Actualmente el sector transporte es responsable de más de un tercio del consumo energético a nivel nacional, dado el alto consumo de combustibles fósiles. Lo anterior se traduce en que este sector aporta un 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), propulsoras del calentamiento global y cambio climático, además de generar emisiones de otros contaminantes locales como material particulado, que tiene directa relación con enfermedades que afectan la salud de las personas.

Desde hace unos 10 años en Chile se instaló el concepto de Huella de Carbono. Esta se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalente, y sirve como una útil herramienta de gestión para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar nuestras emisiones, cómo podemos mejorarlas y realizar un uso más eficiente de los recursos.

Matías Vera, Coordinador Programas Giro Limpio & Euroclima+ de la AgenciaSE.

Cristina Victoriano, Jefa de la Línea Transporte Eciente de la AgenciaSE.

En nuestro país, a diario operan cerca de 240.000 camiones, responsables del 11% de las emisiones de GEI de Chile. “Todos los productos que consumimos a diario, en algún momento estuvieron arriba de un camión. Mantener nuestro estilo de vida, se sustenta en gran parte gracias al sector transporte de carga y eso no va a cambiar en el corto plazo”, comenta Matías Vera, Coordinador Programas Giro Limpio & Euroclima+ de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE).

Dentro de las fuentes de emisión que contribuyen a engrosar la huella de carbono de una organización o producto, están las asociadas al transporte de carga destinado a mover materias primas asociadas a la cadena productiva de un producto, así como el transporte de estos últimos a clientes nacionales y extranjeros.

Todas esas materias primas o finales en algún momento estuvieron arriba de un camión y la emisión de CO2 equivalente asociada a la quema de combustible fósil por el traslado de estos productos se suma a la huella de carbono del producto, lo que disminuye su competitividad ambiental en mercados foráneos que han implantado barreras pararancelarias como el mercado francés, inglés y asiático.

“Ninguna meta de cambio climático se va a cumplir si el sector transporte de carga no toma acción en la reducción de consumos de combustible y emisiones de GEI”, señala Matías Vera.

En este contexto, el año 2018, nace Giro Limpio (GL), programa de transporte de carga eficiente, nacional, voluntario y gratuito, impulsado por el Ministerio de Energía y administrado por la AgenciaSE, que tiene como foco impulsar las reducciones de emisiones del sector a fin de que Chile pueda cumplir con sus compromisos de cambio climático al año 2030 y carbono neutralidad al 2050.

Este programa apoya a las empresas transportistas de Chile para que sus operaciones sean más eficientes, reduciendo su consumo de combustible, costos, aumentando su competitividad y reduciendo emisiones de GEI de productos que se comercializan a nivel nacional e internacional.

El primer paso hacia la certificación Giro Limpio es realizar una declaración de línea de base. El primer año las empresas transportistas deben realizar sus reportes a través de la plataforma Giro Limpio (www.girolimpio.cl), la cual tiene por objeto recabar información asociada a la caracterización de las flotas de camiones, kilómetros recorridos, tonelaje movilizado y consumos de combustibles.

La plataforma calculará las líneas de base de consumos de combustible y emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), además del indicador de gestión energética (litros de combustible/toneladas*km recorridos), entregando un valor de cuánto combustible se quemó por cada tonelada movilizada durante el año declarado. Al registrar sus líneas de base en la plataforma, podrán acceder a la certificación para transportistas Giro Limpio, y con ésta al Sello Giro Limpio.

Actualmente el programa cuenta con una masa crítica de 185 empresas transportistas y 14.500 camiones, equivalentes al 7% de la flota nacional. El objetivo es que Giro Limpio se transforme en un estándar de eficiencia y reducción de emisiones a nivel nacional, a fin de cumplir con las metas de cambio climático y carbono neutralidad de nuestro país.

Flotas eficientes

En el segmento más residencial y de transporte comercial a menor escala, hay avances significativos, uno de ellos es la aplicación de la Electromovilidad de manera más masiva.

Un vehículo eléctrico es 3 a 4 veces más eficiente que un vehículo convencional. La eficiencia energética de los vehículos es conocida a través del rendimiento que es capaz de alcanzar un vehículo. Así, el promedio de eficiencia para los vehículos livianos bencineros nuevos que están ingresando al parque ronda los 14 km/l, pero un vehículo bencinero sedán puede llegar a tener una eficiencia superior a los 20 km/l. Si se transformara las unidades de rendimiento energético de un vehículo sedán eléctrico, que rinde 7,1 km/kWh con prestaciones similares al bencinero, este supera los 67 km por litro de gasolina equivalente.

¿Por qué conviene utilizar un vehículo más eficiente para realizar viajes? Por muchos motivos: para cuidar al medio ambiente, para cuidar la salud, para evitar el cambio climático y también porque a la larga es más barato para el bolsillo. “Si recorremos 10.000 kilómetros al año y lo hacemos con un vehículo ineficiente que solo rinda 10 km/l, nuestro gasto en gasolina será de aproximadamente 750.000 pesos al año, si lo hacemos en uno de gasolina muy eficiente gastaremos 375.000 pesos al año y si lo hacemos con un vehículo eléctrico podríamos estar gastando 112.000 pesos en electricidad para recorrer los mismos 10.000 kilómetros”, apunta Cristina Victoriano, Jefa de la Línea Transporte Eficiente de la AgenciaSE.

De esta manera al pasar a la Electromovilidad se podría estar ahorrando un poco más de 600 mil pesos al año. Sin embargo, la brecha actual de precio entre los vehículos eléctricos y los de combustión sigue siendo de más de 10 millones de pesos, pero ¿qué pasa si un vehículo en vez de recorrer 10 mil kilómetros al año recorre 100 mil? en este caso los ahorros anuales superarían los 6 millones de pesos y en un par de años se podría recuperar la mayor inversión e incluso empezar a disfrutar de los ahorros que trae consigo la tecnología eléctrica.

“Este análisis simplificado, sirve para ilustrar por qué la política pública ha apuntado a impulsar la Electromovilidad, la que actualmente se promueve partiendo por aquellos vehículos que más recorren y que por lo tanto pueden obtener beneficios económicos del cambio tecnológico, como son los buses del transporte público, los taxis y taxis colectivos y en general todas las flotas de alto recorrido”, detalla Cristina Victoriano.

Otra iniciativa es la que lidera el Ministerio de Energía y la AgenciaSE, a través del Programa “Mi taxi eléctrico” (www.mitaxielectrico.cl), que permite a los dueños de taxis básicos que circulan en el Gran Santiago, optar a vehículos eléctricos con un precio de venta de menos de 22 millones de precio y con la posibilidad de acceder a un cofinanciamiento de hasta 8 millones de pesos, además de un cargador residencial y el monitoreo del vehículo durante un año. Son varios los desafíos que el sector deberá sortear los próximos años, tanto el transporte de carga como vehicular o masivo. Para eso hay iniciativas que están logrando avances. Pero aún falta camino por recorrer.