Los costos del transporte marítimo de contenedores han subido fuertemente en los últimos meses. Para revisar antecedentes, podemos mencionar, por ejemplo, que el Índice FBX Global Container (FBX), que mide la evolución de las tarifas globales de transporte de contenedores de 40 pies en las principales rutas, ha subido sostenidamente situándose este mes en torno a los USD 5.000, que es muy superior a los USD 1.470 en los que estaba en abril del año pasado (ver gráfico). Esta alza ha sido más pronunciada en algunas rutas como Asia a Norte de Europa con alzas que llegan al 460%.

Estas alzas han impactado también al mercado chileno, donde en algunas rutas de importación las tarifas han sufrido alzas de más de 500%. Ante esta perspectiva, es urgente preguntarse qué viene hacia adelante. Alzas tan signifi cativas y sostenidas en el tiempo llaman a revisar las cadenas de abastecimiento. Si además van de la mano de un servicio muy poco confi able y con mayores tiempos de tránsito, la urgencia parece mayor.

Respecto del nivel de servicio, un dato interesante a evaluar es el porcentaje de contenedores que han sido roleados a nivel global durante el pasado mes de abril. Este índice es un buen indicador de la capacidad existente hoy para hacer frente a la demanda, además de indicar el nivel de servicio agregado de la industria. Según datos publicados en Supply Chain Management Review, el número de contenedores que pierden itinerario a nivel global sigue subiendo y habría superado el 39% en abril. Puertos muy relevantes como el de Rotterdam, por ejemplo, habría alcanzado 54% de roleos.

Lo único que podría detener esta escalada de alza de tarifas y deterioro del nivel de servicio sería un aumento importante de la capacidad. Pero a la luz de los buenos resultados de las principales compañías navieras a nivel mundial, es muy poco probable que la capacidad crezca a la par con la demanda y como consecuencia tengamos tarifas elevadas por bastante tiempo. Solo como muestra, según datos de la industria las 11 principales navieras tuvieron resultados que duplican todo lo ganado en los cinco años anteriores. Situación que se ha ido acelerando el primer trimestre de este año.

Así las cosas, es muy probable que muchos productos no resistan el nuevo escenario de costos de transporte. Adicionalmente, es esperable un impacto en los precios finales a los consumidores, generando así un efecto inflacionario.

Como antecedente podemos mencionar que la inflación interanual en EE.UU. el mes pasado fue 4,2%, la cifra más alta desde 2008. Cuanto de esta inflación viene influenciada por el alza de productos importados lo sabremos durante los próximos meses.

Se vienen meses complejos para los generantes de cadena de abastecimiento, donde no solo tendrán que buscar alternativas de transporte, sino que además evaluar opciones de producción más cercana. Escenario complejo dado la lejanía de Chile de los grandes centros productivos y de sus principales mercados para la exportación.