Analizando punto por punto los hitos de esa hoja, vemos varios elementos interesantes. Primero, parte señalando que se debe asegurar que no se esté “digitalizando burocracia con meros objetivos de marketing”, y que procesos como este o como la automatización aporten un real valor. Esa es la típica trampa de la digitalización: modernizar flujos ineficientes sin reformularlos antes, asumiendo que si algo es digital naturalmente va a ser mejor. Por ejemplo, si en papel pedimos dos firmas, la solución no es empezar a pedir dos firmas digitales, sino automatizar la lógica de quienes firman. Los cambios deben venir desde adentro, no ser cosméticos.

Luego, aunque los especialistas aciertan al se- ñalar la importancia del análisis de la información que “permite generar servicios de valor agregado al cliente”, no podemos olvidar que la industria está fragmentada con muchos actores, de modo que no basta con que cada uno tenga información, sino que además es muy importante compartirla. Por ejemplo, solo al ver la cadena completa podemos entender que tenemos que liquidar productos, ya que hay posiciones en bodega que llevan meses sin venderse y hay carga en camino que necesita ser almacenada.

En otro punto, el texto apunta que se debe “hacer frente al desafío de la obsolescencia tecnológica y regulatoria de manera conjunta”, fortaleciendo la interoperabilidad. Esto porque, por más que uno digitalice sus propios procesos, siempre se llega a un proveedor que está en la edad de piedra en cuanto a integraciones. El desarrollo de los sistemas informáticos, agrega el informe, debe concentrarse en los procesos “que inciden en la eficiencia, resiliencia y seguridad de la cadena”. Tal como la logística misma, la digitalización debería hacerse visible solo cuando sea necesario actuar sobre ella, con el foco de para predecir, alertar y solicitar acción solo cuando sea necesario.

Según otro punto, se debe trabajar con un enfoque de mejora continua, por lo que es fundamental permitir “focalizarse en las soluciones por sobre los temas de financiamiento y operación de hardware”. Un ejemplo de dichas soluciones es la nube, que permite que los sistemas sean altamente escalables y estén disponibles para funcionar en cualquier rincón del mundo sin importar demandas volátiles e impredecibles. También se debe poner ojo en que los software sean diseñados teniendo en mente la integración, ojalá entregando y haciendo uso de APIs -interfaces que permiten un idioma en común para que dos programas se comuniquenen cada desarrollo.

El informe concluye que apoyar la transformación digital de la logística “permitirá la agilización de los procesos transfronterizos y contribuirá a la reactivación económica de los países a través de la integración de sus actividades de comercio exterior”. Para una industria tan atrasada y resistente al cambio, digitalizar a los más atrasados y fortalecer a los que ya están digitalizados hará que todos salgamos ganando.

Nivelar la cancha y simplificar la logística es el camino para facilitar un cambio que nos beneficiará a todos.