Chrsitian Leva, Director de Ingeniería de Lemusse.

Las bodegas hasta el terremoto de 2010 fueron consideradas el “patio trasero” de las empresas y lo último en infraestructura, incluso hasta ahora todas las recomendaciones constructivas hablan de las bodegas y de las estanterías industriales como estructuras de segunda importancia.

Con el desarrollo de la logística de abastecimiento, el aumento de la tecnología aplicada en la cadena de suministro y los nuevos retos del mercado para atender más rápido, con excelencia y en la puerta de la casa del consumidor, esta mirada sobre las bodegas ha cambiado rotundamente. “Hoy hablamos de Centros de Distribución y entendemos que las bodegas albergan el negocio de las empresas”, asegura Christian Leva, Director de Ingeniería de Lemusse.

En Lemusse se hace la distinción en dos tipos de almacenes: la bodega que presta servicios internos a su planta, donde se almacena y asegura que cada producto este a tiempo y forma cuando se requiera, y la empresa que tiene su negocio en el centro de distribución.

Para Leva, los últimos acontecimientos, han dado mayor valor a los centros de distribución, y son esenciales para el ejercicio del negocio de los clientes y el movimiento del país. En este sentido, invertir en ingeniería integral y especialista, a la hora de comenzar a pensar en el diseño de un Centro de Distribución es clave. “Un buen diseño, la planificación, el crecimiento futuro, la reutilización de lo existente y la aplicación de tecnologías desarrolladas en el mundo y en Chile, sumado a la reunión de las distintas disciplinas profesionales en el desarrollo de una nueva bodega, junto al equipo del mandante, hacen que ese lugar de apreciación secundaria, hoy sea completamente relevante”, explica Leva.

El rápido desarrollo de la tecnología nos hace visualizar la generación de proyectos más ambiciosos en este aspecto. “Creemos que, en los nuevos Centros de Distribución, se reducirá el contacto de las máquinas horquilla con las estructuras, permitiendo construcciones de mayor altura y aumentando la velocidad de respuesta en la operación intralogísticas”, indica el profesional.

Evolución de la ingeniería

Cuando se revisa la evolución de la ingeniería en Chile a los sistemas de almacenamiento, se puede ver que, en 2003, la norma Nch2369 que rige para estructuras en acero, menciona, por primera vez, a las estanterías industriales. Desafortunadamente, explica Leva, con rangos de diseño amplios y sujetos a interpretación, muchas veces mal usadas, dejando al cliente en una posición de desventaja a la hora de un incidente. Sin embargo, este año se podrá contar con una nueva norma que trae a Chile la aplicación de las mejores prácticas internacionales y recomienda diseñar con los resultados de ensayos y factores que se respaldan en los estudios más recientes de las universidades locales. “Esta iniciativa nos alienta a seguir investigando como empresa, ya que Chile es el país más sísmico del mundo, lo que se suma a todos los otros factores a considerar a la hora de diseñar los sistemas de almacenaje para una operación segura”, señala Leva.

El valor agregado

El equipo de Ingeniería y Arquitectura de Lemusse siempre ha trabajado con las recomendaciones extranjeras, además de realizar ensayos propios de uniones vigacolumna para distintos modelos y fabricantes, respaldados por laboratorios de universidades chilenas de alto prestigio.

Al respecto, el ejecutivo de Lemusse destaca que “de esta forma podemos acercar las aplicaciones de estos perfiles y crear nuevas estructuras donde el fundamento, es el buen diseño operacional y la correcta respuesta estructural; sin importar el origen del acero. Así es como la oferta de perfiles para estanterías industriales tiende a ser un commodity, como ya lo es en los países desarrollados”, señala Leva.