Jaime Espina.

¿Cuáles son las mayores exigencias de la logística farmacéutica y de dispositivos médicos?
La logística farmacéutica y de dispositivos médicos tiene varias particularidades si se compara con la logística tradicional, principalmente porque los productos que mueve son utilizados en personas y pueden llegar a significar la vida o la muerte de un paciente. Además, esta logística requiere de estrictos procedimientos de calidad, control de temperatura, higiene y trazabilidad, por mencionar los más importantes. Por estas mismas razones, esta cadena tiene una serie de regulaciones, que deben ser cumplidas por todos los actores de la cadena, asegurando así, que el producto llegue al usuario en las condiciones de calidad y oportunidad adecuadas.

Por ejemplo, la logística farmacéutica, además de requerir de condiciones de temperatura, higiene y trazabilidad, también tiene que considerar diferentes criterios de gestión de bodegas, como la entrada y salida de los productos. En este aspecto, la logística tradicional se maneja con FIFO (First In, First Out), pero la farmacéutica lo hace con FEFO (First Expires, First Out), debido a que la vida útil de los medicamentos es clave y esta técnica de gestión de stock, prioriza los productos cuya fecha de caducidad quede próxima, no importando el lote del elemento.

¿Qué normativas existen en Chile para regular los procesos logísticos?
En nuestro país están vigentes las normas técnicas Nº147: “Buenas prácticas de almacenamiento y distribución en droguería y depósitos de productos farmacéuticos” y Nº208: “Almacenamiento y transporte de medicamentos refrigerados y congelados”, que regulan todos los procesos por los que tienen que pasar estos productos, posicionándonos en un muy buen nivel en temas de regulación sanitaria en el mundo, con Categoría IV (la más alta.)

¿Cómo ha evolucionado la logística de CENABAST en los últimos años?
CENABAST, a través de un poder de compra (monopsónico), es el articulador del proceso de abastecimiento de la red de salud pública del país, asegurando la disponibilidad de medicamentos, insumos y equipamientos para todas las personas que habitan Chile.

En términos logísticos, para llevar a cabo esta importante labor tenemos como Central dos modalidades. La primera y que estamos implementando desde 2012, es como intermediador puro, ya que los productos no pasan por nuestras manos ni física ni contablemente, sino que, a través de contratos de abastecimiento, van directamente desde la industria farmacéutica hacia a las dependencias públicas de salud (hospitales, consultorios, farmacias comunales, Servicios de Atención Primaria de Urgencia, etc.). De este modo, operamos más del 90% de nuestra logística, que, en millones de pesos al año en insumos, asciende a 900.000.

El resto de la logística de los productos que manejamos en CENABAST la realizamos internamente con el apoyo de un operador especializado que nos brinda servicios de almacenamiento y distribución (Novofarma), encargándose principalmente de los productos importados, que han aumentado considerablemente por la pandemia y, por el momento, de los productos que se enmarcan dentro de la Ley CENABAST para farmacias privadas. Este operador logístico 3 PL ha jugado un rol fundamental durante la pandemia, y ha absorbido satisfactoriamente nuestras demandas.

Como CENABAST contamos con una droguería, que cumple con todas las normativas exigidas, pero como tercerizamos nuestros servicios, esta dependencia cerrará este año y se convertirá en bodega de dispositivos médicos.

¿De qué manera ha influido la pandemia en sus operaciones?
Sin duda que la llegada del coronavirus ha cambiado enormemente nuestros procesos logísticos. Para empezar las compras tanto de Elementos de Protección Personal (EPP), como de fármacos y equipamiento (ventiladores), han aumentado considerablemente. Por ejemplo, la adquisición de productos de sedación, analgesia y desbloqueo neuromuscular, los que son utilizados para la intubación de los pacientes, ha crecido en 20 veces en comparación con un año normal. Es decir, el consumo que estamos teniendo este año es comparable al consumo que tenemos en 15 años normales. Todo este incremento, sumado al de EPP y ventiladores, ha hecho que nuestra operación logística también se haya multiplicado por 10 veces.

Considerando lo anterior, nuestra gestión ha tenido que sortear varios desafíos. Entre los principales, destaca el hecho de que la demanda superó la capacidad productiva del país, por lo que hemos tenido que aumentar la adquisición, internación y distribución de productos importados. Por otro lado, para tener un mejor manejo de la pandemia, la autoridad sanitaria, integró la red de salud pública y privada, y como CENABAST estamos a cargo de satisfacer las demandas de todos estos establecimientos, lo que aumentó nuestras operaciones para la distribución de todos los insumos necesarios para paliar los efectos del Covid-19.

