José Ignacio Díaz.

¿Cómo se ve el desarrollo del mercado de soluciones móviles empresariales?
El mercado de aplicaciones móviles ya había experimentado un fuerte crecimiento a escala mundial en 2019, alcanzando US$224.600 millones, en gran medida debido a los avances en transformación digital que venían desarrollándose antes de la crisis por Covid. Y si bien durante 2020, con el aumento del trabajo distribuido, se intensificó el uso de estas tecnologías al interior de las empresas, desde IDC creemos que la tendencia de crecimiento se mantendrá durante los próximos cinco años, aunque de una forma moderada, e impactará en el desarrollo de las soluciones cloud, ya que la mayoría de las empresas que aumenten su adopción de soluciones móviles empresariales, lo hará desde la nube, debido a la agilidad y escalabilidad que este ambiente puede brindar.

En tráfico de redes móviles observamos crecimientos sustanciales de doble dígito, debido a una mayor disponibilidad de dispositivos (las empresas los proveen a sus empleados o ellos están usando sus dispositivos personales); evolución de las aplicaciones móviles, pues las de “core” empresarial son cada vez más amigables con equipos móviles; e iniciativas de movilidad que se aceleraron.

¿Y en hardware?
Debido al mismo contexto de pandemia, los dispositivos móviles también tuvieron un fuerte aumento en la demanda, con claros peaks impulsados principalmente por la necesidad de contar con respaldos para la información del trabajo e incluso por temas educacionales. En el caso de Chile, estos peaks también se relacionan con el retiro de los fondos de AFPs y el espacio que generaron reconocidos fabricantes que retrocedieron en sus ventas debido a la reestructuración de sus modelos de negocios y permitieron el ingreso de nuevos competidores, principalmente de China.

¿Qué factores han influido en las cifras?
Existen, al menos, tres elementos que están influyendo fuertemente en este mercado. El primero es el contexto del trabajo híbrido o distribuido. Es decir, que las organizaciones tienen a sus empleados en distintos puntos ejecutando sus tareas y, por lo tanto, la existencia de herramientas de planificación empresarial, colaboración y/o gestión de contenido, son prácticamente una obligación en la actualidad. En segundo lugar, se encuentra la creciente automatización de procesos que están desarrollando las empresas, lo que también está incidiendo en una modificación de las antiguas estructuras de trabajo. Por último, vemos una fuerte arremetida de IoT, especialmente en las industrias de manufactura y minería, donde se han potenciado las redes LTE privadas y la automatización de procesos que se encuentran en el borde.

¿Qué efecto ha tenido la pandemia?
Uno de sus grandes efectos ha sido la profunda transformación en la forma de trabajar. Desde IDC esto podemos abordarlo por medio del concepto “espacio de trabajo digital inteligente”, donde convergen las personas, los datos, el contenido, la comunidad y el contexto de la organización. No solo nos referimos a trabajos administrativos o de “conocimiento”, sino que a cualquier flujo de trabajo que, mediante herramientas digitales, haya podido beneficiarse.

El trabajo remoto ha hecho que las soluciones de movilidad y conectividad se conviertan en un tema crucial para los tomadores de decisiones y la necesidad de soporte se ha transformado en uno de los grandes desafíos. El reto es cómo, si se me presenta un problema, puedo seguir trabajando sin un servicio de soporte de TI al lado y cómo recibir asistencia, y mantenimiento, de forma remota.

La conectividad móvil se ha transformado en un desafío. A medida que el mundo entero comienza a superar la crisis sanitaria -o bien, a convivir de mejor forma con ella- tendencias como esta, continuarán siendo clave para responder adecuadamente al momento en que vivimos, en donde ya no hay espacio para los modelos tradicionales de trabajo, al no permitir agilidad ni adaptabilidad.

¿Qué tipo de soluciones son más usadas por las empresas hoy?
Según nuestras investigaciones, el mercado de las aplicaciones de colaboración es uno de los más crecientes en los últimos años y, durante 2020, se incrementó un 32,9%, alcanzando US$22.600 millones. Esto marca el más significativo de sus cuatro años consecutivos de crecimiento a tasas de dos dígitos. Bajo la necesidad de “trabajar desde cualquier lugar” que instauró la pandemia, la adopción de tecnología colaborativa creció cinco años en solo los primeros seis meses de 2020. Y por supuesto, aquellas empresas que habían dado el paso antes de la pandemia, fueron las que obtuvieron las mayores ventajas competitivas.

Hemos presenciado el crecimiento del desarrollo de apps a la medida para móviles. Por ejemplo, las empresas de transporte y logística han entregado dispositivos a quienes reparten paquetería para que puedan colectar firmas o pagos sin perder la conectividad. Los beneficios de estas tecnologías son múltiples. De hecho, un 86% de las empresas sostiene que estas plataformas le ayudan a retener a su mejor talento, ya que transforman los modelos de trabajo híbridos o 100% remotos en un elemento altamente valorado por los empleados.

