como una opción real. Lo mismo sucede con el movimiento de cargas entre la zona central y la zona norte del país, aunque aquí quizás es mejor pensar en la opción naviera que la ferroviaria.


5. Implementación de Tecnologías:

Finalmente, los procesos de transformación tecnológica deben seguir adelante en toda la industria del transporte. Sin datos, ni procesos acelerados, no podremos tomar las decisiones correctas.

Creemos haber abarcado las claves que, seguramente, serán necesarias para cubrir este 2022. Pueden haber otras y seguramente existen aportes muy interesantes desde otros puntos de vista, sin embargo, no podemos seguir esperando a que los cambios nos lleguen, sino que debemos atacarlos desde nuestros procesos de innovación, investigación y desarrollo.

Enero 2022
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