¿Cómo han respondido a la demanda de EPP y fármacos Covid-19?
El Ministerio de Salud utilizó estrategias distintas para el abastecimiento de EPP y fármacos para enfrentar la pandemia. El primer objetivo fue la protección del personal de salud, por lo que se nos encomendó la adquisición (en Chile y el exterior) de todos los EPP necesarios para que la red pública de salud estuviera abastecida. El resultado de esto, por ejemplo, fue la compra de casi cuatro veces el consumo anual de mascarillas tres pliegues, alcohol gel, escudos faciales, amonio cuaternario, entre otros.

En relación a los fármacos, la cartera de salud, al notar que la capacidad productiva no daría abasto, requisó la producción local, controló la exportación y estableció que la venta de algunos medicamentos solo se podía efectuar a través de CENABAST. Todas estas iniciativas fueron tomadas con la finalidad de asegurar la disponibilidad de medicamentos en toda la red nacional de salud.

En relación a la distribución, ¿cómo la manejan?
La distribución es semanal. Esta operación ha sido bien demandante y exigente, ya que es imposible calcular la cantidad de personas que estarán entubadas la próxima semana. Por lo mismo, la situación de urgencia se ha mantenido desde los inicios de la pandemia con un nivel de coordinación muy estrecho. Prácticamente nos reunimos diariamente con un equipo directivo, para analizar cómo está el proceso y la necesidad de stock en todo el país.

También hay que recordar que tuvimos que adaptar nuestros procesos para poder atender a la red privada, con la que no operábamos, por lo que fue un proceso nuevo, que requirió de un trabajo de coordinación y gestión de distribución. En relación a los resultados, de estos esfuerzos, hoy día, como CENABAST estamos bastante tranquilos, ya que esta red integrada está muy satisfecha con la distribución y con la estrategia empleada en conjunto con el ministerio. Lo esencial es que no han faltado fármacos para la intubación de pacientes en ningún hospital ni clínica de Chile.

¿Cuál ha sido el rol de CENABAST en la logística de ventiladores y vacunas?
Hemos tenido el rol de articular el proceso de ingreso al país de una gran cantidad de ventiladores para asegurar la alta demanda existente. Chile, antes de la llegada del coronavirus, tenía una capacidad instalada de 1.600 personas ventiladas. Hoy, gracias a todos los esfuerzos realizados de importación, internación y distribución, llegamos a una capacidad instalada de cerca de 4.000 personas. Estamos muy orgullosos de haber podido llevar a cabo esta logística, que fue muy exigente, pero que al mismo tiempo permitió que no tuviéramos el dilema de la última cama, como si sucedió en otros países. Con respecto a las vacunas, nuestro rol logístico, parte con la adquisición de estas, el seguimiento del trayecto, los procesos de desaduanización e internación, hasta la gestión de su llegada a un operador logístico especializado, desde donde el Ministerio de Salud coordina su distribución hasta los lugares de vacunación.

¿Qué indicadores han sido los más difíciles de medir con precisión?
Dado a que el control de la logística está en nuestras manos no hemos tenido problemas para medir los indicadores, a pesar de que muchos de ellos han aumentado bastante. Sin embargo, donde tenemos que mejorar aún, es en lograr la interoperabilidad entre nuestra plataforma tecnológica y la de nuestro operador logístico (Novofarma). Actualmente, estamos trabajando en un Proyecto de Interoperabilidad, que tienen por objetivo hacer más eficiente la operación y disminuir los riesgos que una operación manual puede acarrear.

¿En qué otras áreas están trabajando?
Hay una licitación en curso para contratar los servicios de un nuevo operador logístico, que nos apoye con los procesos que estamos abordando para llevar a cabo la Ley CENABAST para farmacias privadas y organizaciones sin fines de lucro. Esta Ley (N°21.198), nos entrega la facultad de intermediar la compra de medicamentos para farmacias independientes, lo que significa que estos establecimientos comprarán a los laboratorios medicamentos a un precio menor, para posteriormente venderlos a la población a un precio mucho más econó- mico, gracias a la fijación de un precio máximo de venta que estableceremos. Todo este proceso requiere de una nueva logística, más atomizada. Como CENABAST siempre hemos estado enfocados en hospitales y consultorios, y ahora tenemos que especializarnos también en farmacias privadas.

Finalmente, ¿cómo evaluaría la logística de CENABAST?
Está a la altura de las exigencias de la industria farmacéutica actual. La mejor demostración de ello es que durante esta pandemia hemos podido cumplir con el abastecimiento de todos los productos necesarios para que la red de salud de nuestro país (pública y privada) no tuviera que pasar por el dilema de la última cama o la de falta de insumos y medicamentos para tratar a los pacientes Covid-19. La logística sanitaria de CENABAST han dado el ancho y ha respondido exitosamente a las exigencias que ha impuesto esta crisis sanitaria.