¿Cuándo surge la necesidad de utilizar biocombustible en aviones? Desde hace unos años, el cuidado del medioambiente se ha transformando en un tema importante para la sociedad; debido a lo anterior, muchas compañías comenzaron a investigar y hacer pruebas al respecto. En el caso de Airbus, por ejemplo, nos pusimos como meta obtener un crecimiento bajo neutralidad en emisiones de carbono a partir de 2020, trabajando en la reducción del 50% de las emisiones de CO² para el 2050. Para lograr lo anterior, es esencial que cualquier solución sea viable comercialmente; que no genere impacto en la tierra, los alimentos o el agua; y que además contribuya a la generación de empleos, ya que los combustibles fósiles -como el mundialmente utilizado petróleo- son recursos finitos y no estarán disponibles para las próximas generaciones. ¿Qué tipo de combustibles están siendo estudiados? Existe una amplia biodiversidad de energías verdes. La Jatrofa, por ejemplo, es una de las tres materias primas más prometedoras para los biocombustibles de aviación en el mundo, según la IATA, y se puede cultivar en clima tropical. Los estudios muestran que al utilizar esta materia prima, la aviación podría reducir la huella de carbono del sector global en hasta un 80%, en comparación con el queroseno de aviación convencional a base de petróleo. La Camelina, en tanto, a escala comercial sólo es factible en un clima moderado, mientras que las algas a escala comercial aún no son viables. Finalmente, en el caso de la Salicornia, su industrialización masiva todavía no es posible. En un aspecto técnico, ¿hablamos de aviones híbridos? Las pruebas que ha realizado Airbus hasta el momento han sido con aviones de funcionamiento híbrido. En Latinoamérica hemos realizado dos vuelos con biocombustibles a base de Jatrofa con Interjet y TAM, utilizando 30% y 50% de bioqueroseno respectivamente en uno de los dos motores. Situación similar ocurre con los vuelos que está implementando Lufthansa y Airbus durante este año, que operan con una mezcla de 50% de Aceite Vegetal Hidrogenado (HVO) y 50% de combustible tradicional. Sin embargo, debemos tomar conciencia, ya que en el 2050 no tendremos combustibles fósiles para la industria de la aviación, por lo tanto, las investigaciones y pruebas deberán apuntar a lograr vuelos con un 100% de biocombustibles. En el caso de Airbus, ¿cuánto tiempo falta para que esta tecnología sea un estándar? Si bien ya se preparan los primeros vuelos comerciales con mezcla de biocombustibles y combustible tradicional -prueba que se llevará a cabo durante seis meses en un Airbus A321 de Lufthansa-, se espera que luego de este período este tipo de solución pueda ser incorporada definitivamente al resto de la flota de dicha aerolínea. No obstante, la medida aún debe pasar la certificación de los constructores de los motores del Airbus A321, pero se espera que la mezcla cumpla con las condiciones exigidas para garantizar un correcto funcionamiento durante el vuelo. ¿Cuáles son sus proyecciones económicas al respecto? Como la industria de biocombustibles de aviación acaba de empezar, hay una diferencia de precio, pero creemos que con el tiempo los biocombustibles para aviación serán equivalentes en valor a los combustibles fósiles. Hoy, el tema relevante de hoy es atraer apoyo de inversionistas y gobiernos para acelerar su comercialización, y para eso tenemos una estrategia de cadena de valor y de vuelos de demostración. Debemos llegar a la etapa en que las refinerías puedan producir biodiesel y biocombustibles de aviación, pero para ello, los incentivos deben ser puestos en función del tamaño y la madurez de los mercados. |