Pablo Morales.

¿Cuál es la importancia del comercio exterior para Chile?
Es de una relevancia total para el país. El comercio exterior representa más de un 55% del PIB de Chile y más de un 25% de lo que recauda el Fisco viene del Servicio Nacional de Aduanas y de las operaciones de Comex. En términos de cifras, hoy existen más de 40 mil empresas chilenas que participan de manera directa e indirecta del comercio exterior, de las cuales casi 4 mil son Pymes exportadoras. En tanto, a nivel de puestos de trabajo, son más de 5 millones de puestos de manera indirecta y más de 2 millones y medio de manera directa. Con todos estos argumentos no podemos dejar de pensar en la relevancia de este sector para el país.

A lo anterior se suma la importancia que tiene el comercio exterior para las regiones de Chile, en donde se han creado verdaderos clusters nacionales en torno a industrias que subsisten del comercio exterior. Ejemplos de ellos son: la minería en la Región de Antofagasta (con el 33% de las exportaciones del país); la celulosa en la Región del Biobío (con el 6%); la pesca en la Región de los Lagos (con un 7%), todo esto siendo un gran aporte a la descentralización productiva y extractiva del país.

¿Cómo evalúa el intercambio comercial de Chile en 2020?
Creo que el balance es más bien neutro, ya que tuvimos mucha suerte el año recién pasado. En este sentido, el precio del cobre (metal que representa más del 50% de nuestra oferta exportadora) contó con valores históricos de crecimiento. Por otro lado, la pandemia favoreció a nivel mundial a varios productos del sector agrícola y alimenticio, en donde también tenemos una apuesta importante. De ellos, destaca la cereza (con un 1,8% de las exportaciones), la que tuvo un crecimiento de un 15%. En resumen, de nuestros primeros cinco sub sectores de productos, que representan un 63% del total de nuestras exportaciones, tres crecieron (cobre, cerezas y hierro) y solo dos cayeron (salmón en un 15% y la celulosa con una caída de un 24%). Es por ello que, a pesar de haber sido un año complejo, muy poco previsible y fuera de toda normalidad, el principal producto (cobre) aumentó su valor y apaleó la importante caída que hubo en otros productos importantes en nuestra oferta exportadora, pero no tan determinantes como este metal.

En cuanto al comercio exterior en el mundo, la pandemia azotó fuertemente a sectores manufactureros, como el automotriz y de maquinarias; el de materias primas como el petróleo; y el de servicios como el transporte de carga y turismo. En todas estas industrias Chile no juega un papel importante, lo que, desde luego, ayudó para que esta pandemia no fuera tan caótica para nuestros registros. De hecho, en América Latina, solo Chile, Paraguay (con un 7% de crecimiento) y Las Guayanas, país con una naciente industria petrolera, tuvieron números positivos en sus exportaciones. En el caso de Chile de un 2,6%. Sin embargo, hubo un menor número de empresas exportadoras pese al crecimiento de este sector, de 8.161 de 2019, pasamos a 7.601 en 2020, con una caída de un 7%.

¿Qué productos y mercados fueron los más demandados?
El principal crecimiento en las exportaciones se dio el segundo semestre de 2020 en el sector minero, principalmente por el alza de los precios de los commodities de esta industria. Por ejemplo, el hierro creció en un 113%; el cobre como concentrado en un 7% y como cátodo en un 8%; la plata en un 54%; y el oro en un 20%. Otro sector que tuvo crecimientos importantes fue el de los alimentos (el cerdo con un 40% y la fruta congelada con un 13%). Pero, sin duda las grandes falencias de las exportaciones siguen siendo el valor agregado y la dependencia a productos, donde sus precios dependen de múltiples factores externos.

Los principales destinos en 2020 siguieron siendo China y Estados Unidos. El país asiático representó un 37,1% de las exportaciones y EE.UU un 13,8%. Es decir, ambas naciones, suman más de la mitad de la torta de las exportaciones chilenas, generando una dependencia muy importante, justamente entre dos países que últimamente han desarrollado una guerra comercial bastante bullada.

¿Cómo vislumbra el 2021 para el comercio internacional chileno?
Hay que tener en cuenta que el comercio exterior en Chile depende de pocos productos y del valor de los commodities. Por esta razón, el comportamiento de este mercado siempre será una incertidumbre. Todo hace pensar que 2021 seguirá siendo un año extraño, con pocas claridades al respecto.

De todas formas, tenemos muchos productos que pueden crecer enormemente este año, principalmente por las importantes caídas de 2020, como: salmón (-15%), vino embotellado (-4%), celulosa (-24%), molibdeno (-7%), servicios (-16%) e incluso otros, que deben aún explotarse en los mercados, como el litio (-22%) y el hidrógeno verde, tan mencionado en los últimos años. Pero pese a todo esto el precio del cobre será siempre determinante.

En tanto, como tendencia tenemos grandes oportunidades de crecimiento en el sector servicio, sobre todo en los digitales, producto del Acuerdo de Asociación de Economía Digital (DEPA, por su sigla en inglés), firmado por Chile, Nueva Zelanda y Singapur en junio de 2020. Este acuerdo, nació por el interés de aprovechar el potencial de la Economía Digital para beneficiar a las economías más pequeñas y proporcionar más oportunidades para incluir a más personas y MIPYMES en la economía global.

¿Qué desafíos tiene pendientes Chile para potenciar el Comex?
El desafío más relevante es sin duda el potenciar a las Pymes en su propuesta exportadora. Aquí podemos encontrar dos aspectos relevantes que no los proporciona el sector tradicional, el primero es el valor agregado y la innovación, y el segundo es la apuesta a nuevos mercados, donde la reconsideración de la Región podría ser un punto clave, ya que apenas un 13% de lo que exportamos llega a América Latina. Solo de esta manera podremos dejar de depender de pocos productos sin valor agregado y de pocos países y, lo que es finalmente más relevante, de pocas empresas exportadoras. Por otro lado, el sector servicio (con un 1,6% de nuestra propuesta exportadora), no ha sido muy valorado y tiene un enorme potencial. El 2020 este rubro cayó un 16%, sin embargo, Chile tiene enormes ventajas comparativas que debemos saber aprovechar, sobre todo en los países de la Región.

Finalmente, está el desafío de crear una institucionalidad de comercio exterior, que sea capaz de empujar al sector de manera ágil a los desafíos globales. En este sentido, creo que una instancia verdaderamente articuladora, que oriente y reorganice los esfuerzos de los diferentes servicios y reparticiones que velan por este sector dentro del Estado, sería la respuesta. Hablar de la creación de un Ministerio de Comercio Exterior o al menos de una subsecretaría que no solo se encargue de los aspectos diplomáticos, sino que también de los técnicos y burocráticos, es algo relevante y que exigen los nuevos tiempos para crecer y eliminar ciertas reparticiones u oficinas que replican esfuerzos en diferentes ministerios.