Carlos Figueroa.

¿Cómo evaluaría 2020 para la logística?
Ha sido un año bastante movido para la logística, porque el coronavirus, que nos ha afectado enormemente como país, adelantó de forma muy acelerada los procesos que ya estaban vigentes en la industria. Sabíamos que el e-commerce estaba creciendo y que la logística se estaba convirtiendo en parte importante de las empresas. Sin embargo, la pandemia produjo una explosión de ventas por este canal, lo que llevó a la logística a primera plana, pasando a ser clave en la propuesta de valor de las compañías, y a sus ejecutivos a tener una posición mucho más estratégica dentro de la organización.

¿Y para Central Bodegas?
Esta situación generó una mayor demanda de más y mejores centros de distribución y bodegas, por lo que, para Central Bodegas, ha sido muy positivo, traduciéndose en un 2020 con una ocupación de casi un 100% y la adquisición de un nuevo centro de distribución, que sumó a nuestra oferta 26.000 m2, posicionándonos como uno de los principales actores de este mercado, con más de 140.000 m2 para arriendo. Por lo tanto, si bien no es un año para festejar, particularmente para la industria del bodegaje, ha sido un año muy trabajado y duro, pero muy bueno desde el punto de vista de posicionar rápidamente a la logística y cadena de distribución en un lugar estratégico.

¿Cuáles son las principales características de este nuevo centro?
Adquirimos el ex CD de Abcdin, que está ubicado en San Bernardo, muy cerca de nuestro Centro La Vara. Realizamos una inversión importante en la mejora de estas instalaciones, que está compuesta por tres naves. El primero de 13.000 m2 con 900 m2 de oficias y 20 andenes; el segundo con 10.500 m2 y 15 andenes; y el tercero de 1.800 m2, que hemos convertido en siete bodegas pequeñas desde 100 a 300 m2, formato que ha tenido una excelente respuesta. A la fecha ya está prácticamente todo el recinto arrendado.

¿Qué industrias fueron las más demandantes de bodegas?
Debido a que un porcentaje importante de nuestras bodegas está ubicado en la zona sur de la Región Metropolitana (San Bernardo), tendemos a tener más clientes de la industria alimenticia. Durante este año, dado a la mayor demanda de insumos básicos y a las cuarentenas, crecieron los clientes internos de este rubro y se sumaron nuevos clientes, los que tenían sus bodegas en la zona norte de Santiago, y que, en concordancia con el comportamiento del mercado, tuvieron que reposicionarse para atender a su nueva clientela.

¿Cómo apoyaron a sus clientes?
Hemos trabajado todo el 2020 de la mano de nuestros clientes, fieles a nuestra premisa como empresa de entablar relaciones cercanas y de largo plazo. Nuestras acciones han estado dividas en dos etapas, en la primera nos enfocamos en apoyar a nuestros clientes en la parte operativa, impulsando protocolos de acceso, de Covid-19, líneas de emergencia, en general todas las iniciativas necesarias para que la operación logística se llevara a cabo eficientemente. En la segunda, en tanto, nos preocupamos de implementar tecnología en nuestra relación con los clientes. Si bien, ya estábamos trabajando en una plataforma de comunicación, la pandemia aceleró su puesta en marcha, y hoy, tenemos una relación a nivel personal y digital, más cercana y más rápida.

¿Cómo ve el futuro del rubro?
Somos muy optimistas con respecto al futuro de la logística y del bodegaje. Estamos conscientes de que Chile seguirá avanzando en su digitalización y en ecommerce. Por ello, seguimos viendo alternativas para aumentar nuestra capacidad y crecer. Ya tenemos varios proyectos en carpeta para complementar nuestra oferta con nuevos formatos de bodegas y en zonas geográficas distintas.