Con 40 años en el rubro marítimo portuario y 12 años en la docencia, la abogada María Angélica Uribe, asesora legal independiente en temas marítimos y portuarios, asegura que la gestión portuaria chilena ha sido muy exitosa, en gran parte gracias a la incorporación de capitales extranjeros. Sin embargo, advierte que el desafío es apuntar al desarrollo de políticas con visión de largo plazo. “Puedo decir con absoluta certeza que nuestros puertos son muy eficientes. Los ejecutivos conocen y dominan las diferentes materias y tenemos menos trabas y restricciones en materia pública que muchos otros países, pero a pesar de eso, aún nos falta desarrollar políticas con visión de largo plazo. De esta manera, podremos generar opciones de construir puertos capaces de tener mayor infraestructura y lograr así más competitividad”, afirma.

Rodolfo García Sánchez, Vicepresidente Ejecutivo Cámara Marítima y Portuaria.Rodolfo García Sánchez, Vicepresidente Ejecutivo Cámara Marítima y Portuaria.

Rodolfo García, Vicepresidente Ejecutivo de la Cámara Marítima y Portuaria, Camport, coincide con esta opinión, y declara que Chile necesita una política portuaria visionaria para afrontar problemas de largo plazo. En la reciente asamblea anual de socios del organismo, se destacó el excelente nivel de eficiencia y competitividad que muestra el sector en la actualidad. Sin embargo, sus dirigentes manifestaron, una vez más, su preocupación por la escasa importancia que le otorga el mercado a la generación de una política portuaria eficiente y visionaria, que apunte a solucionar los problemas de largo plazo. ¿Cuáles son éstos? Falta de capacidad portuaria con miras a la próxima década, la existencia de una ley general de puertos que permita contar con aguas abrigadas y que facilite la inversión a futuro, y la discusión seria y detallada sobre la liberación del cabotaje para cargas que tengan como destino final otros países.


Inversión extranjera, pilar del éxito

Los buenos resultados en materia portuaria, los balances positivos y las cuentas felices en el mercado de puertos, a juicio de María Angélica Uribe, se deben en gran medida a que los puertos privados que operan en régimen de concesión han sido muy exitosos a lo largo del tiempo, debido a su capacidad para incorporar una fuerte inversión extranjera, la cual trae aparejada una serie de procedimientos y know-how que permiten constituir todo un aporte a la gestión portuaria nacional.

En opinión de Rodolfo García, las principales fortalezas del sector portuario en Chile son la incorporación permanente de capital y gestión privada, que a su juicio constituyen un pilar fundamental para el desarrollo de la actividad desde hace muchos años. “A eso se suma la capacidad de trabajadores y empresarios de trabajar en equipo y potenciar las sinergias que se desprenden de ello”, agrega. Los resultados están a la vista: bajos niveles de accidentabilidad, excelentes índices de aprovechamiento de recursos escasos y tarifas que determinan que el comercio exterior obtenga una ventaja competitiva basada en estos servicios.

Otro aspecto relevante, según el ejecutivo de Camport, es la constante competencia que existe a nivel de los puertos. “Por nombrar sólo dos ejemplos, en 2012 el puerto de Coquimbo, que pasó oficialmente a manos de la Empresa Terminal Puerto de Coquimbo, invertirá US$80 millones en un proyecto, mientras que la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) inició un proceso de licitación del Terminal 2 que implicará una inversión cercana a US$350 millones”, destaca.

Más espacio para los puertos

La eficiencia y competitividad de los puertos juega a favor del objetivo de lograr convertir a Chile en una Plataforma Logística, mejorando constantemente la cadena logística y la comunicación con los exportadores. Si a la misión que cumplen los puertos se agregan factores como buenos caminos, infraestructura, sistemas de transporte adecuados, un eficiente sistema financiero y buenos servicios aduaneros, lograr que el país se posicione como una plataforma logística sería para todos un sueño cumplido.

