José Fernando Aguirre.

¿Qué caracteriza el actual escenario marítimo-portuario que está viviendo Chile?
La transferencia de carga en nuestros puertos ha operado sin inconvenientes, a pesar de que el tráfico marítimo está viviendo una sobredemanda importante como consecuencia de la pandemia. Los principales problemas de nuestros puertos están relacionados con la accesibilidad, tanto vial como ferroviaria.

En este escenario, actualmente nuestro sistema portuario podría transferir un mayor volumen de carga sin problemas, sin embargo, existen problemas para sacar e ingresar la carga a los terminales, cuestión que hace urgente mejorar la accesibilidad ferroviaria a los principales puertos. Sin perjuicio de ello, algunos puertos están presentando problemas en la transferencia de carga debido a los reiterados cierres por marejadas como consecuencia del cambio climático y la falta de adaptación a esta realidad. Por ello, es necesario impulsar iniciativas de gestión que permitan producir mejoras de operación en el corto plazo y optimizar los recursos de inversión para el mediano y largo plazo.

En esa línea, es fundamental que el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, el SEP y las empresas portuarias actualicen los estudios de maniobrabilidad, los planes maestros y los calendarios referenciales de inversiones, contemplando que lo recaudado por la Tarifa de Uso Portuario (TUP) se destine a financiar estudios y mejoras en las obras de abrigo del sistema portuario.

¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado el sector producto de la pandemia?
Desde que se inició la pandemia el foco prioritario de los socios de Camport ha sido mantener operando la cadena logística, bajo estrictos protocolos de salud y de seguridad, con el fin de garantizar el abastecimiento de nuestro país sin poner en riesgo a los trabajadores. Ello ha permitido que los chilenos puedan contar con bienes de primera necesidad, como alimentos de la canasta básica y suministros médicos en todo momento, incluso durante los peak de la pandemia y en los periodos de mayores restricciones de movilidad.

Ha sido un trabajo colaborativo de toda la comunidad marítima y portuaria, en la que ha destacado la labor de muchos actores, como los trabajadores portuarios y de las agencias marítimas, el personal de las líneas navieras, transportistas, camioneros y las personas que trabajan en los organismos y servicios públicos relacionados con el comercio exterior. A todos ellos nuestro reconocimiento por su trabajo ininterrumpido y por el esfuerzo desplegado.

¿Cómo debe prepararse la industria marítima-portuaria para potenciar su desarrollo y superar los obstáculos?
Además de lo ya señalado, nosotros como agrupación gremial hemos impulsado iniciativas de gestión que apuntan a optimizar la operación de la industria marítima portuaria, con el objetivo de mejorar la competitividad de nuestro comercio exterior.

Por ejemplo, en junio del año pasado publicamos el informe “Inversiones y Concesiones Portuarias”, en el que proponemos actualizar algunos temas reglamentarios para fomentar la inversión privada. Este análisis plantea siete puntos claves para que el sector marítimo portuario pueda enfrentar sus desafíos actuales y futuros, adaptarse a un entorno cambiante y disminuir el nivel de incertidumbre en los procesos de licitación.

¿Cuál es el rol que juega la Logística en este proceso?
La logística es clave, y es posiblemente el área donde necesitamos mayor adaptación. Si queremos mantener la posición que hoy tenemos, o incluso mejorarla, es necesario que exista una mayor coordinación de la cadena logística que permita un mejor funcionamiento de todo el sistema.

El costo logístico de nuestras exportaciones es en promedio el 18% del valor final del producto, porcentaje que duplica al promedio de los países de la OCDE. Si aspiramos a ser un país competitivo a nivel internacional, en los próximos años debemos hacer un esfuerzo significativo para mejorar la eficiencia de nuestra cadena logística y así reducir los costos totales de nuestras exportaciones e importaciones. Esto es fundamental para el desarrollo país, porque el 95% de nuestro comercio exterior se realiza vía marítima y tenemos un amplio margen para avanzar en términos de eficiencia.

¿Qué necesidades o normativas aún estarían pendientes en el sector?
Es prioritario mejorar la conectividad ferroviaria a nuestros principales puertos, aumentando las inversiones en infraestructura ferroviaria para la carga, para permitir trenes de mayor longitud, mayor tonelaje y mayor velocidad de circulación. No es posible sostener el crecimiento de nuestro comercio exterior solo sobre la base del transporte carretero. Esperamos que las autoridades respectivas aceleren al máximo los planes de inversión de EFE, que presentan retrasos importantes.

Asimismo, es también clave pro mover la digitalización de los procesos en la cadena logística, simplificando algunos trámites y/o eliminado otros, de manera de evitar costos innecesarios en los procesos. Ello permitirá aumentar la productividad de nuestra economía.

Hay un ejemplo que conviene destacar. Cuando se inició la pandemia, Aduana emitió una circular en la cual reemplazó trámites presenciales por electrónicos, indicando que, terminada la crisis, se volvería a la situación original. Sin embargo, estos cambios no provocaron problemas en la labor de Aduana, motivo por el cual anunció que se mantendrán en el futuro. Este es un claro ejemplo de las cosas que deberemos analizar en los próximos meses.

¿Y para mejorar la transferencia de carga?
En primer lugar, es necesario que en todos los puertos exista el instrumental necesario para medir en forma objetiva los parámetros operacionales que determinan el cierre de una instalación portuaria. En segundo lugar, se debe invertir en tecnología que permita analizar esos datos de manera de formular modelos predictivos que puedan anticipar la condición operacional del puerto. Si bien ello no evita el cierre de la instalación, permite a los distintos eslabones de la cadena cambiar a tiempo sus decisiones, con lo cual se mitigan los efectos económicos del cierre.

En tercer lugar, y como ya se indicó, es necesario que los puertos actualicen sus Estudios de Maniobrabilidad, que son los instrumentos que definen los límites operacionales de una terminal. Hoy existe tecnología utilizada a nivel mundial que permite que las instalaciones portuarias puedan operar en condiciones más desfavorables, sin poner en riesgo la seguridad de las personas, las naves y la infraestructura.

Como Camport, ¿qué tareas deberán potenciar?
Buscar una mejor coordinación de y con las autoridades competentes. Además de los temas logísticos, en el futuro vendrá la automatización de algunos procesos al interior de los puertos. En este sentido, los puertos tendrán el desafío de capacitar a su personal en los nuevos requerimientos, como también sumar talentos locales, generando más y mejores empleos en las zonas donde se localizan.