Existe una transversalidad en cuanto a la necesidad de uso de este tipo de soluciones, sin embargo, áreas como el sector financiero, manufactura, minería o transporte, serán posiblemente aquellas que más rápido avancen en este camino. En el caso del mundo financiero, este fuerte crecimiento estará determinado por el desarrollo de nuevos mecanismos de pago a través de múltiples dispositivos con soluciones sin contacto, mientras que para manufactura, minería y transporte será gracias a la habilitación en mayor medida de IoT Industrial.

Antes se hablaba de conceptos como consumerización, ¿hoy cuál es la tendencia?
Gracias a esta consumerización, la inmediatez se ha vuelto protagonista. Hay una necesidad de habilitar con mucha rapidez servicios para empresas; los períodos de semanas para adecuar aplicaciones se están reduciendo al mínimo gracias a la entrega en la nube.

Con la popularización de las actividades remotas, cada vez más los usuarios están teniendo libertad para acceder a plataformas y dispositivos y, en ese sentido, conectar a tantas personas desde tantos lugares se ha convertido en un reto para las áreas de TI, pero también es una oportunidad para las tecnologías de seguridad de siguiente generación. En julio de este año, IDC presentó los resultados de “IDC’s annual U.S. Enterprise Mobility Decision Maker Survey: Devices, July 2021” -consultando a más de 800 tomadores de decisiones de movilidad empresarial-, donde se evidencia que tendencias como el Bring Your Own Device (BYOD) están más vigentes que nunca, pues si bien antes de 2020 los programas de dispositivos móviles con responsabilidad corporativa ganaban constantemente sobre los programas BYOD, en 2021 las empresas ampliaron drásticamente tanto el alcance como la capacidad de sus programas BYOD móviles ante la necesidad de permitir que los empleados trabajen desde casa o de forma remota. Por lo anterior, se espera que se continúe expandiendo esta tendencia, ya que la capacidad para habilitar rápidamente a los trabajadores de manera remota será crucial para lo que denominamos el futuro del trabajo.

¿Cómo afectará 5G al desarrollo de este mercado?
El 5G será una oportunidad y traerá mucho desarrollo, no solo en el sector de consumo si no en el mercado empresarial. Muchos de los casos de uso que se van a beneficiar del 5G, ya se benefician de LTE y alguna mezcla de Wi-Fi.

5G impulsará a los sectores relacionados con la producción de contenidos, como gaming y espectáculos, cadena de manufactura, transporte y retail. Asimismo, las empresas de los diferentes sectores de la economía tienen conciencia de que la digitalización, movilidad, respuestas rápidas al cliente, levantamiento y análisis de datos y ciberseguridad son conceptos clave que atender para mantenerse competitivas. Junto con ello, el avance de las ciudades inteligentes y conectadas mejorará los entornos empresariales con la capacidad de conectar múltiples dispositivos, infraestructuras y aplicaciones móviles. En este punto, el desafío de los desarrolladores es crear aplicativos compatibles con múltiples entornos operativos, su adecuación en dispositivos móviles y de escritorio, las seguridades ante el uso de dispositivos personales y las conectividades en diferentes redes públicas no seguras.

¿Qué otros drivers de crecimiento puede tener este mercado?
Uno de los drivers a considerar en este mercado es el de la gestión de software de terminales, una industria que durante 2020 logró ingresos por US$6.000 millones.

Los actuales espacios empresariales de trabajo consisten en múltiples dispositivos conectados, desde PCs hasta dispositivos móviles e IoT, que se utilizan de forma continua y simultánea durante todo el día. Por lo cual, para mantener los niveles de seguridad necesarios en dichos dispositivos, será relevante asegurar la productividad de una organización. Es importante mencionar que para Chile se espera que el crecimiento de IoT sea sobre los dos dígitos para los próximos 4 años.

Las nubes de distintas industrias son otros de los drivers en toda Latinoamé- rica. Ocurre con el acercamiento de las nubes de los retailers y de los bancos para procesar pagos de forma más rápida y aceptar las carteras digitales, en crecimiento. Vemos, asimismo, cómo las nubes de los hoteles están muy cerca de las nubes del sector turístico, para cruzar información de vuelos con ocupación hotelera. Durante la pandemia, las alianzas más fuertes se produjeron entre hoteles y empresas de renta de autos. Los usuarios estaban más dispuestos a manejar que tomar un avión y por eso ambos rubros se beneficiaban de ese intercambio de información. Vemos, entonces, que la colaboración entre múltiples industrias es un gran driver de crecimiento para el mercado de soluciones móviles.