Para favorecer el crecimiento del sector portuario a futuro, María Angélica Uribe afirma que aún queda mucho por hacer. De acuerdo a su opinión, no existe una ley general de puertos que maneje la situación actual que se vive en este ámbito. Señala que el gran tema que está en discusión hoy es generar un mecanismo legal que permita contar con aguas abrigadas, a fin de impulsar futuras inversiones portuarias. “Teniendo en cuenta los pronósticos actuales, respecto a la cantidad y capacidad de buques de carga que se moverán dentro de los próximos diez años a nivel mundial, nuestros puertos se quedarán cortos y, por ende, tendremos una importante falta de capacidad portuaria. Resulta muy importante que el Estado haga el esfuerzo que corresponde para entregar al país la infraestructura portuaria adecuada que permita satisfacer los requerimientos en esta materia”, explica. El problema, según indica Rodolfo García, es que nadie ha definido cómo debería ser una eventual ley general en esta materia. Indica que para algunos, ésta debería orientarse a optimizar el uso de las bahías, mientras que para otros, tiene que apuntar a generar mayor actividad portuaria. “En nuestra opinión, primero necesitamos contar con un Ministerio de Transportes bien dotado y capacitado, donde el ministro ejecute su labor como corresponde. En este caso concreto, debo indicar que el actual titular de la cartera ha asumido su firme compromiso en esa materia, pero necesita un equipo más fuerte detrás. Otro aspecto relevante es el marco legal a desarrollar para contar con aguas abrigadas; es importante saber si eso lo va a financiar el Estado y cómo se recuperará la inversión si es que participan los privados”, detalla.

Los próximos desafíos

Para seguir creciendo, el sector marítimo nacional debe superar ciertas barreras. Entre ellas, la liberación del cabotaje, para permitir a las empresas extranjeras competir en el transporte de carga en los puertos chilenos. Personalmente, la académica de la UNAB no es partidaria de liberarlo en el caso de cargas masivas, pero sí en aquellos contenedores que se encuentran en tránsito, es decir, buques que pasan por Chile pero que tienen como destino final otras naciones.

En cuanto a los desafíos que enfrentan los profesionales de este sector en Chile, explica que el principal está centrado en lograr una adecuada visión global de este negocio, en un período relativamente corto. “Generalmente, este proceso de aprendizaje demora mucho tiempo, ya que estamos hablando de un rubro dinámico, exigente y complejo. La realidad que se vivía hace dos años en el mercado portuario hoy ha cambiado absolutamente”, explica.

Para Rodolfo García, un país como Chile, donde el 96% del comercio exterior se hace por vía marítima, requiere una política portuaria eficiente y visionaria, que permita decisiones sustentables en el tiempo. Sostiene que esa estrategia debe estar inserta en una política integral de transporte e infraestructura debidamente consensuada, en la cual el tema medioambiental sea una variable a considerar. Lo relevante -afirma- es anteponer una visión de transporte y logística sobre una de infraestructura. “Mientras ello no ocurra, tendremos dudas y discusiones respecto a dónde estarán los puertos del futuro y sobre cómo se incorporará el sector privado a la construcción de puertos que requieran molos de abrigo”, sentencia.

Considerar estas materias como tareas pendientes por resolver, permitiría proyectarse a futuro con mejores perspectivas. Sobre todo considerando que los puertos del futuro están apuntando a ser cada vez más grandes, con una mayor longitud y capacidad de carga, para ser capaces de tener la capacidad suficiente para recibir buques cada vez de mayor envergadura.

Otra tendencia, según Rodolfo García, apunta a que puedan “salir” de sus territorios y acceder a otros espacios, a través de diferentes tipos de centros de distribución. Por ejemplo, explica el representante de Camport, “en España los puertos cuentan con una serie de puertos secos que apoyan la cadena logística. Por lo tanto, no sería extraño que a futuro viéramos algo similar en Valparaíso o San Antonio”.